El "viva el Rey" de Batet, sin precedentes en 38 años, para que Vox no acapare la Corona
Si algo sorprendió, fue el carácter tan institucional que prevaleció en todo momento. Ni camisetas ni banderas. El Gobierno al completo aplaudiendo y Batet vitoreando al Rey
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F4d6%2F4aa%2F9ce%2F4d64aa9ce4ef1723f284e555564c607b.jpg)
“Viva la Constitución y viva el Rey”. La última frase que pronunció la presidenta del Congreso, la socialista Meritxell Batet, en su discurso de arranque de la XIV Legislatura aún retumba en la Cámara. Era el remate de una declaración de intenciones de apoyo al monarca nada improvisada. “Quiero terminar mi intervención con la mayor consideración por vuestra función, vuestra posición institucional y el desempeño de vuestra tarea”, aseguró. Felipe VI tomaba la palabra a continuación y agradecía "el sentido afecto personal" de las palabras de Batet. No escondieron la coordinación evidente en sus intervenciones.
La expresión de Batet no es nada frecuente en los discursos de anteriores presidentes del Congreso. Hay que remontarse a 1982, cuando el también socialista Gregorio Peces-Barba presidía la Cámara, para encontrar un “viva el Rey” en una sesión inaugural (entonces llamada 'discurso de salutación'), al que sumó “viva la Constitución” y “viva España”.
Ninguno de los otros presidentes hizo algo similar. No lo hizo Ana Pastor en 2016 (la última sesión solemne celebrada antes de este lunes, ya que tras las elecciones del 28 de abril la legislatura no llegó a echar a andar) ni tampoco el popular Jesús Posada en 2011, cuando simplemente dio las gracias y pidió al rey Juan Carlos que comenzara su intervención con un “majestad”.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F539%2F9ea%2F6f1%2F5399ea6f13920d0c5750fcb329c77d11.jpg)
En 2008, el entonces presidente del Congreso, el socialista José Bono, finalizó sus palabras mirando al monarca y diciendo: “Majestad, las Cortes Generales esperan vuestras palabras”. De manera muy similar se había pronunciado cuatro años antes, en 2004, el socialista Manuel Marín González, que al finalizar su intervención dio paso al Rey de la siguiente manera: “Majestad, las Cortes Generales consideran un honor escuchar sus palabras”. En mayo de 2000 se celebraba la apertura de la VII Legislatura con la popular Luisa Fernanda Rudi en el Congreso, que, tras un largo discurso, finalizó con un “muchas gracias” y cedió simplemente la tribuna al Rey.
Ninguno de estos presidentes quiso hacer uso de la representatividad que el cargo le confería para vitorear al Rey y, al final, la expresión llegó 38 años después, de la mano de Batet y con un Gobierno en el que, además de los socialistas, se incluyen cinco ministros con sello morado. Fuentes cercanas a la presidencia aseguran que incluir el “viva el Rey” fue una decisión de la propia Batet, que llevaba tiempo trabajando en su discurso y que tenía claro que ningún partido —especialmente Vox— puede patrimonializar la figura del monarca. De ahí, aseguran, que se sintiera con la libertad de lanzar la expresión.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F0a9%2Fb89%2F118%2F0a9b891186d03d9bdac5dac3abef42d9.jpg)
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F0a9%2Fb89%2F118%2F0a9b891186d03d9bdac5dac3abef42d9.jpg)
De hecho, si algo sorprendió en esta sesión conjunta de las Cortes Generales fue el carácter tan institucional que prevaleció en todo momento. Algo que chocó, por ejemplo, con la anterior inauguración (la de la XII Legislatura, con Pastor al frente), en la que se vieron camisetas con mensajes reivindicativos —como aquella del diputado de Podemos Diego Cañamero que decía: “Yo no voté a ningún rey”— e incluso un senador de Izquierda Unida, Iñaki Bernal, llegó a desplegar una bandera tricolor con la inscripción ‘III República’.
Ahora, su jefe de filas, Alberto Garzón, es ministro de Consumo en un Gobierno de coalición, y como el resto de sus compañeros de bancada azul aplaudió al monarca durante la jornada que vivió ayer la Cámara Baja. También tras el “viva el Rey” de Batet.
La sesión no contó con ninguna salida de tono, ni ‘performances’ estéticas tan vistas en otras ocasiones. Los diputados del grupo confederal de Unidas Podemos se mantuvieron en pie al inicio y al fin de la sesión, mostrando su respeto pero sin aplaudir al monarca. Sorprendió ver a las parlamentarias Ione Belarra y Noelia Vera —ahora secretarias de Estado— ‘rompiendo’ la disciplina del grupo y aplaudiendo al ser parte del Gobierno. Sí se produjo la ausencia colectiva más notable hasta el momento: un total de 49 diputados y senadores de cinco partidos políticos que no acudieron a la cita para mostrar su malestar con la Corona y el Rey.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Ffe8%2Fb88%2Fbeb%2Ffe8b88bebda1b19ce3ca64501c7977be.jpg)
Aunque los partidos independentistas se han ausentado en otras ocasiones (ERC y EH Bildu tampoco acuden a la ronda de consultas del Rey previa a la designación de un candidato a la investidura, a pesar de que en la última ocasión su apoyo era crucial), sus resultados tras las elecciones del 10-N hicieron aumentar el número de representantes en ambas Cámaras.
Lo mismo sucedió con EH Bildu y con la irrupción de nuevas formaciones como la CUP y el BNG, dando como resultado un elevado número de parlamentarios que no acudieron al arranque oficial de la legislatura. Los portavoces de los cinco partidos independentistas, los catalanes Gabriel Rufián, Laura Borràs y Mireia Vehí; el vasco, Oskar Matute, y el gallego, Néstor Rego, se encargaron de leer el manifiesto en el que justificaron su retirada: “No tenemos Rey. La monarquía y su máximo exponente no nos representan”.
“Viva la Constitución y viva el Rey”. La última frase que pronunció la presidenta del Congreso, la socialista Meritxell Batet, en su discurso de arranque de la XIV Legislatura aún retumba en la Cámara. Era el remate de una declaración de intenciones de apoyo al monarca nada improvisada. “Quiero terminar mi intervención con la mayor consideración por vuestra función, vuestra posición institucional y el desempeño de vuestra tarea”, aseguró. Felipe VI tomaba la palabra a continuación y agradecía "el sentido afecto personal" de las palabras de Batet. No escondieron la coordinación evidente en sus intervenciones.