Malestar en Podemos tras el viaje de Errejón a Bolivia en plena crisis por el caso máster

El precandidato de Podemos a la Comunidad de Madrid, Íñigo Errejón, evitó cancelar su viaje a Bolivia a pesar de que el pleno extraordinario para analizar la crisis política suscitada por las informaciones referentes al máster de la presidenta autonómica, Cristina Cifuentes, se convocó antes de Semana Santa. Fuentes de la dirección no han escondido su malestar por esta ausencia, ya que durante estos días se negociaba con el resto de la oposición la posibilidad de registrar una moción de censura y ayer mismo el secretario general autonómico, Ramón Espinar, convocó a la ejecutiva regional para valorar los próximos pasos a dar tras las explicaciones dadas por Cifuentes. Desde el equipo del ex número dos del partido recalcan que no pudieron cancelar el viaje, aunque les hubiese gustado debido a las circunstancias.

Al notorio malestar también ha contribuido el hecho de que un concejal vinculado con la corriente errejonista en el madrileño municipio de Parla rechazase dar su apoyo a una moción de censura contra el alcalde del PP en esta localidad que ya se había consensuado con otros dos partidos de la oposición. Un extremo que se produjo a última hora, poco antes de que se registrase la iniciativa, aunque la corriente errejonista ya había mostrado sus reticencias previamente. Fuentes de la dirección autonómica aseguran que estudiarán tomar medidas contra este edil. La moción de censura había sido mandatada por las bases del partido en Parla. Cerca del 90% de los que depositaron su voto (con una participación que alcanzó el 70% sobre el total de inscritos activos en el municipio) se mostró a favor de que Cambiemos Parla (candidatura municipal apoyada por Podemos) impulsase esta iniciativa.

El candidato de Podemos a la presidencia autonómica, a falta de celebrarse primarias, ya mostró sus discrepancias con la línea argumental mantenida por su grupo en la Asamblea de Madrid desde que estalló el caso del máster. La portavoz, Lorena Ruiz-Huerta, pidió la dimisión de Cifuentes desde el primer momento en que 'eldiario.es' comenzó a publicar sus informaciones sobre el máster, como reiteró ayer durante el pleno extraordinario, mientras que Errejón prefirió alinearse con el portavoz socialista, Ángel Gabilondo, manteniendo unas argumentaciones más mesuradas y centradas en reclamar explicaciones. Precisamente, debido a la línea directa que Errejón mantiene con el socialista e incluso con el secretario general regional del PSOE, José Manuel Franco, su ausencia durante estos días no facilitó las negociaciones.

Finalmente, fue el PSOE quien tomó la iniciativa —a última hora de la tarde de este miércoles— de registrar la moción de censura en solitario con Ángel Gabilondo como candidato, aun sin contar previsiblemente con los necesarios votos de Ciudadanos para que salga adelante. El portavoz de la formación naranja, Ignacio Aguado, se inclinó por ganar tiempo limitándose a demandar una comisión de investigación en la Asamblea de Madrid. Una propuesta que tildaron de insuficiente tanto socialistas como podemistas.

Gabilondo defendió la necesidad de presentar una moción de censura por "responsabilidad" ante el "daño enorme" que la presidenta regional está causando a las instituciones de la comunidad. Se trata de la segunda moción de censura contra Cifuentes en lo que va de legislatura, tras la presentada por Podemos, en la que se abstuvo el PSOE y votó en contra Cs. El líder de Podemos Madrid, Ramón Espinar, ya puso a disposición de los socialistas los 27 votos de su grupo parlamentario "para terminar con el bochorno del PP en Madrid".

Esta medida se tomará "con toda celeridad" ante la "alarma" creada por las supuestas irregularidades en el título obtenido por la dirigente autonómica en la Universidad Rey Juan Carlos, según ha recalcado el portavoz de los socialistas. Gabilondo negociará ahora con Podemos y Ciudadanos lo que los socialistas califican de iniciativa "pragmática", ya que quieren solventar una situación de "emergencia" a un año de terminar la legislatura y no buscan un acuerdo programático amplio.

A través de las redes sociales, Errejón ha tratado de cubrir el vacío de su ausencia, demandando a Cifuentes tras su comparecencia que diese "un paso atrás" por no haber presentado "ni una prueba sólida". "Los madrileños esperaban algo más de respeto a su inteligencia. Madrid se merece una presidenta que no mienta". Ya a primera hora de la mañana —madrugada en Bolivia—, el exportavoz parlamentario de Podemos difundía por Twitter la exclusiva de este diario sobre la falsificación de dos firmas en el acta del trabajo fin de máster (TFM) que aportó Cifuentes, con el siguiente comentario: "Matrículas fuera de plazo, faltar a las clases, TFM fantasma, firmas falsas... Pero lo más grave es que según publica hoy 'El Confidencial', Cifuentes nos ha mentido a la cara a todos con sus explicaciones y supuestas 'pruebas'. Basta. Madrid no merece más mentiras".

"Menos mal que es el candidato", ironizaban fuentes del grupo parlamentario preguntadas por el viaje de Errejón a Bolivia en plena crisis por el caso máster. Un viaje que tenía programado desde el pasado mes de febrero para participar en una conferencia magistral con el vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera.

Los vínculos de Errejón con el país andino, y más concretamente con García Linera, se remontan a su etapa universitaria, cuando realizó la tesis doctoral sobre un análisis discursivo del Gobierno de Evo Morales y colaboró como asesor con la Asamblea Constituyente de este país, como vocal de la extinta fundación CEPS. Su conferencia magistral junto al vicepresidente boliviano versó sobre "pueblo y populismos", dos conceptos que centran la escuela teórica en la que se inscribe y que servirán de armazón teórico para su proyecto político en la Comunidad de Madrid, construyendo nuevas identidades colectivas y nuevas mayorías, según su propia retórica.