El Rey recibe a los líderes políticos los días 16 y 17: si no hay candidato habrá elecciones

El enuentro entre el Rey y la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, finalizó pasados 40 minutos. El guion esperado se cumple y el calendario, tal y como publicó este diario, también. Mañana, viernes, Batet facilitará al monarca el listado con los líderes políticos a los que Felipe VI recibirá en la última y definitiva ronda de consultas la próxima semana. En concreto, los días 16 y 17 (lunes y martes) verá a los distintos representantes de los partidos con representación parlamentaria con el objetivo de constatar, esta vez sí, si existe algún candidato (Pedro Sánchez) con los suficientes apoyos para resultar investido presidente.

En el comunicado lanzado desde Zarzuela insisten en que el objetivo de la nueva ronda de consultas, tras haber dado un plazo más que suficiente para que los partidos políticos pudieran llegar a un acuerdo, tiene como objetivo ver de primera mano si es posible convocar un pleno de investidura. Si el Rey considera, tras hablar con los líderes, que Sánchez tendría apoyo parlamentario, Batet procedería a convocar un pleno de investidura. "Hemos compartido que lo bueno es que haya Gobierno", aseguró la presidenta del Congreso tras la entrevista. Más aún, ambos compartieron la "necesidad" de que tras unas generales se constituya un Ejecutivo que dé "estabilidad" para que las instituciones funcionen "a pleno rendimiento" y para que "la política mantenga el prestigio que se merece. Ese punto es importante, porque Sánchez insiste en cada comparecencia en la importancia de que España, tras cuatro años de zozobra, tenga un Gobierno "estable".

En caso de que, como todo apunta, Felipe VI ve de primera mano que no hay acuerdo y el lunes 23 de septiembre, a las 24 horas —al cumplirse dos meses desde la primera votación de investidura—, no hubiera ningún presidente del Gobierno elegido por el Congreso, firmará el real decreto de disolución de las Cortes Generales con el refrendo de Batet el martes 24, y ese mismo día entrará en vigor. Arrancará entonces el periodo electoral de 47 días (al ser repetición electoral, en vez de 54 días). España pondrá entonces rumbo a los segundos comicios el 10 de noviembre.

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Este escenario sería una repetición de lo que sucedió en 2016. En abril de ese año (después de que Mariano Rajoy renunciara a presentarse a la investidura y del acuerdo entre Sánchez y Albert Rivera, que tampoco salió adelante por no contar con el respaldo necesario), el Rey constató que no existía un líder político con suficientes apoyos para ser presidente del Gobierno. La repetición electoral del 26 de junio llevaría meses después a Mariano Rajoy a ser reelegido. Lo que ocurrió después ya es de sobra conocido. Ahora solo falta saber lo que pasará en apenas 20 días.

Lo previsto en esta ocasión, en todo caso, era que la ronda de consultas se celebrara a principios de la próxima semana. Sobre todo, en vista de cómo estaban transcurriendo las negociaciones entre PSOE y Unidas Podemos: un mes de agosto perdido y unas conversaciones, retomadas ya casi en septiembre, con pocos visos de prosperar. A pesar de que los plazos llevan al calendario al límite, daría tiempo, si hubiera un acuerdo, de celebrar un pleno de investidura.

Lo avanzó este diario: el Rey recibirá a los representantes políticos los días 16 y 17 de septiembre, dando margen a que si hubiera opciones el pleno tuviera lugar el miércoles 18 y jueves 19 para, en todo caso, ir a la segunda votación a las 48 horas el sábado 21 (dos días antes de que finalice el plazo fijado el 23 de septiembre, en el que si no hay investidura se disolverán las Cortes). Según fuentes parlamentarias consultadas, los plazos podrían retorcerse todavía más e incluso llegar a la segunda votación (en la que solo es necesaria la mayoría simple) el domingo 22 o el lunes 23.