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Rajoy se reserva para el final en el debate del Congreso sobre la consulta independentista
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mas consigue tener un papel secundario

Rajoy se reserva para el final en el debate del Congreso sobre la consulta independentista

Mariano Rajoy también deja para el final su decisión de intervenir o no en el debate sobre la consulta independentista de Mas que celebrará el Congreso

Foto:  El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. (EFE)
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. (EFE)

Primero el Gobierno, luego los enviados del Parlamento catalán, después Alfredo Pérez Rubalcaba y para cerrar los portavoces de los demás grupos incluido el de CiU, Josep Antoni Duran. Ese es el orden de intervenciones pactado en el Congreso para el pleno donde se debatirá el próximo día 8 la propuesta de la cámara autonómica para que se ceda a Artur Mas la competencia para celebrar una consulta independentista. Populares y socialistas preparan una negativa rotunda, pero sin que sirva para cultivar el agravio habitual de los nacionalistas.

El presidente de la Generalitat no acudirá a dar la cara, como ya avisó; Duran tendrá un papel secundario como quería y Mariano Rajoy se reserva la posibilidad de tomar la palabra cuando quiera en un debate que puede durar unas cinco horas. El jefe del Ejecutivo también podría ceder esa misión para la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, aunque ha avisado al Senado que no podrá acudir al pleno de la Cámara Alta que se celebra el mismo día y a la misma hora.

La espantada de Mas, que no acaban de explicar ni sus diputados, se basa en el pretexto de que la petición parte de la cámara autonómica y tiene que ser defendida por sus portavoces. Aunque la consulta separatista sea el núcleo del proyecto político del presidente de la Generalitat y suya la idea de que el Congreso le puede ceder una competencia para convocar un referéndum que tiene como fin último liquidar el régimen constitucional y la unidad de España.

Mas no quiere seguir en la Cámara Baja los pasos de Juan José Ibarretxe al defender el plan de secesión que llevó el nombre del entonces lendakari frente al bloque constitucionalista que lo rechazó. El presidente de la Generalitat deja la función en manos de tres actores secundarios: el portavoz de CiU en la Cámara autonómica (Jordi Turull), Marta Rovira por ERC y Joan Herrera por ICV.

El presidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas. (EFE)
El Gobierno se garantiza que, de entrada, quedará clara su posición ante la petición del Parlamento catalán. La sesión empezará con la lectura del escrito que el Ejecutivo envió a la Cámara para explicar su rechazo: sólo el conjunto de los españoles puede decidir sobre su futuro y la consulta sería, pues, “especulativa”. El secretario primero de la Mesa del Congreso, Ignacio Gil Lázaro, será el encargado de leer el texto.

Los tres representantes de la cámara autonómica hablarán después durante diez minutos cada uno. A continuación le tocará el turno a los grupos parlamentarios de la oposición: el PSOE primero (Pérez Rubalcaba) y los demás a continuación, de mayor a menor, durante 20 minutos. Cierra el portavoz de la mayoría, Alfonso Alonso.

Duran será el quinto parlamentario en intervenir, según el pacto alcanzado en la Junta de Portavoces, instancia ante la que el portavoz de CiU accedió a retirar la iniciativa presentada en su día por su grupo que reproducía literalmente la pretensión de la cámara autonómica. Se garantiza así que el debate no se tenga que reproducir en el futuro y con él de protagonista absoluto.

El presidente de CiU en el Parlament, Jordi Turull. (EFE)
Con los turnos de réplica, más la habitual generosidad del presidente del Congreso, Jesús Posada, a la hora de dar más tiempo a cada orador, el debate se puede prolongar hasta cinco horas. En el Gobierno se reservan hasta el final el anuncio sobre la posible intervención en el mismo de Mariano Rajoy. Reglamentariamente, el Ejecutivo puede hacerlo cuando estime oportuno y se da por hecho que al menos la vicepresidenta tomará la palabra en algún momento. El hecho de que Mas envíe a dirigentes de segundo nivel para defender su proyecto estrella siembra las dudas en la Moncloa.

El Congreso rechazará la pretensión nacionalista, por principios constitucionales y jurídicos, con una mayoría que estará alrededor del 95 de la Cámara: PP, PSOE, UPyD más varios diputados del Grupo Mixto. Los argumentos son los conocidos, pero populares y socialistas coordinarán esa respuesta negativa para no facilitar a los nacionalistas su habitual cultivo del agravio y presentarla como una defensa de los derechos y libertades de todos los ciudadanos catalanes amenazados por el proyecto separatista de Mas y Junqueras.

Primero el Gobierno, luego los enviados del Parlamento catalán, después Alfredo Pérez Rubalcaba y para cerrar los portavoces de los demás grupos incluido el de CiU, Josep Antoni Duran. Ese es el orden de intervenciones pactado en el Congreso para el pleno donde se debatirá el próximo día 8 la propuesta de la cámara autonómica para que se ceda a Artur Mas la competencia para celebrar una consulta independentista. Populares y socialistas preparan una negativa rotunda, pero sin que sirva para cultivar el agravio habitual de los nacionalistas.

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