Herrera no se presentará a la reelección para presidir el PP de Castilla y León

Finalmente, las presiones que tanto Génova 13 como el propio Mariano Rajoy han venido ejerciendo sobre Juan Vicente Herrera no han tenido éxito, y el actual presidente castellano-leonés y líder regional del partido no repetirá candidatura para presidir la formación en el próximo congreso. Su retirada, sin embargo, mete al PP regional en una lucha de poder entre dos alcaldes, el de Salamanca, Alfonso Fernández Mañueco, y el de León, Antonio Silván.

Ambos presentan este jueves los avales para su candidatura al próximo congreso regional. Y cada uno de ellos cuenta con importantes respaldos. Fernández Mañueco tiene el de Génova 13 y, principalmente, el del coordinador general del partido, Fernando Martínez-Maillo. Silván, por su parte, cuenta con el apoyo del actual presidente regional, Juan Vicente Herrera. Como va a ocurrir en otros congresos (Cantabria, La Rioja, Baleares…), se producirá un pulso entre direcciones regionales y nacional.

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No es lo que quería Génova, en todo caso, en una organización muy importante para el PP —no por nada, ahí está el origen de su refundación en tiempos de Aznar—, razón por la cual el propio Rajoy ha intentado convencer a Herrera de lo contrario hasta este mismo jueves, aunque esta vez sin conseguirlo. Sí lo hizo en el intento anterior de Herrera por dar un paso atrás, antes de las últimas autonómicas. Entonces, Rajoy le pidió un último esfuerzo, y Herrera aceptó.

Pero lo hizo con la condición de no continuar, y de hecho eligió sucesora, Rosa Valdeón, pero un problema de tráfico acabó con la carrera de la número dos del Gobierno regional. En su pacto con Ciudadanos —no obtuvo mayoría absoluta en las autonómicas—, Herrera ya puso fecha a su retirada, al final de esta legislatura, pero lo que no quería el PP nacional era abrir ahora el melón sucesorio y aplazar así la decisión a 2019.

Opinión

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Sin embargo, la decisión de Herrera deja muy abierta la sucesión al frente del PP regional, ya que ambos candidatos tienen fuerte respaldo de la militancia, que va a llegar muy dividida al congreso regional. Y quien gane tendrá, además, que convivir con un presidente regional que, aunque esté en retirada, seguirá siendo un referente para el PP. Si es Silván, el problema será menor, o no será, pero si gana Mañueco...