¿Qué es un vocal vecino y cuánto cobra? En Madrid y Barcelona puede ser un chollo

Son una especie de miniconcejales a través de los cuales los partidos con representación en un ayuntamiento consiguen estar presentes en cada esquina de la ciudad. Los vocales vecino constituyen parte esencial de las Juntas Municipales de los barrios (órganos de gobierno para los asuntos de cada distrito) y se encargan de establecer un cauce directo de participación entre la población y sus gobernantes. Su labor pasa, fundamentalmente, por enterarse en todo momento de las cuestiones relacionadas con su barrio y presentar propuestas sobre necesidades o problemas que tengan los vecinos a los grupos políticos a los que pertenecen. A cambio, reciben una retribución económica nada desdeñable; sobre todo, si se tiene en cuenta que el régimen de incompatibilidades es prácticamente insignificante en muchos casos.

El Ayuntamiento de la capital destina en torno a 4 millones de euros anuales al mantenimiento de los vocales. La creación de esta figura, que supone una ayuda muy notable para las formaciones políticas en el consistorio, llegó de la mano de Alberto Ruiz-Gallardón cuando era alcalde. El primer partido que puso en tela de juicio su utilidad fue UPYD y cosechó importantes críticas por ello. En esta legislatura, también Ciudadanos ha cuestionado en más de una ocasión el dispendio que supone para las arcas públicas. Precisamente un vocal del partido naranja y exdirector del Cardenal Cisneros, Alberto Pérez de Vargas, ha acaparado todas las miradas esta semana como presunto filtrador de los datos sobre la licenciatura en Derecho de Pablo Casado que publicó el diario 'El Mundo'.

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La polémica, que dio como resultado la inminente renuncia de Pérez de Vargas como vocal vecino, ha vuelto a poner encima de la mesa el debate sobre estos cargos que eligen los partidos políticos en función de la representación obtenida en las elecciones. En Madrid hay un total de 525 y todos los distritos tienen asignados 25 independientemente de su tamaño. PP y Ahora Madrid cuentan con 189 (nueve en cada barrio), PSOE tiene asignados 84 (4 por distrito) y Ciudadanos, 63 (tres por distrito). La principal obligación de todos ellos pasa por acudir a los plenos mensuales de la Junta Municipal, además de los dos plenos extraordinarios que se celebran en julio y diciembre. La dedicación no es exclusiva y la mayor parte de ellos compaginan esta actividad política con un trabajo profesional distinto.

¿Y cuánto cobran? Dependiendo de la función, la cifra oscila de los más de 900 euros a los 550. En el nivel más alto se encuentra el vocal portavoz con esos 900 euros en concepto de indemnización. El siguiente escalón es para los vocales portavoces adjuntos (650 euros mensuales) y, por último, los vocales rasos a los que se les asigna una retribución de en torno a 550 euros.

En cuanto a las condiciones para poder ser vocal vecino, según el reglamento del Ayuntamiento madrileño, podrán serlo todas las personas mayores de edad inscritas en el censo electoral y que no estén incursas en causas de inelegibilidad previstas en la legislación de régimen electoral general. Las incompatibilidades se ciñen a que no pueden ser deudores de la corporación local o ser contratista en el Ayuntamiento. Tampoco podrá serlo quien ejerza como abogado o procurador en procedimientos judiciales en los que esté implicada su Junta Municipal ni desempeñar cargos de órganos directivos, funcionarios u otro personal en el consistorio.

Pero el de Madrid no es un caso único. El Ayuntamiento de Barcelona tiene una figura similar a la del vocal vecino y, si cabe, está todavía más profesionalizada. Se trata de los 'consellers de districte'. Su nombramiento se produce igual que en la capital: depende de los grupos municipales según los resultados obtenidos en las urnas. Las funciones también son parecidas: deben asistir a los plenos del consejo de distrito, proponer iniciativas para la mejora de los barrios, estar al tanto de los problemas que sufran los vecinos y fomentar las relaciones del Ayuntamiento y el tejido asociativo de la ciudad (muy presente en los ayuntamientos del cambio que dirigen Carmena y Ada Colau en la ciudad condal).

También existen algunas ocupaciones específicas en el caso de Barcelona como son asistir a los actos públicos convocados por el distrito o el Ayuntamiento en su ámbito y ejercer las funciones que le delegue expresamente el concejal del distrito, según consta en el reglamento de la ciudad condal.

En cuanto a las retribuciones, en algunos casos, son incluso mayores a las de Madrid. En concreto, Barcelona contempla la posibilidad de que algunos de los 'consellers de districte' tengan dedicación exclusiva, caso que supone una asignación de 47.000 euros anuales. Para los que, en cambio, tengan una dedicación parcial, la cifra va disminuyendo: 32.040 euros (75%), 21.360 euros (50%) y 10.680 euros a aquellos cuya dedicación sea del 25%. Los tres últimos pueden combinarlo con otra actividad profesional. Además, las dietas por asistencia a las sesiones de los plenos del distrito, a la comisión del Gobierno o a las sesiones de las juntas de portavoces ascienden a 500 euros cada una.