Villarejo dice que su trabajo era "aplaudido" y "premiado" por superiores y políticos

La defensa del comisario José Manuel Villarejo ha emitido un comunicado este miércoles en el que asegura que, una vez quede en libertad, el policía detallará "por qué sus actividades de Inteligencia eran no sólo consentidas y aprobadas sino aplaudidas y premiadas por todos sus superiores operativos y políticos". El comisario, que está a punto de cumplir un año en prisión provisional por los presuntos delitos de cohecho, blanqueo de capitales y organización criminal, lanza así un mensaje a aquellas autoridades que le pidieron ayuda en el pasado y que ahora niegan cualquier vínculo con él.

El comunicado de la defensa de Villarejo llega tras la publicación de una serie de grabaciones por parte de Moncloa.com a las que también ha tenido acceso El Confidencial, audios que recogen varias reuniones que el policía mantuvo con políticos de primer nivel como la ministra de Justicia, Dolores Delgado, o la exsecretaria general del PP, María Dolores de Cospedal. "Las ininterrumpidas y sesgadas filtraciones a los medios de comunicación sobre presunto contenido de la investigación, perpetradas con total impunidad, están produciendo un clima irrespirable en el procedimiento", critica en este sentido la defensa de Villarejo.

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El escrito de los abogados del comisario, compuesto por ocho puntos, arremete además contra aquellos que están investigando sus grabaciones, a los que acusa de forma indirecta de estar filtrándolos a la prensa. "Resulta dramático que, contraviniendo la ley, por presumible interés político y por otras razones que se antojan al menos hoy inconfesables, se esté vapuleando el deber de preservar el secreto de sumario, incurriendo en delito, deber que no está siendo respetado por los responsables de su custodia", critican en el comunicado.

El comisario se desmarca así de los útimos audios que reflejan la reunión secreta que mantuvo con María Dolores de Cospedal en la sexta planta de la sede central del PP el 21 de julio de 2009, encuentro en el que la que fuera número dos de la formación se interesó por diversos asuntos que la Policía Nacional estaba investigando, como el caso de los papeles de Bárcenas o la trama Gürtel. "Resulta cuando menos temerario que, al calor de esta oleada de filtraciones a los medios de comunicación, se esté dejando o pudiendo dejar al descubierto la seguridad de informadores, procedimientos o infraestructuras que deberían mantenerse en secreto a riesgo de causar un daño irreparable al interés nacional", sostiene el escrito de la defensa del policía.

En el comunicado se presenta en todo momento a Villarejo como "agente encubierto" que se ha dedicado a "dirigir acciones de Inteligencia (...) por procedimientos heterodoxos, utilizados, por otra parte y de forma común, por los aparatos de seguridad de Estados de nuestro entorno". Asimismo, sus abogados critican la publicación de las últimas grabaciones porque "es más que probable que se esté procediendo en paralelo al expurgo de todas aquellas conversaciones (éstas no filtradas) en las que, aplicando similar ‘modus operandi’, mi cliente consiguió ganarse la confianza de terroristas de ETA, o de yihadistas, o de importantes narcotraficantes y traficantes de armas".

El comunicado busca de esta manera presentar a Villarejo como un agente que seguía órdenes de autoridades policiales y políticas y, al mismo tiempo, trata de responder a acusaciones como la de la ministra Delgado, quien sugirió que el comisario había filtrado los audios en un intento de "chantaje". Como broche final, Villarejo lanza además una amenaza implícita en el último punto del escrito: en cuanto quede en libertad, "detallará" qué políticos y superiores le apoyaron en sus operaciones.