Fernández Díaz dice al juez que se enteró de Kitchen por la prensa y exculpa a Rajoy

Un día después de que el exsecretario de Estado de Seguridad declarara en la Audiencia Nacional, llegó el turno de Jorge Fernández Díaz. El exministro del Interior compareció ante el juez Manuel García Castellón por la conocida como operación Kitchen, el dispositivo que se llevó a cabo en 2013 para robar la documentación sensible que el extesorero popular Luis Bárcenas tenía en su poder. Fuentes jurídicas explican a El Confidencial que Fernández Díaz sostuvo ante el juez que se enteró del espionaje a Bárcenas por la prensa y que en ningún momento recibió indicación alguna por parte de Mariano Rajoy, alegando un absoluto desconocimiento que llevó al magistrado a dejar caer una frase con tono irónico durante el interrogatorio: "Usted no se enteraba de nada".

En las conversaciones intervenidas en el caso, el comisario Villarejo sostiene una y otra vez que el expresidente, al que se refería como el 'Barbas' o el 'Asturiano', tuvo "conocimiento" del dispositivo. El exsecretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, también envió un mensaje en septiembre de 2019 al exdirector Adjunto Operativo de la Policía Nacional, Eugenio Pino, en el que afirmaba que, si acababa imputado, como finalmente ha ocurrido, Rajoy "probablemente" también lo haría. Pero en su declaración de este viernes, Fernández Díaz echó por tierra esta tesis y, como principal responsable de Interior en 2013, aseguró que nunca recibió órdenes del entonces presidente:"Paco [Martínez] falta a la verdad", llegó a decir.

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El exministro, que solo respondió al juez y a su abogado, también sacó de la ecuación a la exsecretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, y a su marido, Ignacio López del Hierro. Según la versión que expuso ante el juez, al segundo solo le conocía de eventos sociales y, en cuanto a su compañera de partido, mantuvo que nunca le pidió nada como responsable de Interior. Para desmarcarse de Kitchen, Fernández Díaz también afirmó que él no estaba al tanto de todo lo que ocurría en el ministerio, poniendo como ejemplo que se enteró en un Consejo de Europa de que la Policía estaba registrando la sede del PP de Génova en 2013. Tras leer en prensa noticias relacionadas con Bárcenas, preguntó por las operaciones que tenían como objetivo al extesorero, pero siempre asumió que todas ellas eran legales.

En cuanto a los indicios que acorralan a Fernández Díaz, los investigadores hallaron en marzo una serie mensajes de texto que supuestamente fueron enviados por él en 2013, información con la que dieron después de enterarse de que Francisco Martínez había levantado acta notarial con los mismos antes de su imputación. En ellos, el ministro incidía en que Kitchen "es importante", implicaba en los seguimientos al Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y mencionaba de forma directa al "chófer de Bárcenas". El último se habría enviado el 18 de octubre de 2013, y en él se hace referencia al volcado del contenido de los teléfonos móviles proporcionados por el "informador". "La operación se hizo con éxito", decía el mismo. "Te informo", terminaba.

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El exministro, sin embargo, aseguró este viernes que todos los menajes son falsos. Tras escuchar su afirmación, la Fiscalía Anticorrupción pidió que entregara su móvil e incluso puso sobre la mesa la posibilidad de que fuera requisado, momento en el que intervino tanto el abogado de Fernández Díaz, criticando que se vulneraran sus derechos, como el propio magistrado, ofreciendo que lo diera voluntariamente porque como imputado podía negarse a presentar una prueba que pueda incriminarle. Su defensa sostiene que el exministro accedió entonces a esta oferta y entregó el dispositivo de forma voluntaria, pero avisando de que, por mucho que mantenga el mismo número de teléfono que en 2013, se trata de un terminal distinto al que tenía entonces.

A partir de ese momento, el interrogatorio transcurrió sin mayores incidentes, más allá de la intervención de García Castellón para subrayar que, a la vista de sus palabras, no sabía lo que ocurría en su propio ministerio: "Debajo de usted, parece que todo era un reino de taifas", lanzó el magistrado, según las fuentes consultadas. Molesto con su afirmación, Fernández Díaz se escudó en que él fue el décimo y último ministro bajo el que sirvió Villarejo, destacando además que, durante la época de su antecesor José Luis Corcuera, entre 1988 y 1993, el comisario ahora encarcelado prestó un gran servicio al Estado en la lucha antiterrorista. En cuanto al hecho de que se pagara la operación Kitchen con fondos reservados, Fernández Díaz se escudó en la misma idea: él no se encargaba de los pormenores del ministerio.