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Fernández carga contra Sánchez: el PSOE no es "una plataforma al servicio de un líder"
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HACIA EL 39º CONGRESO FEDERAL

Fernández carga contra Sánchez: el PSOE no es "una plataforma al servicio de un líder"

El presidente de la gestora rechaza que el PSOE se convierta en "un partido más plebiscitario que deliberativo, más asambleario que representativo", un ataque indirecto al ex secretario general

Foto: Javier Fernández, flanqueado por Edu Madina, Sara Hernández y Mario Jiménez, en la apertura del foro político, este sábado. (Inma Mesa / PSOE)
Javier Fernández, flanqueado por Edu Madina, Sara Hernández y Mario Jiménez, en la apertura del foro político, este sábado. (Inma Mesa / PSOE)

Que el PSOE no pierda el norte, que el PSOE no se adultere ni deje atrás su esencia ni su estructura aquilatada durante casi 138 años. Las palabras de Javier Fernándezno son meras puntadas dentro de un discurso, sino advertencias serias a un partido sumergido en un proceso congresual y en el que se juega su liderazgo y su futuro. Y lo que rechaza es que el PSOE se convierta en una formación de líder y bases, porque eso acabaría socavando la fortaleza de la organización. Un modelo vertical que patrocina más Pedro Sánchez y contra el que Fernández previene.

[Consulta aquí en PDF el discurso de Javier Fernández]

"No renunciamos ni a nuestra tradición ideológica ni a nuestra lectura crítica. Democratizar el partido no es convertirlo en una asamblea permanente, ni avanzar hacia una organización más débil, ni hacia un liderazgo más fuerte". Casi eran las primeras palabras del presidente de la gestora en la inauguración del foro de la ponencia política, el último gran hito antes de la convocatoria formal del 39º Congreso, a la que procederá el comité federal del 1 de abril. Las que anticipaban un duro combate al ex secretario general, sin citarlo: "Evitar el monopolio del poder de las cúpulas en perjuicio de la participación de las bases no pasa por un partido más plebiscitario que deliberativo, más asambleario que representativo. No queremos una organización burocratizada, entregada a sus estados mayores, con guardias pretorianas atrincheradas en el poder, pero tampoco queremos un partido sin rumbo, sin ideas y sin proyecto político, una mera plataforma electoral al servicio de un líder que reclame autonomía o que exija confianza". En resumen, el PSOE debe ambicionar ser un partido "tan plenamente democrático como netamente participativo, con un proyecto de crecimiento y equidad, de desarrollo y bienestar".

El PSOE debe ser, para el presidente asturiano, "tan plenamente democrático como netamente participativo", y no un instrumento para un jefe

El traje dibujado por Fernández en el auditorio de la ONCE —el mismo espacio que acogió hace un mes la convención económica, solo que ahora estaba mucho más concurrido— se ajustaba como un guante, o eso pretendía, a Sánchez. Porque él se invoca como "el candidato de la militancia", a la que quiere conferir más poder, el aspirante al que no le importa no gozar del apoyo explícito de ningún barón regional. Es más, en su documento político, el exsecretario apuesta por recortar el poder de los jefes territoriales y por definir sus competencias. Fernández no hacía sino señalar una de las ambiciones que los oficialistas atribuyen a Sánchez: pintar un modelo "caudillista", de hiperliderazgo.

Foto: Susana Díaz, al lado de su número dos, Juan Cornejo, rodeados de periodistas este viernes en la sede del PSOE-A, en Sevilla. (EFE)

"La gente tiene que recordar que cambio, responsabilidad, moderación y un único discurso en toda España son los ingredientes que hicieron del PSOE un partido grande", resumió el presidente de la gestora, sintetizando cuál debe ser la piel del PSOE.

Fuerte aplauso del público

Fernández, largamente ovacionado en varias ocasiones por sus compañeros (el medio millar que abarrotaba el patio de butacas), se remitió en varias ocasiones a las esencias del partido y a la grandeza de la política. El PSOE, señaló, es la formación "que simboliza el ascensor social", el que permitió a los más débiles crecer, el que llevó a los "laboratorios y las fábricas" el "sueño ilustrado de una España moderna". "Por eso nunca vamos a renegar del proyecto emancipatorio", aunque los socialistas estén obligados a mantener su visión "crítica", para poner "límites cívicos al individualismo exacerbado" o para colocar "límites ecológicos al desarrollismo". "El individualismo exacerbado combate la libertad en nombre de la libertad misma, y solo la socialdemocracia teñida de republicanismo cívico puede reclamar a la ciudadanía una mirada política", añadió, para resaltar que solo los socialistas pueden afrontar la "cruzada contra lo público, lo colectivo, lo común y lo social". Aquella referencia al "republicanismo cívico" inevitablemente conducía al expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, que enarboló esa bandera durante su mandato al frente del PSOE.

El PSOE debe defender "un discurso único" en España que lleve la "identidad nacional y la patria en la cabeza y en el corazón, pero no en la entrepierna"

La política es, recordó el líder asturiano, el mejor instrumento para "resolver los problemas" de los ciudadanos y por eso hay que usarla "con las palabras del habla de la gente, que es la única manera que tienen las ideas de poner el pie en la calle". Fernández subrayó que "cuando los burócratas y expertos hacen su trabajo", es la política la que decida, y aunque "para algunos" sean "conspiración, secretismo, maquinaciones oscuras", "no hay peor fantasía que una sociedad sin política". Porque la política, insistió, el "el único poder al alcance de los que no tienen poder". Y la política no la hacen "solo los políticos".

Javier Fernández alerta de un PSOE "sin rumbo, mera plataforma que sirve a un líder"

El líder de la gestora dedicó buena parte de su discurso al modelo de Estado y a la respuesta al desafío soberanista, e incidió en cómo debe situarse el PSOE. Los socialistas han de defender un "discurso único" en toda España, que lleve la "identidad nacional y la patria en la cabeza y en el corazón, pero no en la entrepierna". No se trata de perfilar una "España única, uniforme, monocorde o monolingüe", sino un país visto como un"espacio público compartido", un "sujeto único de derechos" y una "única ciudadanía", en la que se destruyan los discursos de "agravios comparativos" entre territorios.

Foto: Felipe González y Susana Díaz, el 18 de diciembre de 2015, en el cierre de campaña de las generales del 20-D en Sevilla. (EFE)

"Federalismo del revés"

No es una empresa fácil, reconoció el presidente asturiano, porque en España hay "consolidados 17 espacios electorales muy competitivos" y élites "vinculadas a ellos" y porque la actual estructura territorial "no está en la Constitución". En la práctica, se ha desarrollado un "federalismo de revés", porque el Estado no ha nacido a partir de la unión de distintas partes, sino desde un "viejo Estado unitario y centralista que distribuye el poder de manera federal". "El Estado de las Autonomías es el nombre emboscado y vergonzante que hoy asume el federalismo" español para articular "la unión en un país con fortísimas pulsiones identitarias", resaltó.

Fernández: los socialistas quieren un Estado federal que promueva la "igualdad social", proteja la "diferencia cultural" e "impulse la unidad emocional"

Fernández animó a hacer pedagogía de la 'Declaración de Granada', la que los socialistas consensuaron en 2013. Explicó que ese pacto "abrió un espacio entre el independentismo disgregador y la ausencia de cualquier estrategia para minorar esa tensión autodestructiva". Los socialistas decidieron "perfeccionar un muy imperfecto Estado federal reformando una Constitución que no es federal". El presidente de la gestora subrayó que los socialistas deben hacer "hincapié" en el vínculo político que "todo federalismo establece entre autogobierno y solidaridad". Los socialistas quieren un Estado federal que promueva la "igualdad social", proteja la "diferencia cultural" e "impulse la unidad emocional". Una España "sin murallas de rencor", apuntaló.

Javier Fernández clama por un PSOE con la patria en el corazón y no en "entrepierna"

El PSOE, así, debe "esforzarse" en trasladar a los ciudadanos que piensa en una estructura de Estado que no suponga la "voladura de una experiencia histórica o cultural". Y avisó: "El canto a la diferencia y a la exaltación del fragmento es uno de los ejercicios preferidos de los viejos adversarios de las ilusiones colectivas".

El presidente del Principado acabó con un mensaje: "Durante siglos, los seres humanos estuvieron interiorizando una poderosa idea: todos somos iguales. Y ahora tenemos que transmitir con más fuerza todavía otra: y las mujeres también”. Enorme ovación de cierre para Fernández tras una afirmación en la que se podía intuir un guiño para Susana Díaz a escasas horas de su estreno como candidata en Madrid.

Javier Fernández recibe una interminable ovación en Madrid

No habrá límite por arriba de los avales

La gestora no va a cambiar las reglas que rigen las primarias porque las que están vigentes, además, las aprobó Pedro Sánchez cuando ya era líder del partido, en 2014. Ese argumento vale para rechazar el voto telemático que pide el exlíder como el establecimiento de un tope en los avales, como ayer solicitaba el responsable de modelo de partido de su candidatura, el diputado guipuzcoano Odón Elorza, tal y como él mismo declaró a Europa Press

El portavoz de la cúpula interina, a su llegada al foro político, y preguntado por la prensa, subrayó que no habrá cambios en el reglamento -"no se va a modificar en absoluto"-, y por tanto rechazó fijar un número máximo de avales. 

Las normas actuales establecen que los aspirantes a la secretaría general tendrán que recabar las firmas de, como mínimo, el 5% del censo de militantes para ser proclamados oficialmente como candidatos y participar en la pugna. Pero no hay tope por arriba. Y eso no es casual, porque ya permite delimitar el terreno de juego en esta primera fase. 

De hecho, la presidenta de la Junta, Susana Díaz, pretende apabullar con los avales. Quiere recabar el máximo número de firmas posible para dejar claro que es la mayorita, y a ello le ayudará la movilización de todos los aparatos que tiene a su lado. 

Que el PSOE no pierda el norte, que el PSOE no se adultere ni deje atrás su esencia ni su estructura aquilatada durante casi 138 años. Las palabras de Javier Fernándezno son meras puntadas dentro de un discurso, sino advertencias serias a un partido sumergido en un proceso congresual y en el que se juega su liderazgo y su futuro. Y lo que rechaza es que el PSOE se convierta en una formación de líder y bases, porque eso acabaría socavando la fortaleza de la organización. Un modelo vertical que patrocina más Pedro Sánchez y contra el que Fernández previene.

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