Junqueras, al Supremo: "Ruego al tribunal que me ponga en libertad"

Oriol Junqueras rogó este jueves a la Sala del Tribunal Supremo que revisa su encarcelamiento preventivo que le dejara libre. Según informan a El Confidencial fuentes presentes en la vista, el 'exvicepresident' lanzó un breve alegato final en el que trató de convencer a los tres magistrados que decidirán su futuro de que debían permitirle salir de la cárcel. "Ruego al tribunal que me ponga en libertad", dijo.

[Actualización: el día 5 de enero, el Supremo confirma que seguirá en prisión]

Junqueras empleó tan solo dos minutos en exponer sus argumentos y los dedicó a defender su firme compromiso con la paz y el civismo. Alegó en este punto que su trayectoria profesional, docente y personal demuestra que se encuentra "en el extremo opuesto a la violencia". Muy tranquilo, ataviado con zapatillas deportivas, vaqueros y una camisa blanca, y sensiblemente más delgado, siguió con atención la exposición de los informes de su defensa, la acusación popular ejercida por VOX y la del fiscal Javier Zaragoza. Solo las referencias a que su actitud durante las jornadas de septiembre previas al 1-O alentó movimiento violentos merecieron su desaprobación, que demostró con gestos.

No obstante y según apuntan fuentes jurídicas, su alegato no convenció a los tres magistrados que deben fallar sobre su situación. Este viernes harán público su fallo y prevén -pese al alegato, las promesas y el ruego de Junqueras- mantener el encarcelamiento en la línea del juez instructor Pablo Llarena.

La presencia en la sala de representantes de una formación diametralmente opuesta a la suya, VOX, ocupó parte de la última palabra del acusado por rebelión, sedición y malversación. "Nunca ha tenido una mala palabra hacia nadie ni menosprecio a otras ideologías políticas", aseguró ante los jueces que tienen la llave de su salida de Estremera. Una decisión, esta última, que complicaría sobremanera la situación de su 'competidor' en las elecciones catalanas, el expresidente Carles Puigdemont: si Junqueras queda libre, se levantan muchas trabas para que el líder republicano acuda al Parlament, recoja su acta e, incluso, sea el candidato a presidir la Generalitat. Y ello obligaría a mover pieza a Puigdemont. Por el contrario, si Junqueras sigue preso, el 'expresident' no se vería presionado y podría jugar sus cartas con libertad.

Junqueras, en la comparecencia ante el Supremo, volvió a apelar a sus convicciones de carácter religioso y a su profundo respeto hacia el ser humano representado en la corriente renacentista de la 'dignitas hominis', que confiere al hombre un origen divino y lo considera un "gran milagro". Basó su ruego al tribunal en tres puntos esenciales y apeló a los resultados de las elecciones del 21-D.

Si Junqueras queda libre, se levantan muchas trabas para que el líder republicano acuda al Parlament, recoja su acta y sea el candidato

"Como representante político, no se debe quebrar la confianza de los ciudadanos que me han votado", dijo, y resaltó que cree en la negociación, la bilateralidad y el acuerdo. Sus últimas palabras constituyeron una promesa: "Intentaré que estos valores sean predominantes en aquellos lugares en los que tenga influencia", acabó diciendo, lo que no deja de ser también un guiño al Estado al apelar a una bilateralidad que en ningún momento reconoce Puigdemont.

La Fiscalía enseña sus cartas

Esta corta alocución, permitida por el tribunal compuesto por Miguel Colmenero, Alberto Jorge Barreiro y Francisco Monterde, sirvió para cerrar una vista de poco más de dos horas de duración en que la Fiscalía se mostró especialmente dura. El fiscal Zaragoza rechazó durante un largo informe que la causa abierta contra el Govern y la Mesa del Parlament —y que también afecta a los presidentes de las asociaciones soberanistas, 'los Jordis'— esté basada en motivos ideológicos o suponga un ataque a la libertad de expresión o pensamiento. Más bien lo contrario —defendió—, sentando las bases de la futura acusación que se ejercerá en el juicio contra los acusados en unos meses. Junqueras y el resto de acusados actuaron como una organización criminal, con reparto de roles, y fueron aplicando de forma sistemática los pasos previstos en su plan de ruta, elaborado ya en 2015.

No cabe por tanto ampararse en supuestos derechos electorales o en falta de democracia: estamos ante hechos que son constitutivos de delitos muy graves dirigidos a subvertir el orden constitucional y la unidad de España, recordó el que fuera fiscal jefe de la Audiencia Nacional en la vista. Zaragoza desgranó y mostró a los tres magistrados decenas de informaciones publicadas en prensa en las que se reflejaban declaraciones de Junqueras.

También ha habido reproches para el 'exvicepresident'. "La Justicia no es moneda de cambio" que pueda ser empleada para eludir la cárcel, le espetó el fiscal, que también resaltó que "el pacifismo y el civismo son algo más que buenas palabras" y deben quedar respaldados con hechos. Hechos distintos a los ejercidos por el dos de Carles Puigdemont que con sus actos alentó la confrontación, agregó.

La defensa de Junqueras trató, por su parte, de parar los golpes y argumentó que el cambio de las circunstancias e incluso el paso del tiempo han ido cerrando los supuestos que provocaron la prisión preventiva de su cliente. Sus opciones a ser presidente fueron uno de los puntales del informe, al igual que la falta de indicios de la comisión de rebelión (el documento que la sustenta es solo un escrito 'teórico') y la inexistencia de peligro de que se repita el delito.