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El Gobierno, pendiente de Italia tras el desenlace sorpresa del Open Arms
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El Audaz zarpó a las 18:30 del martes

El Gobierno, pendiente de Italia tras el desenlace sorpresa del Open Arms

El buque de la Armada continúa su rumbo a Italia a la espera de la reacción de las autoridades transalpinas. Todo después de que la Fiscalía ordenara el desembarco e incautara la nave

Foto: Vista del buque de la Armada española Audaz. (EFE)
Vista del buque de la Armada española Audaz. (EFE)

La crisis del Open Arms ha tenido un desenlace inesperado. El triángulo entre España, Italia y el fundador de la ONG Óscar Camps ha culminado con el desembarco sorpresa, en Lampedusa, de los 83 migrantes —llegaron a ser más de 150— que llevaban casi 20 días a bordo. Ha sido así por orden de la Fiscalía de Agrigento (Sicilia), que también ha ordenado la incautación preventiva de la nave. La noticia se conocía poco después de que el barco de la Armada Audaz, fletado por el Ejecutivo de Pedro Sánchez, zarpara de la base naval de Rota para escoltarlo hasta el puerto de Mallorca.

Los acontecimientos se precipitaron durante la tarde del martes. En este pulso a tres bandas, al menos de momento, ha ganado Camps. El procedimiento judicial que instó por acusaciones de secuestro de personas y que se abrió en Italia hace días condujo a esta medida de urgencia después de que el fiscal Luigi Patronaggio visitara personalmente el Open y comprobara la delicada situación sanitaria de sus ocupantes.

Foto: Open Arms. (Reuters)

La urgencia no garantizaba su integridad física hasta la llegada del Audaz que, pese a todo, continúa su rumbo a la espera de la reacción de las autoridades italianas. Las trabas impuestas en los 19 últimos días al desembarco han quedado ya superadas por la medida del fiscal, por lo que parece poco probable que Roma se enroque y provoque un nuevo traslado de los migrantes, que supondría embarcarlos en una nueva travesía de tres días.

A pesar de todo, las primeras reacciones del Gobierno italiano no resultaron esperanzadoras. El ministro del Interior, Matteo Salvini, había anticipado poco antes la posibilidad de que el fiscal tomase medidas, pero insistió en su defensa de la doctrina de "puertos cerrados" aunque le llegase la "enésima" denuncia en contra. Salvini asumía así el "riesgo personal" al que se expone, informaban las agencias italianas.

A pesar de todo, las primeras reacciones del Gobierno italiano no resultaron esperanzadoras

Mientras este empecinamiento continúa, las causas judiciales se van acumulando. Además de la investigación por secuestro de personas abierta en días pasados con base en lo expuesto por la ONG española, los fiscales han abierto un expediente por omisión y rechazo de actos de deber. El primero de los delitos se pena con hasta seis años de prisión en el caso de los funcionarios públicos, según el Código Penal italiano.

La misma Fiscalía de Agrigento que hoy ordena el desembarco ya tuvo a Salvini en su mira previamente. En agosto de 2018, abrió una investigación contra Salvini, por los delitos de secuestro, arresto ilegal y abuso de poder, después de haber retenido durante cinco días a más de un centenar de migrantes en Catania.

La iniciativa de envío del buque de acción marítima español, un barco de los conocidos como 'multipropósito', es decir, adaptables al cometido a realizar en cada situación, se adoptó tras analizar las distintas opciones. Según fuentes cercanas al Ejecutivo, antes de decidirse por fletarlo, se valoró la propuesta de Open Arms Italia de desembarcar a los 107 migrantes en la isla italiana de Sicilia como paso previo para su envío en avión a Madrid. La idea fue descartada ante la evidente dificultad de lograr un sí de Italia. El desembarco, finalmente, no tuvo que ser negociado. Fue forzado por orden judicial.

Situación a bordo del Open Arms

El director de Open Arms ha asegurado que aceptan la incautación y saludan la medida. "Se incautará el barco temporalmente, pero es un costo que @openarms_fund asume para asegurar que las personas a bordo puedan ser atendidas. Consideramos indispensable priorizar su salud y seguridad en esta emergencia humanitaria". En las últimas horas, varias personas a bordo del Open Arms se habían lanzado al agua para alcanzar tierra firme. Según la ONG española, al menos cinco migrantes habían sido rescatados y llevados a puerto.

Hace unos días, el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, había anunciado que los gobiernos de España, Alemania, Francia, Luxemburgo, Portugal y Rumanía le han transmitido su disponibilidad para acoger a una parte de los recatados, si bien aún no se ha formalizado públicamente ningún acuerdo de reubicación. Pese a este movimiento, Salvini se negó a autorizar el desembarco. Este martes, Conte ha presentado su dimisión, agudizando la crisis política en el país.

La crisis del Open Arms ha tenido un desenlace inesperado. El triángulo entre España, Italia y el fundador de la ONG Óscar Camps ha culminado con el desembarco sorpresa, en Lampedusa, de los 83 migrantes —llegaron a ser más de 150— que llevaban casi 20 días a bordo. Ha sido así por orden de la Fiscalía de Agrigento (Sicilia), que también ha ordenado la incautación preventiva de la nave. La noticia se conocía poco después de que el barco de la Armada Audaz, fletado por el Ejecutivo de Pedro Sánchez, zarpara de la base naval de Rota para escoltarlo hasta el puerto de Mallorca.

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