Queda un mes para pactar la investidura: si no hay acuerdo, habrá elecciones

Tras una fallida investidura de Pedro Sánchez y con un periodo de negociación que ha coincidido con el nacimiento de la tercera hija de Pablo Iglesias, se ha llegado al punto actual, en el que el presidente en funciones juega con los tiempos. Este viernes, 23 de agosto, se activa la cuenta atrás hacia el que será el próximo día clave del futuro de España: falta un mes exacto para que finalice el periodo en el cual se pueda pactar una investidura. Y se llega a esta jornada con Sánchez aplazando los contactos con los partidos que podrían facilitar su investidura, contactos que no comenzarán hasta 21 días antes de que conlcuya el plazo.

El calendario electoral es claro, y estricto: si el 23 de septiembre no hay acuerdo para la investidura, no hay marcha atrás. Los 350 diputados tienen hasta el 23 de septiembre –dos meses después de la primera votación, como establece el artículo 99.5 de la Constitución– para elegir a un nuevo presidente del Gobierno. En caso de que para esta fecha no haya un nuevo presidente, entonces el Rey disolverá automáticamente las Cámaras y convocará nuevas elecciones generales, que se celebrarán 47 días después de la disolución de las Cortes, esto es, el 10 de noviembre.

Esto no implica, por otro lado, que de aquí al 23 de septiembre solo pueda haber una investidura más. El artículo 99.4 de la Constitución establece que “se tramitarán sucesivas propuestas en la forma prevista en los apartados anteriores”, por lo que en estos dos meses de plazo puede haber varias investiduras –que haya más de una quiere decir que las anteriores también habrían fracasado–. Eso sí, el proceso previo a cada sesión de investidura siempre es el mismo: ronda de consultas del Rey, propuesta de candidato y sesión de investidura con discursos de los líderes políticos. Todo ello hasta el 23 de septiembre. Llegados a esta fecha, automáticamente se convocarían elecciones generales para el 10 de noviembre.