Móvil gratis, chófer, viajes, más de 10.000 euros al mes... El chollo de ser hijo de Villar

A veces, ser hijo del jefe te puede solucionar la vida. Ha sido el caso durante años de Gorka Villar, vástago del inhabilitado presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Ángel María Villar, investigado por la Audiencia Nacional en el marco del caso Soule por liderar una red clientelar en el organismo deportivo para asegurarse el cargo durante casi 30 años y desviar fondos a empresas y personas afines. Estar al lado de su progenitor le ha permitido llevar un tren de vida al alcance de muy pocos, sin ni siquiera estar laboralmente vinculado a la RFEF.

Según consta en el sumario del procedimiento, al que ha tenido acceso El Confidencial, Gorka ha tenido a su disposición un teléfono móvil a cargo del organismo "para su uso discrecional". Así lo contó el instructor de la causa, Santiago Pedraz, en un auto que emitió el pasado abril en el que añadía que aún estaba "por determinar el importe de los gastos facturados mensualmente" por el hijo de Villar, pero que la línea había sido utilizada durante más de cinco años, entre febrero de 2011 y septiembre de 2016. Se trata de uno de los números interceptados por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil durante la investigación de la trama.

La intervención de este celular ofrece sin duda datos reveladores sobre cómo Gorka se aprovechaba del puesto de su padre en beneficio propio, mucho más allá de la utilización del mencionado teléfono a cuenta de la Federación. En una conversación grabada por los agentes el pasado 4 de junio —que consta en el informe elevado por la Guardia Civil al Juzgado Central 1 el pasado 26 de junio—, el usuario de la línea habla con Miguel Lietard, abogado de Sports Advisers, la mercantil propiedad del hijo de Villar, y le ordena que vaya al día siguiente a la Federación. "Yo ya os organizaría cómo ir (...) te pondríamos un coche", le indica. Minutos antes, Gorka le había dicho al mismo interlocutor que le había mandado "los teléfonos de Alfonso y Manolo", chóferes del organismo deportivo, "para que lo recojan".

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La Guardia Civil tiene claro que estas charlas telefónicas "muestran la libertad de disposición de medios de la RFEF por parte de Gorka", que según sus afirmaciones utiliza con libertad el chófer de la RFEF. "No sería la primera vez que el hijo del presidente utiliza transportes sufragados por la entidad", recuerdan los investigadores en relación al viaje en clase 'business' que efectuó Gorka por 5.623 euros a cuenta de la Federación a Cartagena de Indias y que consta en el sumario del caso Haití, en el que también se encuentra Villar como principal imputado.

Pero no eran solo útiles de uso diario lo único de lo que sacaba tajada el privilegiado vástago del jefe, que también se embolsó importantes cantidades de dinero a través de su mercantil Sports Advisers y gracias a la organización de partidos de fútbol de la Selección española, que depende directamente de su padre. Según el mencionado informe de la Guardia Civil, existen diversas llamadas telefónicas que se cruzó Gorka con diferentes personas que mostrarían incluso una "posible relación laboral" del hijo del presidente con diferentes federaciones sudamericanas, de las que cobraba mensualmente cantidades exorbitantes y que el vástago trataba en todo momento de ocultar.

El pasado 23 de mayo, Gorka habla con Lietard preocupado porque está recibiendo correos con su nombre desde la Federación Peruana de Fútbol. "Dile a Toni que yo no, que nosotros no podemos salir en ningún lado", le indica el 'heredero' de Villar, que admite en otra conversación con el mismo interlocutor ocho días después que se trata de un asunto en el que ambos van a "trabajar", pero que lo van a hacer a través de un tal Mikele, que según la Guardia Civil ejerce como abogado y es quien "finalmente consta como autor público del trabajo".

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Según un auto de abril del Juzgado Central número 1, la sociedad Sports Advisers, domiciliada en casa de los padres de Gorka, en pleno madrileño barrio de Salamanca, no ha contado con trabajadores por cuenta ajena en ningún momento y adquirió un inmueble en 2012 que coincide precisamente con el domicilio del vástago del presidente federativo. Esta mercantil, además, mantiene convenios con una decena de federaciones de fútbol de otros países, de las que recibe mensualmente ingresos que oscilan entre los 2.000 euros que le entrega la venezolana hasta los 4.000 que percibe de la chilena desde 2011.

En paralelo, según refleja el auto judicial del pasado abril, Gorka facturaba a través de Sport Advisers a las mencionadas federaciones por supuestos servicios jurídicos tras la disputa de partidos amistosos de esas selecciones con la española. A modo de ejemplo, según reza la mencionada resolución, Villar, "anteponiendo sus propios intereses y los de su hijo a los de la federación que administra, impuso" que el combinado nacional disputara en 2012 un encuentro "contra su homóloga coreana" al tiempo que eximió a esta última del pago de los derechos de televisión, lo que generó pérdidas económicas a la RFEF al percibir un importe menor de la mercantil que promocionaba los partidos. La Guardia Civil insinúa que la nacionalidad coreana de la esposa de Gorka también influyó en esas relaciones comerciales con el país asiático.

La UCO entiende que Villar adoptaba decisiones "en detrimento de la RFEF para favorecer los intereses económicos de su hijo Gorka", en referencia a la organización de partidos de la Selección con las citadas federaciones internacionales que organizaba Gorka, quien, según los investigadores, se ocupaba en concreto de "sugerir y cimentar encuentros futbolísticos internacionales que le pudieran reportar sustanciosos réditos". Aunque también menciona la Guardia Civil otro tipo de contraprestaciones que el presidente federativo buscaba para su hijo. Los agentes ponen como ejemplo "el supuesto trato de favor" que otorgó la Federación a Sagardoy Abogados cuando este despacho contrató a su vástago. En ese momento, la entidad deportiva concedió un "sustancial aumento de la iguala" que abonaba al bufete.

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Aunque ningún contrato laboral ni comercial vinculaba a Gorka con la Federación, lo cierto es que el hijo de Villar no solo se aprovechaba de los bienes materiales y del nombre del organismo para obtener beneficios, sino que campaba a sus anchas por la institución e incluso daba órdenes y alardeaba de poner y quitar cargos, función que dependía de la cúpula de la RFEF en exclusiva. Ante un equipo de fútbol de Colombia, por ejemplo, y para demostrar su poder a la federación de ese país, se jactó de poder lograr "la agilización de expedientes ante la FIFA", como subraya la UCO en su informe del pasado 26 de junio, extremo que venía bien al conjunto sudamericano, que había sido objeto de una demanda por un pago que tenía pendiente.

En otra conversación intervenida el pasado 19 de junio, Gorka habla con Jorge Pallarés, que había ayudado en la candidatura de su padre, de su intención de formar parte de la RFEF a través de la territorial madrileña, en la que estaba uno de sus más afines delegados, Francisco Díez. "Yo estoy dispuesto, pero tenemos que pensar bien la estrategia", le indica Gorka, que tomaba todo tipo de decisiones fuera de su competencia. Todas ellas, por supuesto, amparadas por su padre, que en no pocas conversaciones intervenidas por la Guardia Civil muestra su apoyo a su hijo e incluso deriva a gente para que hable con él sobre temas que conciernen únicamente al organismo.

Asimismo, los investigadores también vinculan a Gorka con el exsecretario de Estado Rafael Cortés Elvira, que cobró 1,5 millones de euros entre 2010 y 2012 del Grupo Santa Mónica —con el que la RFEF compartía una "red clientelar" paralela a la federativa, según la UCO— a través de una sociedad que este último compartía con su mujer, Elena Herrero González, jefa de los servicios médicos de la RFEF. La Guardia Civil asegura que Cortés Elvira y Gorka, por otro lado, comparten una sociedad junto a la esposa de este último, Mónica Han Cho, domiciliada en casa del hijo de Villar y su mujer y denominada Esinet, que también estaría involucrada en el desvío de fondos que los agentes aseguran que se produjo entre Santa Mónica y la RFEF.

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Gorka estaba implicado de lleno en la campaña electoral de su padre, quien incluso pedía que se dirigieran a su hijo para determinados asuntos, ya sea relativos a los comicios como a otros temas que a Villar se le escapaban. "No te entiendo... Habla con Gorka y convócala", le dijo a un interlocutor desconocido el pasado 21 de abril en referencia a una reunión con el presidente de la territorial de Melilla, Diego Martínez Gómez. No tiene claro aún la Guardia Civil, sin embargo, si el hijo del presidente inhabilitado ha participado en esas supuestas coacciones insinuadas por los investigadores para dirigir el voto por parte de Villar y su entorno.

El extraño papel de Gorka, que manejaba y disponía sobre asuntos que teóricamente no le competen porque no era miembro de la Federación, llamaba la atención a los que formaban parte de la cúpula directiva del organismo, aunque no todos expresaban abiertamente sorpresa. El ex vicepresidente federativo Juan Padrón confiesa a un empleado de la RFEF el pasado 21 de abril que él no entiende qué pinta el hijo de Villar tomando decisiones. "El problema es que el hijo va diciendo que, para que no echen al presidente y no le metan en la cárcel, no sé qué y no sé cuánto... ¿Quién coño es el hijo en la Federación española?", plantea Padrón.

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