El (convulso) primer aniversario de Vox: a por los 100 diputados en el Congreso

Vox celebra este sábado su primer aniversario en lo que ha sido uno de los primeros años más convulsos de un partido: acusaciones entre miembros, abandonos de sus caras más visibles, quejas por las elecciones internas... Si el objetivo era montarle a Rajoy una escisión, ellos tampoco se libraron de acabar divididos.

De los nombres que aparecieron en la primera foto, se han caído Cristina Seguí e Ignacio Camuñas. Alejo Vidal-Quadras, que decidió afiliarse semanas después de la creación del partido y fue cabeza de cartel para las elecciones europeas, también lo abandonó. En pie han quedado Santiago Abascal, Iván Espinosa de los Monteros -presidente y secretario general, respectivamente- y José Antonio Ortega Lara.

Ahora, el nuevo presidente quiere “poner toda la carne en el asador”. Se presentarán a las elecciones autonómicas y municipales, aunque sólo en aquellas ciudades donde saben que tendrán más respaldo. “Madrid, Valencia, Valladolid, algunas ciudades de Castilla y León, las capitales andaluzas… Va a depender también de los candidatos”, explica Santiago Abascal, uno de los nombres que más suena para ser cabeza de cartel en la capital.

Su objetivo último, será, sin embargo, el Congreso de los Diputados. Abascal apuntaba hace unos meses a una cifra, llegar a los 100 diputados. Un número que, asegura, no es nada descabellado, a pesar de que no aparezcan en unos sondeos “interesados”. “Ni siquiera preguntan por la opción de Vox”.

“Las cosas cambian rápido, y otros que surgieron de la nada hoy están como segunda fuerza política. Nosotros no vamos a ser menos, aunque hayamos tenido menos oportunidades que otros para acceder a la televisión y otros medios”, se queja.

Hace referencia a Podemos que, junto al Partido X o RED formaron parte de aquel nutrido grupo de partidos nuevos que se presentaron a las elecciones europeas; aunque algunos despuntaron más que otros.

El fracaso de las europeas

Alejo Vidal-Quadras abandonaba el PP tras 30 años de militancia, se inscribía en Vox y se convertía en el candidato de la formación para ir a las elecciones europeas, tras una votación entre sus militantes. Convencidos de que recogerían los votos de los desencantados del PP, lo cierto es que se quedaron a las puertas de conseguir el único representante al que aspiraban.

Esto provocó una decepción dentro del partido “y un fracaso para algunos”, según contaba José Luis González de Quirós que llevó a enfrentamientos personales. Es Antonio Camuñas quien apuntaba entonces a los enfrentamientos directos entre el aspirante a eurodiputado y Santiago Abascal por el control del partido; había un acuerdo por el cual uno dirigiría la formación desde Europa, tras el conseguir el escaño, y otro desde España. Sin escaño, no había pacto y empezaron las luchas.

La desilusión de Vidal-Quadras

Vidal-Quadras dejó la presidencia tras no conseguir un puesto en el Parlamento Europeo y cedió el testigo a un presidente en funciones, González de Quirós. Alejo Vidal-Quadras decidió no presentarse a las elecciones internas que debían elegir al presidente y dejar paso a Santiago Abascal. El aspirante a eurodiputado por Vox reconoció a El Confidencial que se sentía “desilusionado con el debate agrio generado” dentro de la formación.

“Yo aspiraba a un proyecto político distinto, con respeto, donde el debate fuera sereno, riguroso y nunca con argumentos personales”, apuntaba.

Más acusaciones internas

Mientras Vidal-Quadras reflexionaba qué hacer tras la derrota, en agosto se abría otro frente. Cristina Seguí acusaba en agosto al propio González de Quirós de haber facturado al partido 58.000 euros a través de una consultoría que compartía con su hijo. González de Quirós lo admitió pero negó que se lucrara de ello. Se defendió diciendo que las cuentas se conocían y fueron aprobadas por los afiliados.

Seguí puso a disposición del partido su puesto, pero fue ella quien, finalmente, acabó dejando la dirección del partido semanas más tarde para convertirse en una militante más. Abandonaría la formación en noviembre a pesar de haber sido cabeza visible de VOX en Valencia.

El abandono de uno de sus fundadores

Antes de la suspensión definitiva de militancia de Seguí, era uno de los cofundadores del partido, Ignacio Camuñas, el que decidía cerrar la puerta de Vox para no volver, a pesar de ser uno de los que había redactado el manifiesto fundacional. También lo dejaba por “no querer participar en las luchas internas” porque “carecen de sentido”.

Las acusaciones contra Santiago Abascal

Ni siquiera la elección del nuevo presidente el 20 de septiembre estuvo alejada de la polémica. Manuel López Linares era uno de los aspirantes al primer puesto de la dirección junto a Santiago Abascal y Ludivico Pérez pero tuvo que retirarse de la carrera ante las “trabas”, dijo, para acceder al censo de los militantes. Él también se dio de baja.

El nuevo Comité Ejecutivo Nacional ganó con el 91% de los votos frente al otro candidato. Santiago Abascal lidera ahora una dirección que ha borrado de un plumazo todos los nombres que aparecieron en el momento de la fundación.