Sánchez descarta un estado de alarma para todo el país y pone el foco en Madrid

El Gobierno descarta un nuevo estado de alarma para volver a confinar a la población. La negativa evolución de la pandemia en las últimas semanas, hasta el punto de volver a hablarse de una segunda ola de contagios, no es para el presidente, Pedro Sánchez, asimilable a la situación vivida en marzo, porque "no es homogénea territorialmente". De ahí que haya sostenido en una entrevista en la Cadena SER esta mañana que "no hay justificación de un estado de alarma con medidas igual de duras para todo el territorio". Su propuesta, en línea con lo ya planteado en el primer Consejo de Ministros tras las vacaciones, pasa por un estado de alarma a la carta, territorializado, a demanda de las diferentes comunidades autónomas.

Sánchez ha subrayado que la evolución es distinta por territorios y ha urgido a algunas comunidades a mejorar sus capacidades de detección y rastreo, sin dejar de poner el foco en Madrid. El presidente hizo suya la preocupación sobre la evolución de la pandemia en Madrid que lanzó ayer Fernando Simón y que la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, tildó de "ensañamiento". "Nos preocupa el estado de la comunidad autónoma de Madrid", reiteró Sánchez, al tiempo que insistía en un esfuerzo de cogobernanza y en poner a disposición de quien lo precise recursos del Estado, como rastreadores del ejército. Hasta ayer, eran ya 11 las comunidades autónomas interesadas en hacer uso de estos rastreadores. Con todo, defendió una vuelta a las aulas segura y con garantías, a pesar de reconocer que "el riesgo cero no existe", y avanzó que se está perfilando con los agentes sociales que los padres de alumnos que no puedan acudir al colegio por causa de un brote podrán acogerse a una baja en el trabajo.

Los reproches de Ayuso al Gobierno, en los que evitó entrar Sánchez, le valieron en cambio para hacer un llamamiento al principal partido de la oposición a "desterrar la lucha partidista de la gestión contra el virus" y, como ya hizo ayer en la conferencia del arranque del curso político, apelar a la unidad. "Hay que anteponer el bien común a los intereses partidistas, se siente uno en un escaño del Congreso o en un despacho en la Puerta del Sol", enfatizó en referencia a Pablo Casado y a Ayuso, para acto seguido apelar al PP a desbloquear asuntos pendientes como la renovación del CGPJ.

Unidad también para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado. "No es momento de vetos, es momento de máxima unidad", recalcó, alegando que Unidas Podemos no vetará el apoyo de Ciudadanos a las cuentas, como ya adelantó este diario. "Unidas Podemos y PSOE somos conscientes de que tenemos que aprobar los Presupuestos, que tienen que ser progresistas y que no pueden ser excluyentes. No podemos excluir a ningún grupo político de esta interlocución porque los Presupuestos más que necesarios son urgentes y la condición 'sine qua non' para abordar la recuperación económica". En esta línea, desde el sector morado del Ejecutivo, se ha pasado a sostener que hay que sumar y que, para ello, no cabe más que asumir ciertas cesiones.

Esta misma tarde se reunirán los equipos negociadores de ambas formaciones para comenzar a elaborar el anteproyecto de Presupuestos, y según ha confirmado Sánchez, se hará sobre la base del acuerdo programático de la coalición, que sintetizó en acelerar la transición ecológica, la digitalización, la cohesión territorial y social, y la agenda feminista, evitando mencionar la reforma fiscal. "Esa será la base de la propuesta que llevaremos al resto de grupos".

A escasas 24 horas de que Sánchez inicie la ronda de contactos con los representantes de los principales grupos, el presidente ha cargado contra Pablo Casado, reprobando que no tiene sentido "el bloqueo por el bloqueo" y conminando al jefe de la oposición a "reconocer el resultado electoral y asumir su responsabilidad si de verdad quiere ser el líder de la oposición, que no es solo tener más escaños que otros grupos, sino liderar el discurso de la oposición, y cuando le oigo decir no a todo porque es la alternativa, le digo que la alternativa es arrimar el hombro".

Sobre el Gobierno de coalición, el presidente se ha mostrado satisfecho y ha garantizado su estabilidad en lo que resta de legislatura. Estabilidad y perdurabilidad fueron las palabras que eligió para disipar cualquier duda ante las tensiones surgidas en el seno del Ejecutivo durante las últimas semanas, primero por los PGE y después por la gestión de la ministra de Educación, Isabel Celaá, en la organización de la vuelta a las aulas escolares. Sin embargo, debido a que los partidos que sustentan al Gobierno están en minoría, insistió en la necesidad de dialogar con el resto de fuerzas, haciendo una mención directa al PNV y a "socios estratégicos".

La defensa de la monarquía parlamentaria en la figura de Felipe VI ha vuelto a ser exhibida por Sánchez, aun reconociendo "prácticas no ejemplares del anterior jefe de Estado". El pacto constitucional no se trocea, advirtió respecto a la posición contraria a la monarquía de sus socios de gobierno, más todavía, según garantizó, en un contexto en el que "necesitamos estabilidad". Sobre la marcha del emérito a Emiratos Árabes, se limitó a "respetar la decisión" y volvió a escudar el papel del Gobierno en la gestión de la marcha de España del rey Juan Carlos en la confidencialidad de los despachos con la Corona, haciendo una distinción institucional entre el poder ejecutivo y la jefatura de Estado.