Sánchez ofrece a Casado revisar el estado de alarma a los cuatro meses

Pedro Sánchez y Pablo Casado protragonizaron su duelo menos bronco de las últimas semanas. El presidente del Gobierno lanzó una nueva oferta para revisar el estado de alarma a los cuatro meses (la propuesta inicial era de seis directamente) y que sea el consejo interterritorial donde está el Ministerio de Sanidad y los consejeros de todas las comunidades autónomas las que estudien en ese punto si puede ser levantada. Duraría en ese caso hasta el 9 de marzo y en caso de que la situación epidemiológica aún no lo permita, la alarma se mantendría dos meses más. El jefe de la oposición, que mantuvo tono constructivo en todo momento, reprochó al presidente eludir el control parlamentrario, aunque aseguró tener "la mano tendida": "Por mí no quedará", zanjó. Fuentes del PP recuerdan que "es el Parlamento el que decide el estado de alarma y no un consejo".

En esa nueva propuesta el jefe del Ejecutivo no habló en ningún momento de acudir a dar explicaciones de manera periódica a la Cámara, como le exigen casi todos los grupos parlamentarios. Por eso Casado volvió a reprocharle querer aprobar "una herramienta absolutamente excepcional" y por el periodo más largo que se ha hecho nunca "sin ningún control judicial ni parlamentario".

“Le ha dado tanta vergüenza esta cacicada que ni siquiera viene usted a defender el decreto”, le reprochó el líder del PP recordando que no será Sánchez quien mañana explique el decreto, sino el ministro de Sanidad. “Aún así, el PP no deja de arrimar el hombre. Le apoyamos dos meses el estado de alarma a pesar de que teníamos las peores cifras por su negligente gestión. Propusimos un plan de choque económico para mejorar la situación, que ahora empeorará con su ruinoso plan presupuestario y hemos ofrecido un pacto sanitario”, enumeró Casado para volver a retomar su propuesta:

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“Ahora ofrecemos un estado de alarma de dos meses, el tiempo suficiente para reformar la ley de salud pública, y salvar las navidades, no solo pensando en el empleo sino en la esperanza de los ciudadanos y los más mayores. Explíque por qué no la acepta”, terminó Casado.

Ahí comenzó el intercambio de propuestas. Sánchez no se refirió a la de Casado y ofreció revisar la alarma a los cuatro meses al tiempo que reprochaba al PP “haber denigrado” una herramienta constitucional. “El Gobierno lucha de manera contundente con todas las armas constitucionales y cogobernamos con las comunidades, que son las competentes en materia sanitaria”, volvió a defenderse Sánchez.

“En todo caso, le diré: El gobierno de España está por la unidad, escuchar y tender la mano”, avanzó el presidente para hablar de su propuesta que fuentes de Moncloa resumen en “4+2”. El decreto se mantendría con los seis meses, pero con opción de ser revisado a los cuatro.

Casado, sin embargo, aseguró que el jefe del Ejecutivo “tropieza dos veces con la misma piedra”, echando en falta “humildad” (lo que también le faltó en la primera ola y con el estado de alarma de marzo, como recordaban ayer la mayoría de sus socios). “Suya es la responsabilidad. La pelota sigue en su tejado”, volvió a recordar el líder del PP.