La renovación de la cúpula de IU Extremadura mantiene en vilo al PP de Monago

Extremadura otra vez. Izquierda Unida vuelve a enzarzarse en una lucha interna en la región que más quebraderos de cabeza ha dado a la federación. Esta vez, el detonante es la duodécima Asamblea Regional donde se elige a la nueva dirección de la coalición, que ha comenzado pasadas las diez de la mañana en Mérida con la presencia de los 140 delegados acreditados y sin los miembros de la llamada corriente crítica 'La Mayoría'.

Dos militantes pidieron el lunes la suspensión cautelar de la reunión porque no estaban de acuerdo en las normas que deben regir en el congreso, pero finalmente el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Mérida autorizó el cónclave y ha citado el martes en Madrid a los dos candidatos a presidir la federación, Pablo Escobar y Margarita González-Jubete, ésta última ausente hoy en la asamblea de la que ella misma podría salir elegida coordinadora regional de la coalición.  

El conflicto viene arrastrándose prácticamente desde que IU Extremadura determinara, en contra de las pautas marcadas desde Madrid, coronar a José Antonio Monago como primer barón popular extremeño gracias a la abstención de sus tres diputados. Cayo Lara pactó con Ferraz la noche del 22-M que IU no dejaría gobernar al PP en ninguna autonomía, por lo que dieron por hecho que los tres diputados autonómicos optarían por formar una coalición de izquierdas que reelegiría a Guillermo Fernández Vara presidente de la región por tercera vez consecutiva.

La rebelión de los tres díscolos abrió tantas grietas en la federación que este domingo, 15 meses después, se presentan dos candidaturas a la asamblea para dirigir la federación regional. Una, la oficial, la que está liderada por el actual coordinador Regional, Pedro Escobar. La otra, la alternativa, es un sector denominado La Mayoría y está encabezada por Margarita González-Jubete. La portavoz de IU en Cáceres es una apuesta personal del coordinador general según distintas fuentes que fue escogida como candidata por aclamación popular y presentada en sociedad blindada por los coordinadores locales de las principales ciudades: Cáceres, Mérida y Badajoz, y que cuenta con el beneplácito de Víctor Casco, uno de los tres diputados más crítico con las medidas adoptadas por Monago.

Si la nueva vertiente extremeña consigue arrebatar la secretaría federal al actual líder, el siguiente movimiento para desbancar a Monago sería que Escobar y Alejandro Nogales, el diputado que ninguneó a Lara diciéndole que “ni por activa ni por pasiva daré mi voto a Vara”, renunciasen inmediatamente a sus actas de diputado. Entonces entrarían dos nuevos diputados que boicotearían los planes de Monago, empezando por los Presupuestos para 2013 que el Gobierno debe presentar ante la Cámara regional antes del día 15, agitando todavía más el delicado aire que se respira en un Parlamento donde se gobierna en minoría. El ambiente se cargaría hasta enero, la fecha que el PSOE tiene marcada en el calendario para lanzar una moción de censura que le devolvería a la Presidencia de la Junta, ahora sí, con el respaldo de IU.

Una moción de censura en el aire

Escobar se enfrenta en estos momentos al levantamiento del sector más crítico de IU en Extremadura, que presentó una candidatura alternativa a la suya para “reorientar” la formación en la región “ideológicamente, políticamente, organizativamente”. La relación entre González-Jubete y Vara, el líder de los socialistas extremeños, se forjó gracias a la amistad que mantuvieron sus padres, Jesús González Jubete, que fue el primer presidente del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura (TSJEX) y Julio Fernández Santamaría, que ingresó en la carrera fiscal en 1945. Escobar, que guarda rencillas internas con el PSOE desde que era presidente Juan Carlos Rodríguez Ibarra, es mucho más afín a Monago desde que trabajaron juntos en el Ayuntamiento de Badajoz.  

Fuentes de la federación regional aseguran que el pacto en Andalucía entre PSOE e IU avivó las esperanzas de Cayo Lara de arrebatar el poder al PP en Extremadura, una opción viable solo si González-Jubete consigue destronar a Escobar. En Madrid siguen sin perdonar la traición de la federación extremeña. Hoy, Cayo Lara podría saborear su dulce venganza si consigue destronar a Escobar de la cúpula regional. El PP de Monago, pendiente de todo lo que suceda hoy en Mérida, muestra una "absoluta confianza" en que Pedro Escobar volverá a ser reelegido coordinador regional. La única opción que tienen para que IU no trunque los planes que el barón extremeño tiene pensado para su región de aquí a 2015.