En primera persona: "Hay quien viene cada día a por tabaco para poder salir de casa"

Al principio, hubo un par de días de locura, cuando vendí más del doble de un día bueno, pero ahora la cosa está normal, quizás un poco mejor. Los que compraban en máquina ahora, salvo gasolineras y poco más, tienen que comprar en estancos.

Lo que sí han cambiado son los hábitos, hay gente que fuma mucho pero no en casa con los niños, por ejemplo. Unos salen a la terraza, otros a sacar a su perro o al del vecino si hace falta. El tabaco es mucho de hábitos, con el café, por ejemplo, pero solo en el bar, o salen a fumar después de comer, etcétera... Y también social. Al cambiar, eso también cambia. Ahora pagan un 25% más con tarjeta que antes. También se vende en cantidades superiores. Y vienen menos veces.

Han cambiado algunos clientes que ya no veo, creo que mandan a familiares o vecinos a por el tabaco, porque no los conozco y vienen con fotos o llaman para preguntar dudas. Los hay que siguen con su paquete al día y los hay que se los llevaban para toda la semana y ahora vienen a diario —piden el tique para enseñárselo a la policía— porque así salen todos los días. Los productos complementarios han bajado mucho, por ejemplo, el que venía todos los días a por un paquete y la vuelta se la llevaba en chicles o caramelos, ahora se lleva el cartón y ya está. Las latas de refresco o cerveza iban para albañiles y operarios varios, que ya tampoco vienen. Estos productos son muy importantes con los márgenes que tenemos los estancos, que creo que están así desde el amanecer de los tiempos.

Cuando trabajaba en Lucena, veía a mi compañero de piso levantarse a las cuatro de la mañana, encendía la luz, se fumaba un cigarro y se dormía otra vez. Por la mañana, sonaba el despertador y se encendía el cigarro antes de mear. Ese tipo de personas fuman más, pero la mayoría de la gente creo que fuma menos. La compra aún es impulsiva, por si acaso, pero se relajará, como ha pasado con el papel higiénico. La compra y el consumo no veo que sean lineales.

La compra de tabaco aún es impulsiva, pero se relajará, como pasó con el papel higiénico

La gente, en general, se comporta. Algunos esperan a que salga el que está dentro y otros se sitúan atrás, retirados, hasta que termine el que esté. Uno me pagó con un billete y me pidió que la vuelta se la pusiera en una bolsa pequeña y que lo metiera todo dentro de la bolsa que llevaba "para poner las monedas en cuarentena".

Ayer, me llegó un cliente que venía de sacar al perro con un casco integral. Dije "pues vale". Ahora lo acabo de ver pasar con el coche, solo, con el casco puesto.

—No tendrá mascarilla.

—Ni sentido del ridículo. En cuanto a seguridad, ya sabe que no hay guantes ni mascarillas. Yo tengo una que encontré de 2001 y una pareja de guantes que he guardado, no vaya a ser que los hagan obligatorios. Los otros dos se los di a mi vecino, que prepara comida a domicilio y no tenía. Uno de Protección Civil me dijo que le pidiera mascarillas al responsable, que las estaba dando, y le dije que se las dieran a quienes las necesitara de verdad en el centro de salud.

Hoy, un cliente que lleva una ambulancia me ha dado un par de guantes más y va a conseguirme alguna mascarilla de las quirúrgicas. Logista nos dijo que mandaría una caja de guantes, pero el martes no me había llegado. Ya llegará. Una casa de tabaco ha mandado gratis una pantalla de 92 por 90 centímetros para el mostrador.

Si me lavo las manos con cierta frecuencia normalmente, ahora el doble. Si me pongo guantes me protejo yo, pero no al cliente, por lo que si cojo un billete y luego cojo un paquete y se lo doy, ya lo he pasado. Así que me lavo mucho. De hecho, me ha dado la farmacéutica una crema porque tenía las manos resecas.

Hay estancos que tienen un 'segundo canal' en las máquinas de tabaco. Unas veces son del bar, de la gasolinera... y otras del estanquero. Pues los estanqueros han vaciado sus máquinas y lo venden todo en el estanco ante la duda de lo que se vaya a dilatar la situación. En los estancos cuyo segundo canal sea importante, tanto si la máquina es propia como ajena, la bajada de ingresos ha tenido que ser notable.

Como es evidente, cada uno cuenta la feria según le va en ella, pero así la veo yo a grandes rasgos.

* Este texto es una transcripción redactada de una conversación con Alberto G. R.