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La aristocracia empresarial asume el 'boom' de Podemos, harta de corruptos en política
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piden una reconversión, como en la industria

La aristocracia empresarial asume el 'boom' de Podemos, harta de corruptos en política

Las empresas agrupadas en el Instituto de la Empresa Familiar asumen la irrupción de Podemos, a lomos de una corrupción galopante de la que se dicen "hartos".

Foto: El líder de Podemos, Pablo Iglesias (Daniel Muñoz)
El líder de Podemos, Pablo Iglesias (Daniel Muñoz)

Podemos aboga en su programa por recuperar el control público de los sectores estratégicos de la economía, entre ellos las telecomunicaciones o la energía. Un planteamiento que, a priori, estaría en las antípodas de lo que pueden pensar los Acciona, Barceló, Mercadona o Planeta. Sin embargo, más allá de las convicciones de fondo, las empresas presentes en el XVII Congreso de la Empresa Familiar que se celebra en Alicante parecen tener claro que el foco debe ponerse en su origen, y asumen sin rasgarse las vestiduras el auge de la fuerza política que encabeza Pablo Iglesias. Todo con las elecciones autonómicas y generales a la vuelta de la esquina.

“Yo de lo que estoy es harto de la corrupción política y empresarial. Lo que siento es hartazgo. Esa es la palabra que define lo que muchos pensamos. A partir de ahí, ¿me preocupa Podemos o sus propuestas? Sí y no, veremos. Claro que tendrán votos, pero en esencia lo que me molesta es que se definan como empresarios personas que no lo son, que lo único que hacen es manchar al resto”, expone un alto ejecutivo presente en el cónclave. Con esa convicción, no es de extrañar el resultado de la votación que cada año efectúa el Instituto sobre la situación política del país.

En concreto, los empresarios presentes en el foro –alrededor de 500– apenas concedieron una calificación de uno sobre nueve (1,08) a la situación política del país. Es el peor registro desde que arrancó la crisis económica, allá por el año 2007. Según los datos facilitados por la organización en el anterior congreso, celebrado en Jerez, los presentes entendieron que el escenario político merecía un 2,25 en 2013; en torno a 1,7 puntos entre 2010 y 2012; una nota mínima hasta ahora de 1,18 en 2009, y una hoy inalcanzable puntuación de 2,56 en 2008. Toda una rodada en la que Podemos, un fenómeno relativamente reciente, encuentra acomodo.

El rey Felipe VI durante la inauguración del XVII Congreso Nacional de la Empresa Familiar. (Gtres)

Es más, para algunos empresarios, incluso, ese dramático uno sobre nueve parece mucho después de soportar que su principal cita anual se viera marcada por la presencia de la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, imputada en diferentes casos de corrupción urbanística. La flanquearon en su saludo al rey Felipe VI el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, y la ministra de Empleo, Fátima Bañez. Entretanto, Cospedal aseguraba en Madrid que su partido había tomado medidas contundentes contra esas malas prácticas. Es opinable, pero a 400 kilómetros de la capital no dio esa sensación.

“No todos los casos son lo mismo”, aseguró la secretaria general del PP, marcando distancia entre los detenidos en la Operación Púnica y casos como el de Castedo. Según informa EFE, Cospedal criticó que algunos quieran dar la imagen de que en España todos los organismos o entidades son corruptas y que vivimos entre mafias. Con o sin paños calientes, la alcaldesa de Alicante está imputada en dos causas judiciales, entre ellas el denominado caso Brugal. Tendrá que afrontar cargos como tráfico de influencias o cohecho.

Toda una reconversión política

En ese escenario, Podemos encuentra caldo de cultivo, incluso entre quienes parecerían sus más acérrimos críticos.No en vano, el Instituto de la Empresa Familiar agrupa a 100 de las principales empresas del país, que suman un 27% del PIB. “Es como una reconversión industrial. Entra un nuevo competidor y tengo que adaptarme. Lo mismo sucede con Podemos en el ámbito político”, asegura un empresario, bajo condición del anonimato y con grandes dosis de pragmatismo. “No me había preocupado demasiado hasta la encuesta publicada por El País el domingo pasado –admite otro–. Es un fenómeno que ya no puede dejarse de lado”.

En efecto, según la encuesta del diario de Prisa publicada el pasado domingo, la organización de Pablo Iglesias sería la primera fuerza política, siete puntos por delante del PP y 1,5 puntos de ventaja sobre el PSOE. Suficiente para reflexionar, al punto que la palabra Podemos era moneda común en los apartes de empresarios, decepcionados al saber que no tendrían ayer encuesta del CIS. “Lo verdaderamente importante es lo que va a pasar el domingo en Cataluña”, incidía un irreductible. Eso, en palabras de un otrora ilustre político y con detenciones e imputados por doquier en la vida pública española, ayer no tocaba.

Podemos aboga en su programa por recuperar el control público de los sectores estratégicos de la economía, entre ellos las telecomunicaciones o la energía. Un planteamiento que, a priori, estaría en las antípodas de lo que pueden pensar los Acciona, Barceló, Mercadona o Planeta. Sin embargo, más allá de las convicciones de fondo, las empresas presentes en el XVII Congreso de la Empresa Familiar que se celebra en Alicante parecen tener claro que el foco debe ponerse en su origen, y asumen sin rasgarse las vestiduras el auge de la fuerza política que encabeza Pablo Iglesias. Todo con las elecciones autonómicas y generales a la vuelta de la esquina.

Rey Felipe VI Pedro Sánchez
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