Archivado el caso del robo en casa del exministro Soria por falta de autor conocido

El Juzgado número 7 de Las Palmas ha archivado el caso del robo que sufrió el exministro José Manuel Soria en su casa de Tafira Alta en la Nochebuena de 2016, hace ahora dos años. Así lo decretó el citado juzgado a finales de 2018 a través de un auto que ponía fin a la instrucción, al entender que no había pruebas suficientes que incriminaran a persona alguna ni elementos que permitieran mantener abierta una investigación que en el fondo no apuntaba a ninguna línea clara.

El caso provocó que toda la atención mediática y política del momento se centrara en este asunto. El Ministerio del Interior ordenó a la Brigada de Policía Judicial de Las Palmas que pusiera todos los medios con los que contaba a disposición de la investigación y que dejara de lado otros robos y delitos. Y así hicieron los agentes del mencionado departamento, que solicitaron datos de antenas telefónicas a las operadoras e incluso pruebas de ADN para tratar de sacar algo en claro, diligencias que suelen estar reservadas a la investigación de delitos violentos o de mayor calado, debido a su alto coste.

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Sin embargo, los funcionarios no lograron esclarecer nada. La colilla de tabaco que encontraron resultó ser de una de las hijas de Soria y no de un caco, como sospechaban los responsables de las pesquisas en un principio. La casa del exministro y de su esposa está ubicada en una lujosa zona residencial de Las Palmas, con lo que no había comercios ni entidades financieras cerca que tuvieran cámaras de vigilancia que pudieran ofrecer imágenes. Tampoco los vecinos interrogados por la Policía vieron nada extraño durante el tiempo en que se produjeron los hechos, entre las 21 y las 24 horas de la Nochebuena de 2016.

Conforme avanzaban los días, la realidad de afrontar una investigación cada vez más atascada se hacía patente y los agentes comenzaron a dedicarse a combatir otros delitos de la zona. El caso del robo se quedó en un cajón hasta el reciente archivo judicial, que da carpetazo a un procedimiento que en ningún momento ha apuntado a banda u organización alguna y que, más bien al contrario, ha estado sembrado de dudas desde el principio. La Policía Científica no encontró huellas dactilares ajenas a la familia en ninguna estancia de la casa. Tampoco había cerraduras forzadas.

Fuentes de la investigación aseguraron en su momento que todo el mundo sabía que allí tenía un chalé el exministro y ningún ladrón se había atrevido hasta el momento siquiera a acercarse. No en vano la zona es una de las que tienen la tasa de criminalidad más baja de toda la isla, según explicaron fuentes policiales, que apenas sitúan en una decena de atracos los que se producen cada año en una gran área de acción.

Por aquella época, Soria denunció a la jueza y luego dirigente de Podemos Victoria Rosell por cohecho, prevaricación y retraso malicioso en la instrucción que la magistrada dirigía contra el empresario de la seguridad privada Miguel Ángel Ramírez. La jueza Margarita Varona, del Tribunal Superior de Justicia de Canarias, sin embargo, archivó la mencionada denuncia después de tomar declaración a su compañera y al propio Ramírez, propietario del grupo Ralons y presidente del club de fútbol Unión Deportiva Las Palmas.

El nombre del exministro, como publicó este diario el 11 de abril de 2016, apareció también vinculado a los papeles de Panamá, a los que accedió El Confidencial en el marco de la investigación liderada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) y el 'Süddeustche Zeitung'. El 23 de septiembre de 1992, el bufete Mossack Fonseca incorporó la mercantil UK Lines Limited en el registro de Bahamas e inscribió como administradores a Tomás Poggio Méndez Fernández de Lugo y a José Manuel Soria. En declaraciones a La Sexta, el político canario justificó que la compañía 'offshore' era una sociedad consignataria con la que había trabajado la empresa familiar.

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UK Lines Limited se disolvió en marzo de 1995, pocas semanas antes de que empezara la campaña electoral para las elecciones regionales que llevarían a Soria a la alcaldía de Las Palmas. Pero el nombre del exministro se borró de los documentos mucho antes, en noviembre de 1992. Una carta dirigida a la oficina de Bahamas de Mossack Fonseca pedía cambiar los administradores de la compañía, ya que uno de ellos "había sido nombrado de forma errónea". En lugar del exministro se pidió poner como administrador a su hermano, Luis Alberto Soria. En los documentos aparece la firma de este último, la misma que depositó en otros registros mercantiles.

Soria dimitió cuatro días después de que apareciera la información de El Confidencial sobre su implicación en la mercantil 'offshore'. El por aquel entonces ministro en funciones comunicó al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, su "decisión irrevocable" de renunciar al cargo, según informó el propio Soria a través de un comunicado remitido a los medios. Soria trasladó también al entonces jefe del Ejecutivo su decisión de dejar el acta de diputado, y a la que por aquella época era secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, su retirada como presidente del PP de Canarias, abandonando de ese modo "todo tipo de actividad política".