Sindicatos sanitarios denuncian 'coacciones' ante la Junta de Personal de La Paz

El personal de la bolsa de empleo al que está recurriendo Sanidad para cubrir las bajas en el Carlos III, que se han multiplicado durante las últimas horas, ha comenzado a denunciar lo que consideran un “engaño”. Según explican, antes de firmar el contrato de quince días que se les ofrece deben acceder a firmar también un documento en el que dan fe de haber recibido un curso de formación sobre el ébola. “No es cierto que se les esté dando formación; de hecho, la única forma que tienen de saber cómo ponerse el traje es mediante unas fotocopias en las que se indican los distintos pasos”, denuncia Juan José Parrilla, celador en La Paz y miembro de la marea blanca.

Una "coacción" que los sindicatos han denunciado a la junta de personal del hospital, según asegura la secretaria de la Asociación Madrileña de Enfermería (AME), Amelia Batanero. Por otra parte, los sindicatos presentes en la mesa sectorial arrancaron a la Consejería de Sanidad, en una reunión celebrada el viernes, la predisposición para que el personal que rechace el trabajo no sea sancionado. La finalidad dicen, es "proteger a los trabajadores", que en algunos casos son recién licenciados "sin la experiencia ni la formación requeridas para enfrentarse a este tipo de situaciones".

Las ofertas de contratación, según estas mismas fuentes, son para La Paz, pero una vez que se personan en el centro se les comunica que deben asistir a los pacientes sospechosos de haber contraído ébola ingresados en el Carlos III. Los sindicatos sanitarios han contabilizado que, al menos, unas 75 personas han rechazado la oferta de empleo para trabajar de forma eventual en las plantas hospitalarias donde se atienden los casos sospechosos. Otra de las reivindicaciones de los sindicatos aceptadas por la consejería es que ningún trabajador del hospital La Paz tenga que reforzar la plantilla del Carlos III.

Denuncias e investigaciones

La apertura de nuevas plantas hospitalarias para contener los casos sospechosos de ébola que previsiblemente irán aumentando en las próximas horas, sobre todo después de la modificación de los protocolos, ha aumentado las necesidades de personal. De momento no se están cubriendo, dejando en mínimos los recursos humanos encargados de estas tareas, según denunciaba Elena Moral, del sindicato independiente de funcionarios CSI-F.

Las bajas van en aumento y se están produciendo entre todo el colectivo sanitario, desde celadores y enfermeras hasta médicos, según aclaran estas mismas fuentes, que, aunque no pueden precisar cifras, sí indican que son elevadas. Muchos de ellos, añaden, están requiriendo asistencia psicológica debido a que “el estrés es grande y estamos trabajando al límite. Si antes teníamos dos horas de descanso tras una intervención, ahora ese tiempo se ha reducido a diez minutos”. El daño emocional de tener a compañeras ingresadas también es alto, añade Moral.

El Sindicato de Técnicos de Enfermería (SAE) también presentó ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid una denuncia por los posibles delitos “derivados de las acciones y omisiones atribuibles a los responsables políticos” en la gestión del caso de la enfermera contagiada. Un escrito que se suma al presentado por el CSI-F ante Inspección del Trabajo para que se abra una investigación interna sobre esta misma cuestión con el fin de depurar responsabilidades, en el caso de que las hubiera.

Manuel Torres: "La formación es nula"

El Objetivo de Ana Pastor dedicó anoche su capítulo #ObjetivoÉbola a la crisis política y sanitaria desatada en torno al caso de Teresa Romero. Entre otros entrevistados la presentadora conectó en directo desde el Carlos III con Manuel Torres, enfermero con 36 años de experiencia en cuidados intensivos y uno de los encargados de atender a la auxiliar de enfermería -coincidió con ella en el operativo de Manuel García Viejo– quien mantuvo una postura crítica en torno a la gestión sanitaria del ébola. “Lo que ha pasado aquí es la improvisación; avisamos de que iba a venir el toro y nos ha pillado”, afirmó.

Respecto a las condiciones y espacios de trabajo, Torres informó de que “salimos a una esclusa que mide 1 metro por 1 metro –yo más o menos me defiendo pero otros no–. Quitarte el traje y que no te toque es complicado”. También reconoce que hay una persona “detrás que nos canta lo que tenemos que hacer al quitarnos el traje”. Ana Pastor acaba la entrevista preguntándole: ¿Qué formación has recibido?”. A lo que Torres responde: “Cero, cero, cero, ninguna. No se ha dado formación, no se ha hecho ningún tipo de simulacro. Información, formación y facilitarnos el trabajo han sido prácticamente nulos”.