Rajoy advierte de que al turismo hay que "mimarlo, apoyarlo y tratarlo bien"

Mariano Rajoy compartió un almuerzo con el Rey este mediodía en Palma de Mallorca, durante el que abordó con el jefe del Estado los asuntos más candentes de la actualidad. La bautizada como 'turismofobia' a raíz de los últimos altercados violentos que grupos radicales como Arran en Cataluña han protagonizado en las calles de Barcelona constituyó uno de los 'platos fuertes' del despacho estival entre el presidente y Felipe VI. Rajoy no dudó en advertir que el turismo es uno de los grandes motores de la economía española e insistió en que "hay que mimarlo, apoyarlo y tratarlo bien".

El jefe del Ejecutivo pidió "responsabilidad, sensatez y sentido común" ante la proliferación de actos violentos callejeros e insistió en que el turismo "es uno de los sectores que más tira de la economía española" con datos como que emplea al 13% de las personas en España, dos millones en total, y supone el 11% del PIB. Se refirió directamente a la aportación de este sector en Cataluña, eje de las principales polémicas turísticas, con 452.000 puestos de trabajo, casi el 20% del empleo en esta comunidad. "Lo que no puede ser es que vengan turistas que se dejan mucho dinero en nuestro país y tratarlos a patadas. Si la gente viene aquí es porque les gusta España", concluyó el presidente.

Además, Rajoy y el Rey comentaron el conflicto laboral que está teniendo lugar estos días en el aeropuerto barcelonés de El Prat —cuyas jornadas de huelga parciales están limitando en gran medida la actividad de esta infraestructura y de los pasajeros que inician sus vacaciones—, pidiendo una vez más "sentido común y responsabilidad" a la empresa Euleny los trabajadores. "No se puede generar una situación así en pleno mes de agosto y no se puede tampoco utilizarlo contra nadie por razones meramente políticas", en alusión directa a la irrupción de la ANC con folletos pro-independentistas esta mañana.

Cataluña y Venezuela, los otros asuntos

Además de la situación del turismo, fundamentalmente en Cataluña, presidente y jefe del Estado acometieron el desafío independentista y los próximos pasos que el Gobierno dará si el día 16 la Mesa del Parlament que preside Carme Forcadell toma en consideración la proposición de ley del referéndum impulsada por Junts Pel Sí y la CUP. Rajoy adelantó que su Ejecutivo recurrirá al Tribunal Constitucional porque lo que se pretende hacer "es absolutamente ilegal y va contra las normas y las leyes", y tildó de "nueva patada al sistema democrático" las acciones impulsadas desde el Govern de Puigdemont.

El presidente del Gobierno trasladó al monarca su principal preocupación: la dificultad de exigir a cualquier ciudadano que cumpla la ley cuando los gobernantes hacen exactamente lo contrario. "Incumplen la ley y presumen de que se la saltan a la torera", insistió Rajoy, para volver a afirmar que "en España no habrá referéndum, no lo habrá porque España es una democracia, un Estado de Derecho y la ley la cumplimos todos, los primeros los gobernantes".

La situación de máxima crisis que vive Venezuela fue otro de los grandes asuntos tratados en almuerzo. Rajoy reiteró que la posición del Gobierno pasa por la liberación de todos y cada uno de los presos políticos y el no reconocimiento de la nueva Asamblea Constituyente de Nicolás Maduro. Precisamente hace unos días, el presidente ya anticipaba que su Ejecutivo estudiará vetar la entrada a España a personas vinculadas con el régimen, entre otras sanciones.

El tradicional despacho veraniego que cada agosto comparten el Rey y el presidente del Gobierno en el Palacio de Marivent comenzó con cerca de dos horas y media de retraso después de que Rajoy sufriera esta mañana un ataque de lumbalgia, que requirió medicación y un mínimo tiempo de reposo. El jefe del Ejecutivo aseguró sentirse "bien" a su llegada a Palma de Mallorca y la reunión se tradujo en un almuerzo de trabajo.