El Rey pide una legislatura de diálogo: "España no puede ser de unos contra otros"
Felipe VI abre oficialmente la XIV legislatura señalando "un nuevo periodo político" en el que deben imperar "la reflexión, el debate y el diálogo" entre los distintos grupos políticos
Los Reyes llegaron al Congreso antes de que el reloj marcara el mediodía y bajaron la carrera de San Jerónimo —recibiendo honores militares— hasta saludar a las presidentas del Congreso y Senado, Meritxell Batet y Pilar Llop, y al resto de miembros de la Mesa. Accedieron a la Cámara Baja por la Puerta de los Leones y Felipe VI tomó la palabra en el arranque oficial de la XIV Legislatura —llamada apertura solemne—, asegurando que al abrir este mandato “se inicia un nuevo periodo político en el que, a través de la reflexión, el debate y el diálogo, sus señorías deberán decidir cómo resolver los problemas de los ciudadanos”. (Puede leer el discurso íntegro aquí).
La bancada azul del Gobierno de coalición de PSOE y Unidas Podemos se puso en pie para recibir a la familia real y aplaudió sin fisuras. Una imagen que contrastó, por ejemplo, con los miembros del grupo confederal, que se mantuvieron de pie, pero sin aplausos, igual que el PNV. No estuvieron presentes los diputados y senadores de ERC, Junts per Catalunya, EH Bildu, CUP y BNG, que plantaron al Rey asegurando que no lo consideran su representante.
El monarca dejó claro que una vez más es “la hora del Parlamento” como “corazón de nuestro sistema democrático, como institución central de la arquitectura política de nuestro Estado”. Y continuó en esa línea, como hizo en distintas ocasiones, apelando al diálogo y los acuerdos parlamentarios necesarios: “Llega la hora de la palabra, del argumento y de la razón”.
El Rey hizo un repaso de las distintas convocatorias electorales desde diciembre de 2015 (cuatro generales en total), recordando que las Cortes han ampliado su “diversidad representativa” a raíz de las diferentes opciones políticas que han surgido. “La nueva realidad, derivada de ese mayor pluralismo representativo, requiere el pleno desenvolvimiento de nuestro régimen parlamentario. Y la esencia del parlamentarismo es el acuerdo”, dijo el monarca, como también lo es “el ejercicio del control político por la oposición”, ahondó en un momento de especial polémica teniendo en cuenta que los consejos de ministros se celebrarán el mismo día en que el Congreso desarrolla la actividad legislativa de la oposición.
Como publicó este diario, a partir de ahora transcurrirán los ‘supermartes políticos’ en la Cámara, que sustituirán la tradicional sesión de control al Gobierno los miércoles por la mañana. “Pactar y controlar, acordar en unos asuntos y disentir en otros, son consustanciales a nuestro régimen parlamentario, en el que la diversidad de ideas y opiniones va unida al común respeto a nuestros valores constitucionales”, zanjó Felipe VI recordando el funcionamiento normal en el Congreso que tantas veces algunos grupos políticos olvidan.
Como es habitual en sus intervenciones en el Congreso, el Rey insistió en que “la base más firme” con la que cuenta nuestro país es la Constitución, “el lugar de encuentro de todos los españoles, de los diferentes modos de entender y sentir España, con una inequívoca vocación respetuosa con nuestra pluralidad y diversidad territorial”. Una Carta Magna, aseveró, “que nació del diálogo y el acuerdo” y también “para el diálogo y el acuerdo”.
Felipe VI no dejó de repetir su deseo de que esta sea una legislatura “provechosa” para los ciudadanos, y que sirva también para “recuperar y fortalecer” la confianza de los ciudadanos en sus instituciones, repitiendo que los diputados representan “los intereses generales de 47 millones de ciudadanos”. “Estas Cortes Generales suponen hoy el encuentro simbólico de todos los españoles, sus anhelos, sus preocupaciones, sus ilusiones y esperanzas”, aseguró, para concluir su discurso con una de las frases más remarcadas: “España no puede ser de unos contra otros”, “sino que debe ser de todos y para todos, como ha querido la sociedad española desde hace más de 40 años”.
Batet: “La crítica fortalece la monarquía”
La presidenta del Congreso tomó la palabra en primer lugar y se refirió a la monarquía parlamentaria, asegurando que “ha sabido mantener, sin excepción, su posición institucional”, siendo una “permanente referencia” de los valores constitucionales compartidos y de la vocación de diálogo y consenso.
Batet quiso insistir en que “no son la crítica ni la discrepancia, expresadas respetuosa y razonadamente, las que debilitan una institución firme y consciente de su legitimidad y posición”, afirmando que, “por el contrario, esas críticas contribuyen a su fortaleza, basada ante todo en su condición integradora y de patrimonio común a toda la sociedad”.
La presidenta de la Cámara insistió también en que es más necesario que nunca “restablecer consensos, políticos, sociales y territoriales”, dejando claro que no será fácil hacerlo, “pero solo será posible desde el compromiso y el esfuerzo diario, desde el reconocimiento del otro y su consideración, siempre en el marco de los procedimientos democráticos y de la observancia de las leyes”, concluyó.
Los Reyes llegaron al Congreso antes de que el reloj marcara el mediodía y bajaron la carrera de San Jerónimo —recibiendo honores militares— hasta saludar a las presidentas del Congreso y Senado, Meritxell Batet y Pilar Llop, y al resto de miembros de la Mesa. Accedieron a la Cámara Baja por la Puerta de los Leones y Felipe VI tomó la palabra en el arranque oficial de la XIV Legislatura —llamada apertura solemne—, asegurando que al abrir este mandato “se inicia un nuevo periodo político en el que, a través de la reflexión, el debate y el diálogo, sus señorías deberán decidir cómo resolver los problemas de los ciudadanos”. (Puede leer el discurso íntegro aquí).