Es noticia
La llegada a Moncloa aplaza el plan de Iglesias de ser relevado por Irene Montero
  1. España
se cambiará la portavocía en el congreso

La llegada a Moncloa aplaza el plan de Iglesias de ser relevado por Irene Montero

La entrada en el Gobierno se ve como una oportunidad para corregir las carencias en la implantación territorial y fortalecer la organización. "Hay que construir una herramienta fuerte y sólida"

Foto: Irene Montero, Pablo Iglesias y Ada Colau durante el mitin de cierre de la pasada campaña electoral. (Reuters)
Irene Montero, Pablo Iglesias y Ada Colau durante el mitin de cierre de la pasada campaña electoral. (Reuters)

Pablo Iglesias se comprometió durante la campaña electoral a poner su cargo como secretario general de Podemos a disposición del partido si los resultados electorales no eran los esperados. El 10-N los apoyos menguaron, traduciéndose en una pérdida de siete diputados con respecto a los pasados comicios, pero en el partido se considera que los resultados fueron buenos al conseguir el principal objetivo con el que se presentaron: formar parte de un Gobierno de coalición progresista. La entrada en el Gobierno retrasa así los planes para un hipotético adelanto del congreso de Podemos, la denominada asamblea ciudadana estatal, de cara a renovar los liderazgos.

Antes de las elecciones del pasado mes de abril ya se planteó el relevo de Iglesias con Irene Montero como su potencial sucesora. La propia Montero avanzó a principios de marzo en una entrevista televisiva con TVE que la persona que suceda a Pablo Iglesias en la Secretaría General de la formación será una mujer y que eso ocurriría "pronto". Un mensaje a la interna que vino motivado de una reflexión previa respecto a que las principales formaciones políticas a escala nacional presentan candidaturas lideradas por hombres. Un hecho ante el que Montero fue tajante: "Es algo que cambiará; en nuestro caso, cambiará pronto. Estoy convencida de que en Podemos la próxima persona que sea secretaria general será una mujer".

Los planes para un relevo que pusieron sobre la mesa tanto Irene Montero como Pablo Iglesias quedarán ahora en suspenso

Irene Montero añadía que ese relevo en una mujer es una posibilidad que está "muy clara" en Podemos y remataba contundente: "Y si no al tiempo". Unas semanas después era el líder de Podemos quien asumía este mismo mensaje, señalando que tenía la certeza de que la próxima persona al frente de la secretaría general de Podemos será una mujer. Una idea que repitió desde entonces en varias ocasiones, vaticinando también que ocurriría en el resto de principales partidos e incluso de las empresas. "La feminización de los cargos de responsabilidad" sería, a su modo de ver, una realidad cercana por el empuje de la sociedad y el movimiento feminista.

Los planes para un relevo que pusieron sobre la mesa tanto Montero como Iglesias quedarán ahora en suspenso. Iglesias seguirá siendo el secretario general y compaginaría este cargo en el partido con sus tareas de Gobierno como vicepresidente, según confirman fuentes cercanas a la dirección. Por otro lado, la presencia de Irene Montero en el Ejecutivo de coalición se da por descontada, previsiblemente ocupando una cartera de Igualdad. Es por ello que sí se realizarán cambios en la portavocía de Unidas Podemos en el Congreso, que hasta ahora ostentaba Montero y que tenía como portavoz adjunta a la diputada navarra Ione Bellarra.

Otros de los motivos que se aducen para dejar en suspenso la posibilidad del relevo que se había puesto sobre la mesa es que en estos momentos el partido estaría más cohesionado que nunca, según apuntan estas mismas fuentes. Contar con responsabilidades de Gobierno siempre genera adhesión interna, pero a ello se suma que Podemos ha surfeado ya su peor crisis interna tras la escisión del sector liderado por Íñigo Errejón. La corriente anticapitalista, el otro sector crítico, también ha abandono Podemos en la mayoría de territorios y en marzo se prevé formalizar su salida a nivel general en una conferencia política confederal.

placeholder El candidato al Congreso por Más País, Íñigo Errejón. (EFE)
El candidato al Congreso por Más País, Íñigo Errejón. (EFE)

La paradoja Errejón

Atrás quedarían no solo las luchas internas que derivaron en la escisión errejonista, sino también en la inédita creación de un suerte de dirección colegiada formada por una decena de líderes territoriales que demandaron cambios de calado en la organización enfrentándose a la actual dirección. La cohesión, según valoran estas mismas fuentes, se extendería también a nivel territorial, en parte también por la adhesión que genera contar con responsabilidades de gobierno —en seis comunidades cogobiernan con el PSOE— y en parte porque solo un líder territorial, el murciano Óscar Urralburu, dejó la organización para sumarse al proyecto de Más País.

Una de las principales paradojas de la irrupción electoral de Errejón fue, precisamente que cohesionó internamente a Unidas Podemos. De hecho, Iglesias hasta reconstruyó puentes con la líder andaluza del partido, Teresa Rodríguez, quien siempre lideró las voces más discrepantes dentro de Podemos. Como consecuencia de esto, y vistos los resultados electorales de Más País, el otro efecto de este proyecto es que frenó el debate que todos los actores participantes del espacio del cambio, incluida Izquierda Unida, habían previsto para superar Unidas Podemos o al menos reconfigurar sus liderazgos.

Implantación territorial

En este contexto, el objetivo ahora de Podemos es mejorar su implantación territorial. Se trata de una de sus grandes carencias. "No hemos sido capaces de construir una organización con la suficiente implantación territorial, lo que nos hubiera dado más presencia y fuerza tanto en las generales como en las municipales y autonómicas", reconocía Pablo iglesias tras las elecciones autonómicas y municipal del pasado mayo. Consciente sin embargo de las dificultades de extender su proyecto político a nivel municipal en tan solo cinco años de vida, el líder de Podemos remarcaba en otra entrevista que la juventud de la organización no era una excusa, por lo que añadía que "hay que hacerlo", en referencia a conseguir "un partido mejor implantado" y "mejorar la pluralidad".

Foto: Pedro Sánchez, iz., y Pablo Iglesias,d., se abrazan tras la firma del preacuerdo. (EFE)

La entrada en el Gobierno se ve así como una oportunidad para corregir estas carencias y fortalecer la organización. En una carta a la militancia tras la firma del preacuerdo para el Gobierno de coalición, Iglesias era claro que este punto: "Tenemos también por delante la tarea de fortalecer nuestra organización y nuestros círculos. Hoy, más que nunca, es necesario echar raíces y construir una herramienta fuerte y sólida, que esté presente en cada barrio y en cada pueblo, que sea capaz de doblar el brazo a los poderosos y de producir transformaciones profundas que hagan avanzar a nuestro país hacia la justicia social, la mejor vacuna frente a quienes pretenden enfrentar al penúltimo contra el último para que sigan ganando los de siempre".

Pablo Iglesias se comprometió durante la campaña electoral a poner su cargo como secretario general de Podemos a disposición del partido si los resultados electorales no eran los esperados. El 10-N los apoyos menguaron, traduciéndose en una pérdida de siete diputados con respecto a los pasados comicios, pero en el partido se considera que los resultados fueron buenos al conseguir el principal objetivo con el que se presentaron: formar parte de un Gobierno de coalición progresista. La entrada en el Gobierno retrasa así los planes para un hipotético adelanto del congreso de Podemos, la denominada asamblea ciudadana estatal, de cara a renovar los liderazgos.

Irene Montero Más País Teresa Rodríguez Íñigo Errejón
El redactor recomienda