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Rajoy se 'guardó' la rebaja del IVA cultural en el debate para aprovecharla en campaña
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HACIENDA HABÍA ENVIADO A MONCLOA LA MEDIDA

Rajoy se 'guardó' la rebaja del IVA cultural en el debate para aprovecharla en campaña

Rajoy dosifica buena parte de la munición que en materia de ayudas y exenciones fiscales iba a emplear en el debate sobre el estado de la Nación, entre ellas la supresión del llamado IVA cultural

Foto: Diputados del Partido Popular aplauden al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en la segunda jornada del Debate. (EFE/CHEMA MOYA)
Diputados del Partido Popular aplauden al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en la segunda jornada del Debate. (EFE/CHEMA MOYA)

Mariano Rajoy se guardó buena parte de la munición que en materia de ayudas y exenciones fiscales le había suministrado o autorizado Hacienda para emplear en el debate sobre el estado de la Nación, entre ellas la supresión del llamado IVA cultural. Ni en Presidencia del Gobierno ni en el Grupo Parlamentario Popular consideraron oportuno dar el paso e incluir la medida con la rebaja de las tasas judiciales o el “cheque familiar”, según ha sabido El Confidencial. El jefe del Ejecutivo dosifica sus anuncios de reconciliación electoral para que le lleguen hasta los comicios generales.

Ceder ante la exigencia del sector y los profesionales del espectáculo y la cultura de ser tratados fiscalmente como un mundo aparte no es una cuestión que corra prisa al presidente del Gobierno ni a los dirigentes del PP, por mucho que le incomode al titular de Cultura, José Ignacio Wert. El ministro del ramo ha insinuado varias veces que convenía rebajar el IVA de las entradas de cine y teatro al tipo reducido existente antes de que en 2012 pasara a ser del 21%, pero en el gabinete siguen sin hacerle caso.

La habitual agresividad del autodenominado “mundo de la Cultura” contra el Gobierno del PP tampoco ayuda a Wert. La citada rebaja estaba incluida en el listado remitido por Hacienda al gabinete de Rajoy con las partidas que ofrecían margen presupuestario para renunciar a ingresos (poco más de 100 millones de euros por año) sin caer en nuevos desequilibrios, pero la posibilidad de incluirla en el discurso del jefe del Ejecutivo fue descartada desde el principio.

El llamado IVA cultural, que no es tal porque no es específico, no se tocó en la última reforma fiscal cuya primera fase entró en vigor el 1 de enero pasado. Parecía oportuno dado que se trataba de una rebaja casi general de impuestos, pero no afectó al IVA.

Sin prisas para congraciarse con 'la Cultura'

El Gobierno no quería ahora que un anuncio de rebaja hasta el tipo reducido en ese campo pareciera una enmienda al ministerio de Cristóbal Montoro, ni en la dirección del PP les parece que afecte a uno de los sectores sociales con los que corre más prisa reconciliarse. Sus principales portavoces y referentes son más bien incondicionales de la izquierda y la subvención estatal, según recuerdan en fuentes de los populares.

En la redacción final del discurso de Rajoy para el debate se dio prioridad a las ayudas y exenciones fiscales dirigidas a las clases medias: profesionales, autónomos, familias y madres con hijos a cargo. Lo demás, como el IVA cultural o el aumento de la desgravación por hijo, quedó aplazado para finales de año, cuando se confirme que el Estado está en condiciones de cumplir el objetivo de déficit para este año o las necesidades electorales del PP aprieten.

El plan del Gobierno, como el propio Rajoy repite, es procurar que las clases medias y las familias reciban alguna compensación en forma de alivio de la presión fiscal o ayudas directas para demostrar que “ha merecido la pena” el esfuerzo que han tenido que hacer para superar la crisis económica.

Rajoy se juega todo (el poder) a la carta de convencer a sus bases electorales de que la recuperación es un hecho, y que sólo la inestabilidad política por el ascenso de los movimientos populistas como Podemos o separatistas puede poner en peligro un futuro que pinta de prosperidad creciente con su oferta de fomentar la creación de tres millones de puestos de trabajo en los próximos años.

Oferta final de rebajas, para los presupuestos

La oferta final del presidente del Gobierno al electorado para cerrar la legislatura estará en el proyecto de presupuestos generales del Estado para 2016, que tiene que llevar al Congreso antes de que termine el mes de septiembre según fija la Constitución. Para entonces, en el PP confían en que Rajoy esté en condiciones de ofrecer unas cuentas abiertamente expansivas, con más inversión, e incluso con nuevas rebajas de impuestos.

El Ejecutivo tiene difícil aprobar el proyecto porque la legislatura termina en noviembre y no le da tiempo a cumplir con todos los trámites parlamentarios, pero sí dejar el texto sobre la mesa con el compromiso de sacarlo adelante a principios de año si gana los comicios que se tienen que celebrar antes del 20 de diciembre. O seguir con la recuperación y el crecimiento de empleo con el guión de esos presupuestos o el caos de la izquierda (PSOE, Podemos y lo que quede de IU), será el mensaje del Partido Popular.

Mariano Rajoy se guardó buena parte de la munición que en materia de ayudas y exenciones fiscales le había suministrado o autorizado Hacienda para emplear en el debate sobre el estado de la Nación, entre ellas la supresión del llamado IVA cultural. Ni en Presidencia del Gobierno ni en el Grupo Parlamentario Popular consideraron oportuno dar el paso e incluir la medida con la rebaja de las tasas judiciales o el “cheque familiar”, según ha sabido El Confidencial. El jefe del Ejecutivo dosifica sus anuncios de reconciliación electoral para que le lleguen hasta los comicios generales.

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