Errejón llama a cerrar filas con Iglesias y Montero y deja solo al sector anticapitalista

Íñigo Errejón ha llamado a los suyos a cerrar filas con Pablo Iglesias e Irene Montero respecto a la polémica del chalé y la consecuente consulta a las bases para ratificar su liderazgo al frente del partido. Desde el sector errejonista, las críticas se han hecho cada vez menos veladas a medida que la casa copaba la agenda pública, pasando de segundas espadas que servían su venganza tras la derrota de Vistalegre II hasta algún significado miembro de esta corriente con acta de diputado que pedía retirar la consulta. Lo mismo que han reclamado desde el sector anticapitalista diferentes dirigentes, desde el alcalde de Cádiz, José María González 'Kichi', hasta el número dos de Teresa Rodríguez, el secretario de Comunicación, Carlos Pérez Ganfornia, pasando por el eurodiputado Miguel Urbán.

Los ecos de la batalla de Vistalegre II volvían a resonar en Podemos y el incendio se extendía a territorios no alineados con las corrientes internas, como es el caso de Asturias, donde su secretario general, Daniel Ripa, se mostraba "dolido" ante los medios de comunicación por la compra del chalé y criticaba el revocatorio convocado por la dirección. Todo ello un año y medio después de la asamblea de Podemos y a un año escaso de que se celebren las elecciones municipales, autonómicas y europeas. La ausencia tanto de Íñigo Errejón como de Miguel Urbán en la reunión ejecutiva de este lunes, órgano de decisión del que ambos forman parte, se interpretó como una pinza que ya se venía gestando durante los últimos días.

Desde el equipo del candidato de Podemos a la Comunidad de Madrid niegan cualquier relación de su ausencia con la polémica del chalé. Errejón llegó de un viaje programado desde antes de que saltara el escándalo justo antes de que se iniciase el pleno del Congreso este lunes. De hecho, en los pasillos de la Cámara realizó unas declaraciones a los medios en las que se posicionó junto a Iglesias y Montero, alineándose con el argumentario de la dirección.

Errejón lamentó que "se han cruzado demasiadas líneas rojas" y zanjó: "Voy a estar donde me necesiten", en referencia al secretario general y a la portavoz parlamentaria. "Esto ya no tiene que ver ni con la compra de un piso ni con la consulta. En mi opinión, estamos ante una situación intolerable de acoso y violación de la intimidad y la vida privada, y eso tiene que tener límites", añadió el diputado, al tiempo que insistía en que "hay cosas en política que no se deben permitir", al ser preguntado por las opiniones de algunos compañeros que han cuestionado la conveniencia de convocar una consulta para que los inscritos decidan si Iglesias y Montero tienen que dimitir.

Opinión

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El que será cabeza de lista para disputar la presidencia regional deja así solo al sector anticapitalista, que apostará por no participar en la consulta a las bases. El referéndum, en el que los inscritos decidirán si Iglesias y Montero deberán o no dar un paso a un lado en la organización, arrancará este martes y las urnas virtuales se cerrarán el próximo domingo.

El secretario general de Podemos ha defendido este lunes que un político puede dimitir porque ha cometido una ilegalidad o porque quienes le otorgaron una responsabilidad han perdido su confianza en él, y por eso cree que lo mejor al haber visto cuestionada su "credibilidad" es someterse al criterio de las bases, que a partir de mañana votarán si creen que Iglesias y Montero tienen que dimitir. En declaraciones a los medios en el Congreso de los Diputados, ha respondido a las voces críticas asegurando que está "convencido de que el señor Ripa y la señora Rodríguez, si alguna vez se cuestiona su credibilidad, no se aferrarán al escaño o al puesto y se someterán a las bases que les eligieron".

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Las críticas del sector Anticapitalistas han sentado especialmente mal en Princesa 2, pues el alcalde gaditano siempre se ha puesto como ejemplo de buena gestión y ha obligado a la formación a salir a defenderlo aun cuando tomó decisiones polémicas, como fue el caso de la concesión de una medalla de oro de Cádiz a la Virgen del Rosario o cuando mostró su apoyo a los astilleros públicos de Navantia en la construcción de fragatas de guerra para Arabia Saudí. Sobre esto último, incluso los representantes de Podemos votaron a favor de una moción en la Diputación de Cádiz para acelerar el contrato de cinco corbetas de guerra.

La lealtad ha sido puesta en entredicho ahora, mientras la formación en Andalucía negocia su confluencia con Izquierda Unida, sin descartar incluso que el cabeza de lista de la coalición pueda ser Antonio Maíllo, el portavoz de la coalición de izquierdas en el Parlamento andaluz, en lugar de la propia Teresa Rodríguez. La desconfianza sigue creciendo, después de que Rodríguez defendiese la necesidad de superar la marca Podemos para presentarse a las elecciones, hasta el punto de que promovió el registro de un nuevo partido llamado Marea Andaluza, como adelantó este diario. Una postura que ya obligó a realizar una consulta a las bases sobre si mantener o no la marca Podemos en las papeletas electorales del próximo año.