Rajoy busca estirar la legislatura hasta 2016

En ocasiones no se entiende a Mariano Rajoy. Ni siquiera los informadores y analistas políticos que teóricamente tendrían que resultar los exégetas del poder constituido en el complejo monclovita. Aunque estaremos de acuerdo que no es fácil.

De hecho, en la reciente rueda de prensa celebrada en el palacio de la Moncloa, el presidente del Gobierno deslizó una expresión que prácticamente ha pasado sin pena ni gloria en los medios, pero que tiene su aquel: “Cuando el próximo año, dentro de doce meses, volvamos a encontrarnos aquí, podrán ver que el 2015 habrá sido el año del despegue económico”.

O bien dispone de todos los datos para asegurar que no sólo volverá a ganar las elecciones, sino que estará en disposición de poder formar Gobierno (alarde al que no es precisamente muy dado Rajoy), o es que para diciembre del 2015 no se habrán llevado todavía a cabo las elecciones generales. No hay que olvidar que tras los comicios del 20 de noviembre del 2011, con mayoría absoluta, Rajoy no presentó a su Gobierno hasta un mes más tarde, exactamente el día 22 de diciembre y no se puso a ‘operar’ hasta finales del año con sus famosas y controvertidas medidas económicas de la mano del ministro Cristóbal Montoro.

Informes jurídicos

En el mes de septiembre del 2014, el Gobierno, a través de la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, encargó a los abogados del Estado adscritos al ministerio de la Presidencia –que también capitanea la vallisoletana– un amplio estudio jurídico que interpretara la ley electoral en vigor para estudiar la posibilidad de atrasar los comicios legislativos hasta el primer mes de 2016.

El Gobierno del Partido Popular necesita el mayor tiempo posible para que la recuperación económica llegue a la calle y, además, contar con el tiempo suficiente para explicar los logros económicos de sus controvertidas medidas, comenzando con la evitación del rescate por parte de la troika, lo que habría significado una historia “distinta” y “terrible” para España.

Los analistas sostienen que el presidente ya está en campaña y lo está desde que regresó de la Cumbre del G20 en Brisbane (Australia). Pero necesita tiempo para darle la vuelta a los sondeos y, sobre todo, recuperar los tres millones de votos que se fueron a la abstención el 25 de mayo con ocasión de las elecciones para el Parlamento Europeo.

Vídeo: Comparecencia de Rajoy en su balance del año

“Es un tema que Rajoy todavía no ha cerrado. Dependerá de muchas cosas, pero resulta obvio que es una de las posibilidades que maneja y es totalmente legal”, sostienen fuentes gubernamentales.

El adelanto, descartado

“Lo que el presidente tiene totalmente descartado –afirman fuentes del complejo de la Moncloa muy próximas a Rajoy– es un adelanto electoral, pase lo que pase en las municipales y autonómicas del 24 de mayo”.

El tiempo es clave para el jefe del Ejecutivo. Su asesor áulico en materia electoral, Pedro Arriola, sostiene que con el 35 por ciento de los votos el PP podrá continuar en el Gobierno sin problema alguno con un grupo parlamentario muy cercano a la mayoría absoluta. “El problema es que ahora mismo las encuestas serias no se acercan al 30 por ciento”, admiten las mismas fuentes.

En este sentido, los mensajes del Gobierno y del Estado Mayor popular van a ir dirigidos al sector más duro de la derecha (el 25-M se perdieron por ese flanco un cuarto de millón de votos), movilizando las amplias capas de votos conservadores de grandes colectivos como pensionistas, ahorradores y profesionales liberales.

El resto, según el consultor de cabecera del presidente del Gobierno, lo puede hacer Pablo Iglesias y sus chicos pulverizando el electorado del PSOE.