El tribunal del 'procés' trabaja para cerrar las penas a las puertas de la sentencia

Poco más de tres horas. Los siete magistrados del tribunal del 'procés' se reunieron durante la tarde de este lunes para cerrar los últimos flecos de la sentencia sobre los 12 políticos catalanes acusados de sedición, rebelión y malversación. El grueso de la resolución está ya ultimada, a la espera solo de pequeños retoques y precisiones. En esta deliberación final, que se alargará durante este martes, los jueces trabajan para fijar las penas que deberán cumplir los acusados, superada ya hace tiempo, y en anteriores encuentros, la fase de determinación del tipo penal y su calificación jurídica.

El tribunal al que todos miran emprende así la recta final para la sentencia de la que todos hablan. Hora de calcular. El número de años que tendrán que cumplir los acusados por uno u otro delito. Ya sean muchos, pocos o ninguno, la cifra que determinará el futuro próximo de los 12 del 'procés' es el prólogo de una campaña electoral en la que Cataluña vuelve a ser tema central. La resolución marcará inevitablemente el camino al 10 de noviembre como el juicio marcó anteriores campañas.

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Los siete magistrados se mantienen aislados y trabajan con unidad. El debate se produjo, en estos últimos compases, en el mismo ambiente que ha protagonizado todas las deliberaciones desde que se escuchó el visto para sentencia en el salón de plenos del alto tribunal: sin grandes tensiones ni divisiones, en busca de la unanimidad y el acuerdo de todos. En una permanente puesta en común de las opiniones de cada uno para conciliarlas. A falta de este acuerdo final, la sentencia ya está casi terminada y será en los próximos días cuando, tras la revisión final por parte de todos, se estampen las firmas que la convertirán en definitiva.

La resolución condensará en varios cientos de folios los hechos que se llevaron a juicio de febrero a junio. Se conocerá antes de que se cumplan dos años del ingreso en prisión preventiva de los presos que más tiempo llevan en la cárcel, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart. Decidirá, poco más de cuatro meses después del fin de la vista oral, si Oriol Junqueras y el resto de acusados cometieron un delito de rebelión, de sedición o incurrieron en desobediencia.

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Las pistas

Pocas pistas se han dado durante este plazo sobre el dictamen. La única evidente son los términos en los que el mismo tribunal que decide ahora se dirigió a la Justicia Europea para consultar sobre Junqueras. El escrito remitido al Tribunal de Justicia de la Unión Europea resumía en unos pocos pero contundentes párrafos los hechos que analizan los siete magistrados. De su lectura se puede concluir que se descarta radicalmente la desobediencia y se apunta a penas elevadas.

Esas pocas líneas realizan un repaso que coincide con los delitos más graves, de sedición o rebelión, y se alejan así de una visión menos rigurosa, a efectos penales, de las conductas a examen. La primera de las pistas dejadas en ese escrito es la afirmación de que Junqueras participó "en un proceso secesionista". La segunda es la sutil mención a la existencia de “incidentes de los que se derivaron lesiones”. La tercera, la alusión a la intención de ruptura con la Constitución. Todas conducen a un solo camino: o sedición o rebelión.

Hay otra más. Nueve de los acusados sigue cumpliendo prisión provisional y se han ido rechazando, una detrás de otra, todas las solicitudes para que ésta se levantara. Si la pena fuera leve, todos o parte de ellos habrían recuperado la libertad.