Rubalcaba contraprogama al PSOE y liquida con sus rentas la moción a Rajoy

Alfredo Pérez Rubalcaba envía a sus huestes a pelearse con el PP y hasta con el presidente del Congreso, Jesús Posada, por el caso Bárcenas a la misma hora que aprovecha para enseñar sus declaraciones de la renta. Y luego se pasa por la Cámara para abundar en lo modestos que son sus ingresos. Con la publicación de sus rentas en la web del PSOE, Rubalcaba liquidó el pírrico debate que en esos momentos Soraya Rodríguez planteaba en el Congreso a cuenta de la interpelación al presidente del Gobierno por el caso Bárcenas.

El PSOE empezó su anunciada ofensiva parlamentaria contra Mariano Rajoy por el escándalo del extesorero de su partido, con muchas palabras gruesas ("veto" o "censura previa") porque no le admitían sus iniciativas de denuncia, que no caben en el reglamento.

La pretensión del grupo socialista de que la Cámara repruebe al presidente del Gobierno chocó con el primer obstáculo, la decisión de la Mesa que preside Posada de no tramitar la petición previa de interpelación a Rajoy. El reglamento no tiene establecida esa vía para ir contra el jefe del Ejecutivo y en la Constitución el mecanismo de reprobación que se fija es la moción de censura, de la que Rubalcaba no quiere ni oír hablar, porque le obliga a presentarse como candidato alternativo.

La portavoz del grupo socialista, Soraya Rodríguez, cargó contra Posada por primera vez en la legislatura. Estaba descontado que la iniciativa parlamentaria no iba a progresar, pero Rodríguez cargó las tintas y acusó al presidente de la Cámara de ejercer "la censura previa" y de "vetar" los controles de la oposición al Gobierno. El PSOE quiere otro pleno para que Rajoy vuelva a hablar del caso Bárcenas, una comisión de investigación sobre el asunto sin esperar a las investigaciones judiciales, interpelar al jefe del Ejecutivo y reprobarlo después. Todo menos presentar la moción de censura con la que amagó al salir la segunda edición de los papeles de Bárcenas.

"De momento esto es lo que hay registrado", comentó el secretario general de los socialistas para eludir la cuestión en los pasillos de la Cámara. Rubalcaba se conformó con declarar que "el reglamento" no está a favor del Gobierno para que evite una interpelación dirigida contra su presidente. Además, se desmarcó de las acusaciones de Rodríguez contra Posada: "Tengo una buena opinión y soy muy respetuoso con el presidente del Congreso.

Rubalcaba estaba más interesado en difundir sus ingresos de los últimos años. Después de esperar seis meses para que hicieran públicas sus declaraciones de la renta, el jefe de la oposición las colgó en la web del PSOE para empezar el curso político. Hasta ayer argumentó que esperaba a un acuerdo con el PP para "homologar" el mecanismo de presentación de sus datos fiscales. Ahora resulta que, como no hay visos de acuerdo, ya ha decidido dar el paso por su cuenta.

Mientras el secretario general de los socialistas cuidaba su imagen con alguna queja sobre las especulaciones a que dio lugar el celo con que guardó sus declaraciones de IRPF, en la Diputación Permanente del Congreso el debate entre populares y socialistas subió de tono. El empeño de Rodríguez en dar por demostradas las acusaciones de Bárcenas contra los dirigentes del PP llevó al portavoz popular, Carlos Floriano, a acusar a la oposición de convertirse en "colaboradores necesarios" en la estrategia de defensa del extesorero encarcelado en Soto del Real.

Soraya Rodríguez se mostró muy dolida con Floriano, al mismo tiempo que imputaba al parlamentario del PP el cobro de sobresueldos. Exigió al portavoz popular que retirara sus palabras, cosa que Floriano no hizo. "Ustedes son colaboradores necesarios en una ceremonia de la confusión, haciéndose eco de cosas que no responden a la verdad para desgastar al Gobierno", insistió. Además, el dirigente del PP replicó: "Yo no cobro sobresueldos, cobro un sueldo". Rubalcaba se evitó la presencia en la pugna y sólo apareció por la antesala de la Diputación Permanente después de la pelea.