PP y Vox se enfrentan a un Congreso que abre la vía a la primera ley de eutanasia

La primera proposición de ley de la XIV legislatura, la relativa a la eutanasia, llegó este martes al Congreso de la mano del grupo socialista y todo parece indicar que antes de que acabe 2020 España podría tener la primera que despenalice “el derecho a una muerte digna”, como explicó desde la tribuna la exministra de Sanidad, la diputada María Luisa Carcedo. El nuevo ciclo político echó a andar con este debate social, que lleva tiempo encima de la mesa, que los socialistas reconocieron como una “absoluta prioridad” y que tuvo el respaldo de 201 votos.

Este martes la Cámara Baja ha dado paso al primer trámite del proceso, aprobando la toma en consideración. Es decir, ha comprobado que hay una mayoría parlamentaria que avala el debate de la ley. Después comenzará el trabajo parlamentario a fondo en la comisión de Sanidad. Los socialistas confían en que la tramitación sea relativamente rápida gracias al trabajo hecho en la pasada legislatura. En mayo de 2018 el PSOE traía la propuesta con la novedad de incorporarla como derecho cubierto por el Sistema Nacional de Salud. Fue en octubre de ese año cuando superó el primer gran escollo en el Congreso al tumbar la única enmienda a la totalidad presentada por el PP.

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Y los populares volvieron a la carga de la mano de su diputado, José Ignacio Echániz, que reprochó duramente a los socialistas plantear esta propuesta desde el grupo parlamentario y no como proyecto de ley del Gobierno, lo que les permite sortear —según denunció el popular— las acreditaciones e informes previos necesarios, las memorias de impacto jurídico, económico y presupuestario; así como la aprobación en la comisión de secretarios de Estado y subsecretarios, y la de los secretarios generales técnicos de los ministerios afectados por la normativa. Dicho de otra manera: Echániz acusó a los socialistas de “evitar” que la sociedad española pueda ser informada “con rigor” de un debate “tan importante”, impulsando, tal y como dijo, la despenalización de “una píldora letal”.

El popular y la exiministra protagonizaron un intenso debate, repleto de reproches —Carcedo aseguró al PP que pretendía negar el derecho de los grupos parlamentarios a la iniciativa legislativa, “no me venga usted con el cuento” le espetó—, y el popular aseguró que su grupo “solo defiende ayudar al máximo a las personas en el trance final de la vida”, reivindicando una vez más la ley de cuidados paliativos. Echániz no dudó en retomar su argumentario económico —que ya por la mañana causó un gran revuelo en las redes sociales— repitiendo que la ley de eutanasia suponía “recortes sociales en toda regla”.

“En Holanda un paciente sano cuesta para el sistema sanitario menos de 300 euros, mientras que una persona crónica, polimedicada, pluripatológica, que sea mayor, que necesite con intensidad tratamientos y diagnósticos y procedimientos clínicos intensos, gasta entre 15.000 y 20.000 euros al año”, zanjó.

El debate bronco continuó con la intervención de la representante de Vox, Lourdes Méndez, que llegó a asegurar que el “ejecutivo comunista” conformado hace apenas unas semanas “busca decidir sobre la vida de sus súbditos”. La parlamentaria dio un paso más allá en el argumentario económico con respecto a la intervención de los populares, asegurando que la propuesta de los socialistas es “un homicidio asistido” para “un sistema quebrado de pensiones” solo una semana después “de haberlas subido”.

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Fue Carcedo la que recordó que los socialistas llevaron a la Cámara la proposición de ley hasta en cuatro ocasiones: 2011, 2012, 2015 y ya en 2018. Tras superar la enmienda a la totalidad del PP, la iniciativa se frenó en seco. Ni siquiera llegó a constituirse la ponencia (momento en el que se debaten las enmiendas parciales y el texto legal se elabora) a raíz de la parálisis provocada en la Mesa del Congreso, cuya mayoría ostentaban entonces PP y Ciudadanos. La disolución de las Cortes en el mes de marzo provocó que todos los proyectos de ley decayeran de inmediato.

Ahora, el nuevo Congreso —y las nuevas mayorías— permiten retomar la propuesta y, con toda seguridad, la aprobarán en unos meses. La toma en consideración que se debatió este martes en el Congreso contó con 201 votos a favor (necesitaba superar los 176) entre los que están los del PSOE, Unidas Podemos, ERC, JxCat, Más País, Compromís, PNV, EH Bildu, Nueva Canarias y Coalición Canarias, además del PRC, Teruel Existe y BNG. También los 10 diputados de Ciudadanos se pronunciarán a favor, reprochando al PP su postura, tras una legislatura —la anterior— con mucho debate por la insistencia del grupo naranja en aprobar antes una ley de muerte digna como paso previo a aprobar la de eutanasia. En contra se manifestaron, además PP y Vox (140 noes). También hubo dos abstenciones.

Las posiciones de PP y Vox —especialmente la de los populares que, al haber solicitado su turno tras la ponente para explicar su voto contrario, fue el primer grupo en pronunciarse— cosechó fuertes críticas en todo el arco parlamentario. La diputada de Ciudadanos, Sara Giménez, no dudó en reprochar al parlamentario del PP los argumentos esgrimidos, pidiendo "respeto" ante el debate social abierto. El partido naranja dejó claro ya este lunes que respaldaría la proposición de ley por entender que cuenta ya con "un gran consenso social".