Interior analizará a 220 condenados por violencia de género para prevenir futuros feminicidios

El Ministerio de Interior, dirigido por Fernando Grande-Marlaska, planea poner en marcha una investigación científica sobre violencia de género, con el fin de identificar indicadores de riesgo que permitan prevenir este tipo de crímenes, incorporándolos a las herramientas de valoración policial del riesgo del Sistema VioGén (Sistema de Seguimiento Integral en los casos de Violencia de Género).

Para este estudio, que durará seis meses aproximadamente, el ministerio planea gastar hasta 140.000 euros. El trabajo consiste principalmente en una revisión pormenorizada sobre el terreno de 220 casos de violencia de género reales, no mortales, que cuenten con sentencia firme, de modo que los agresores se encuentren cumpliendo condena en prisión. Asimismo, todas las víctimas de los casos que se analicen deben encontrarse registradas en el Sistema VioGén, sostiene el documento oficial por el que el ministerio anuncia el estudio.

Este año 2020 cierra con, al menos, 43 mujeres y 3 menores víctimas de la violencia, según los datos oficiales de la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género. Estas cifras hacen un total de 1.076 mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas desde 2003 y de 32 menores asesinados desde 2013 por este motivo. De las 43 mujeres asesinadas este año 36 no presentaron ninguna denuncia. En este sentido, el Gobierno tiene habilitado el servicio telefónico 016 y también se pueden dirigir consultas por correo electrónico al servicio 016 online: 016-online@igualdad.gob.es.

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El documento también señala que se va a explorar la utilidad de las variables situacionales y ambientales de riesgo y protección para valorar el riesgo de reincidencia. Asimismo, apunta que se deberá integrar la perspectiva de género transversal al diseño del estudio.

Durante los años 2016 a 2018, desde el Gabinete de Coordinación y Estudios de la Secretaría de Estado de Seguridad se coordinó una investigación científica de nivel nacional para recopilar datos pormenorizados y sobre el terreno de 200 casos de asesinato de mujeres en las relaciones de pareja con el fin de identificar indicadores de riesgo para poder reconocer una situación de violencia de género con más facilidad. Gracias a este trabajo previo, Interior pudo establecer un prototipo de escala de valoración policial de riesgo de feminicidio que, según el propio ministerio, "puede ayudar en el 20% de los feminicidios en los que se cuenta con denuncia previa de la víctima contra su agresor".

Entrevistas con maltratadores

El estudio se divide en dos partes, primero se volverá analizar esos 200 casos que estudió Interior entre 2016 y 2018 para explorar la utilidad de las variables situacionales de riesgo y protección con el fin de valorar el riesgo de reincidencia. En segundo lugar se deberán analizar otros 220 casos de violencia de género.

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Para el trabajo de campo de la segunda fase, se deberá seleccionar una muestra de maltratadores condenados por violencia de género, tanto a penas privativas de libertad como a medidas alternativas, contemplando una submuestra de tentativas de feminicidio. Sobre estos casos se hará una recopilación y estudio pormenorizado de toda la documentación procesal de cada uno. También se podrán hacer entrevistas personales con los agresores que accedan a ello.

Conforme se hayan revisado los 420 casos de violencia de género, se buscará cómo influyen los factores situacionales a la hora de cometerse este tipo de delitos. Además de identificar estas variables situacionales, también se geolocalizarán automáticamente los lugares relacionados con estos.

Una vez finalizado el trabajo de campo se deberá elaborar un informe pormenorizado por cada caso de los factores explicativos de la violencia y se rellenará una plantilla exhaustiva de datos, que podría integrarse en la base de datos sobre feminicidios del Ministerio del Interior. Por último, se llevará a cabo una comparativa de estos datos con otros datos de fuentes abiertas, a través de su geolocalización. Ya que el ministerio baraja implementar algoritmos que permitan detectar los lugares en los que se incrementa el riesgo de la violencia de género.