Las empresas arrecian contra la corrupción política en pleno 'show Castedo' en Alicante
Leopoldo Rodés, Isak Andik y Juan Roig se saludan y consultan el programa del XVII Congreso de la Empresa Familiar que se celebra estos días en Alicante
Leopoldo Rodés, Isak Andik y Juan Roig se saludan y consultan el programa del XVII Congreso de la Empresa Familiar que se celebra estos días en Alicante. A la vera del Paseo de Campoamor, sede del Auditorio de la Diputación, la regidora, Sonia Castedo, imputada en dos casos de corrupción urbanística, espera la llegada del Rey de España. Le acompañan el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra; el líder del PSOE, Pedro Sánchez, y la ministra de Empleo, Fátima Báñez, con la que se saluda efusivamente.Nadie entre los empresarios quiere a Castedo en las fotos pero, dejan claro, “no deja de ser la alcaldesa”.
Felipe VI baja del coche oficial y hace el paseíllo. Saludaa Javier Moll, presidente del Instituto de la Empresa Familiar (IEF), al propio Rodés, Bañez, Sánchez y compañía. También a Castedo. Ya dentrodel recinto, la alcaldesa entra discretamente en el auditorio. Este photo-call no le toca, aunque tampoco importa demasiado. La fotografía de España ya se ha hecho, entre las fuertes medidas de seguridad de la Casa Real. A los empresarios, más preocupados hace un año de la deriva secesionista catalana, sólo les queda el pataleo. Lo expresan a través de la votación que cada año plantea la organización.
Vídeo:PP y PSOE ningunean a Castedo en presencia del Rey
Y es que las empresas presentes en el cónclave conceden apenas una valoración de uno sobre nueve a la situación política española. Una vuelta atrás relevante después de que en el encuentro pasado en Jérezlos empresarios familiares concedieran un 2,25 al escenario político nacional.De hecho, el 1,08 de este año es el peor registro desde que arrancó la crisis.La corrupción rampante ha desplazado de las preocupaciones de los empresarios a la deriva secesionista catalana, con el 9-N a la vuelta de la esquina. Todo con el ascenso de Podemos como telón de fondo, aupado por las últimas encuestas.
El cambio ha sido sustancial en apenas un año. Durante el último cónclave, Cataluña era el centro del debate. Entre los ejecutivos catalanes, había posiciones moderadas: “No nos sentimos cómodos. Yo me siento español y catalán, pero la resistencia a hablar de ambos partes está provocando una radicalización preocupante. Falta diálogo”. Y también había empresarios más beligerantes: “Nuestro esfuerzo fiscal en Cataluña es brutal. No queremos ser una colonia del PP. Hay muchos empresarios independentistas, pero la cartera nos retiene”.
Corrupción y Alicante
Paradójicamente, la elección de sede para el Congreso de 2014 –algo que, en todo caso, debe hacerse con mucho tiempo y hace complicado prever estas eventualidades- ha hecho coincidir la oleada de corrupción que asola el país –con la operación púnica como punta de lanza en estos últimos días- con uno de los focos regionales más activos para el PP. No en vano la alcaldesa de Alicanteestá imputada por cinco delitos en dos causas judiciales que investigan supuestas tramas urbanísticas de corrupción en la localidad, entre ellas el conocido como caso Brugal.
Su presencia en el foro pone el acento en los encajes de bolillos o flagrantes incoherencias en que han incurrido los partidos para gambetear estos expedientes. La propia Castedo se veía obligada la semana pasada a votar a favor una declaración institucional de UPyD para instar a partidos con representación en la cámara a no incorporar en las listas electorales a imputados por delitos de corrupción y terrorismo. Por ahora, la presión de Génova para que deje del cargo solo parece haber llegado hasta ahí, pese a las numerosas declaraciones sobre medidas contundentes contra la corrupción que lanzan sus dirigentes. Para reflexionar.
Leopoldo Rodés, Isak Andik y Juan Roig se saludan y consultan el programa del XVII Congreso de la Empresa Familiar que se celebra estos días en Alicante. A la vera del Paseo de Campoamor, sede del Auditorio de la Diputación, la regidora, Sonia Castedo, imputada en dos casos de corrupción urbanística, espera la llegada del Rey de España. Le acompañan el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra; el líder del PSOE, Pedro Sánchez, y la ministra de Empleo, Fátima Báñez, con la que se saluda efusivamente.Nadie entre los empresarios quiere a Castedo en las fotos pero, dejan claro, “no deja de ser la alcaldesa”.