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Cs busca un pacto antitránsfugas con PSOE y PP tras los casos de Santa Cruz y Málaga
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Convoca a los dos partidos el miércoles

Cs busca un pacto antitránsfugas con PSOE y PP tras los casos de Santa Cruz y Málaga

Los últimos casos de Santa Cruz y Málaga encendieron las alarmas y Cs busca un encuentro a tres para pactar un documento de mínimos que luego pueda desarrollarse en el Congreso

Foto: La presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas. (EFE)
La presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas. (EFE)

Santa Cruz de Tenerife dio la puntilla cuando hace días una concejala de Ciudadanos —que justo tomaba el acta en sustitución de otro edil en el ayuntamiento canario— confirmaba que apoyaría la moción de censura de Coalición Canaria y PP para quitarle la alcaldía a la socialista Patricia Hernández. En la sede del partido naranja, volvían a sonar las alarmas. El caso se sumaba al de Málaga, donde el exportavoz naranja Juan Cassa se quedó con el acta tras dejar la formación negociando un nuevo puesto directamente con el alcalde popular.

El partido de Inés Arrimadas cree que es hora de actualizar el pacto antitransfuguismo —impulsado en 1998 y que desde hace 10 años no se ha vuelto a modificar— y ve imprescindible un acuerdo en el que estén PSOE y PP. Por eso, el comité ejecutivo decidió ayer convocar a los dos partidos para una reunión este miércoles, a solo cuatro días de las elecciones en Galicia y el País Vasco. La idea del partido naranja pasaría por un breve encuentro con dirigentes nacionales y explorar si existen puntos en común para pactar un documento de mínimos.

Es decir, una declaración de intenciones, un compromiso escrito en el que se establecería una definición común de tránsfuga y una serie de reglas que todos los partidos deberían cumplir cuando se produjera un caso concreto. Fuentes de la cúpula naranja insisten en que precisamente ante una convocatoria electoral es necesario abordar un acuerdo de este tipo que, en caso de contar con el visto bueno de los tres, podría desembocar en una iniciativa legislativa en el Congreso a la que se unieran otros partidos políticos.

Foto: Pablo Casado (i), Inés Arrimadas, el secretario de Organización del PP, Teodoro García Egea (2d), y el secretario general del grupo parlamentario de Ciudadanos, José María Espejo-Saavedra (2d). (EFE)

El PSOE ya reconoció públicamente que veía bien la iniciativa de Ciudadanos, insistiendo en que “es necesario impulsar un compromiso por el respeto a la voluntad de la ciudadanía” y poniendo el foco también en que “no es momento para la deslealtad”. El PP, por su parte, no se ha pronunciado aún acerca del encuentro, aunque los naranjas reconocen menos expectativas.

Ciudadanos envió una carta a las dos principales fuerzas, abriendo una interlocución directa con Santos Cerdán —secretario ejecutivo de Coordinación Territorial y de Relaciones Gobierno-partido, número dos de José Luis Ábalos— en el caso de los socialistas, y, por la parte del PP, el propio vicesecretario de Ciudadanos, Carlos Cuadrado, habló directamente con Teodoro García Egea el domingo en Gernika, donde la coalición de los dos partidos celebraba su acto central para las elecciones vascas. Pero aún no hay un compromiso en firme.

Políticamente, el objetivo del partido naranja también tiene una trascendencia en el momento actual. Aunque lo desligan por completo de las elecciones, asegurando que “todo no puede estar condicionado al 12-J, porque el mundo se pararía cada semana por algo”, Ciudadanos avanza en su estrategia de recuperar el centro político y actuar como pegamento —hasta ahora sin mucho éxito— entre PP y PSOE. Lo intentó en la comisión de reconstrucción del Congreso y no abandona su apuesta presupuestaria de un gran pacto en el que los independentistas, e incluso Podemos dentro del Gobierno, no tengan apenas peso.

placeholder El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, y la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas. (EFE)
El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, y la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas. (EFE)

Más allá de la respuesta que obtengan de Génova, en la dirección naranja aseguran que el encuentro se producirá “sí o sí” y no recularán si hay alguna baja. Consideran que la “excusa” del momento preelectoral no tiene validez porque precisamente el transfuguismo es un “tema clave” antes de unos comicios. El partido de Arrimadas pretende seguir haciendo bandera de la regeneración, presente en su ADN desde que irrumpieron en el Congreso, y la verdadera ambición pasa por pactar un compromiso legislativo que se pueda desarrollar esta legislatura.

Entienden que el punto de partida pasa por la propia definición de tránsfuga. Los últimos acontecimientos en Santa Cruz de Tenerife y Málaga han puesto a prueba de alguna manera su relación con los populares. En el primer caso, Ciudadanos ya expulsó del partido a la concejala recién llegada cuando confirmó que dará apoyo a la moción de censura del próximo lunes, día 13.

En el PP, entienden que no se trata de un caso de transfuguismo como tal, puesto que la concejala tomó el acta hace escasos días, reconociendo que respaldaría un cambio en el Gobierno municipal. De hecho, fuentes populares recuerdan que la anterior dirección de Ciudadanos envió la directriz tras las elecciones de mayo de no apoyar a la socialista, que puso fin a 40 años ininterrumpidos de los nacionalistas canarios. “Sus concejales se saltaron las instrucciones y ahora penalizan a una de ellas por hacer lo que pedían”, explicaban a este diario.

Foto: De la Torre y Juan Cassá, en 2015. (EFE)

En el partido de Arrimadas, insisten en que la moción de censura es “una herramienta constitucional”, pero reconocen que no son partidarios de forzar cambios de gobiernos en mitad de la pandemia, cuando los efectos no han hecho más que comenzar y si los acuerdos de investidura se siguen cumpliendo. A pesar de las distintas conversaciones mantenidas con el PP a todos los niveles, el acuerdo en Santa Cruz se ejecutará la próxima semana, para enfado de los de Arrimadas. Tampoco en Málaga las cosas entre socios están bien. Ciudadanos le comunicó al PP su fuerte malestar por la postura tomada con su exportavoz, al que el PP garantizó un nuevo puesto en el Gobierno local malagueño para amarrar la estabilidad que podía estropear su marcha. Algo inaceptable para la parte naranja.

Aunque el partido insiste en que el encuentro no se enmarca en casos concretos que ahora mismo estén encima de la mesa, sino que deben aspirar a un acuerdo general, los últimos episodios han disparado la necesidad de poner coto al fenómeno del transfuguismo. Al menos, en Ciudadanos lo ven ya como una prioridad. “Tenemos que pactar unas reglas y que allá donde ocurra las consecuencias sean las mismas. Los concejales que usen esas malas prácticas se tienen que sentir desamparados”, aseguran desde la dirección nacional naranja. “Tenemos la responsabilidad de evitar que haya quien quiera aprovecharse de una circunstancia antidemocrática, premiando a quien decide quedarse con el acta y el sueldo público que ganó presentándose por un partido al que abandona”, insisten en la carta que ya han recibido tanto PP como PSOE.

Santa Cruz de Tenerife dio la puntilla cuando hace días una concejala de Ciudadanos —que justo tomaba el acta en sustitución de otro edil en el ayuntamiento canario— confirmaba que apoyaría la moción de censura de Coalición Canaria y PP para quitarle la alcaldía a la socialista Patricia Hernández. En la sede del partido naranja, volvían a sonar las alarmas. El caso se sumaba al de Málaga, donde el exportavoz naranja Juan Cassa se quedó con el acta tras dejar la formación negociando un nuevo puesto directamente con el alcalde popular.

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