La rebelión de IU corona a Monago como primer presidente 'popular' de Extremadura

Sin sorpresas. El popular José Antonio Monago ya es el presidente de la Junta de Extremadura gracias a la abstención de los tres diputados de IU y con el único apoyo de los 32 diputados de su partido. En la segunda vuelta tras no conseguir el martes el apoyo de la mayoría de la Cámara, el líder del PP popular solicitó la confianza en plena tensión entre el PSOE y su partido “para sacar de la crisis Extremadura, para levantar nuestra tierra, para que la austeridad sea la nueva seña de identidad”.

En un tono mucho más relajado que en el debate de investidura del martes, Monago abrió la sesión alabando la bondad del ya ex presidente de la Junta Guillermo Fernández Vara aunque matizando: “Le he dicho que ha sido un presidente bueno, que no un buen presidente”, y le recordó que ha habido “excelentes” Transiciones democráticas “y la de Extremadura dependerá de ustedes”.

"Sé que eres buena persona", le dijo Monago a Vara, de quien destacó que ha trabajado "por Extremadura con energía y de buena fe", al tiempo que se mostró proclive a alcanzar acuerdos con la oposición de los cuales ambos pueden estar "orgullosos". Cuando lo ha requerido el momento hemos sido uno", subrayó Monago, quien a continuación destacó que "esa sensibilidad, esa generosidad, la ha visto toda Extremadura".

Regeneración política

"Contigo fue posible lo que con otros fue algo inalcanzable", apostilló Monago comparando implícitamente la figura de Fernández Vara, con quien hubo acuerdos PSOE-PP, con la de su antecesor, Juan Carlos Rodríguez Ibarra. "Has sido un presidente bueno y así lo expreso delante de tu grupo parlamentario", agregó Monago, quien, justo después de los aplausos que levantó tal aseveración, matizó: "He dicho que ha sido un presidente bueno, no que fue un buen presidente, lo digo porque en política los matices también son muy importantes".

Acto seguido, José Antonio Monago pidió la confianza de la cámara para "levantar" a Extremadura y lograr su "crecimiento económico"y "regeneración política", así como para conformar un gobierno cuya "seña de identidad" sea la "austeridad".