Ferraz pactó con la dirección de IU la investidura de Vara el mismo 22-M

Una vez consumada la coronación del 'popular' José Antonio Monago como presidente de Extremadura gracias a la abstención de los tres diputados de IU, Pedro Escobar, Alejandro Nogales y Víctor Casco se mantienen firmes en su postura ante las amenazas que les llegan desde la dirección federal de su partido. Saben que no han vulnerado ninguna regla democrática. Ante este panorama, Escobar declara a El Confidencial que fueron las bases extremeñas las que reclamaron un voto de abstención en la investidura del presidente y a ellas "nos debemos como partido". Además, echa la culpa a los socialistas porque, la madrugada del 22-M, “fueron los primeros en brindar” por la supuesta victoria que creían consumar. “Dieron por hecho que IU firmaría un pacto de izquierdas para evitar el triunfo de la derecha antes de preguntarnos nuestra decisión”.

Durante la noche electoral, cuando el PP no venció por la mayoría absoluta que poseía en el 78% del escrutinio y se comprobó que la llave que decidiría el futuro de Extremadura la tenía en su poder los tres diputados de la coalición, miembros de Ferraz se pusieron en contacto directo con Cayo Lara para “ofrecerle lo que quisiera” y cerrar, esa misma noche, un pacto de izquierdas que revalidara en el cargo al socialista Guillermo Fernández Vara. Según los miembros de IU-Extremadura, Lara “debió comprar todo lo que le ofrecieron sin preguntarnos qué pensábamos aquí”. Tras comunicar telefónicamente que tenían que pactar con la izquierda y comprobar que los extremeños no estaban dispuestos a cerrar este trato, la federación central hizo pública su postura para presionar un poco más a los diputados de la región. Fue entonces cuando Lara afirmó aquello de “ni por activa ni por pasiva IU dará su voto al PP”. Una sentencia que ayer le desacreditó como líder nacional de la coalición. 

Fuentes de la dirección federal de IU contradicen, sin embargo, a sus compañeros de Extremadura y aseguran que, en ningún momento, se habló en aquella jornada electoral de posibles pactos y acuerdos para cualquier municipio o comunidad de España, según han explicado a El Confidencial.

A pesar de las fuertes presiones que la dirección general ha ejercido sobre los tres diputados de Extremadura hasta el mismo día de la votación, tanto Escobar como Casco y Nogales tuvieron clara su postura desde el 22-M y sin cambio posible desde que las bases revalidaron su postura a favor de la abstención. Minutos después de la votación final de investidura, la dirección de IU emitió un comunicado donde aseguraba que la federación extremeña y sus diputados “no representan hoy la política de IU y se sitúan fuera de la misma”. Nogales replicó que en Extremadura, los miembros de IU ni han dado su apoyo al PP ni se lo han quitado al PSOE y que la Ejecutiva central nunca se ha preocupado por el boicot que han recibido en Extremadura durante los 28 años de gobierno socialista.

Ninguno de los tres diputados teme fuertes represalias por contradecir las órdenes generales. “Nadie nos preguntó a nosotros qué queríamos hacer. Dieron por hecho que aceptaríamos lo que ellos habían pactado sin preguntarnos qué opinábamos nosotros, cómo había sido nuestra historia tanto con un partido como con otro”, asegura Nogales. Ante las palabras del diputado Gaspar Llamazares, que pidió perdón en su cuenta de Twitter por la abstención y reconoció que “para IU es un revés en su coherencia”, los extremeños contestan que más incoherente sería pactar con un partido, el PSOE, ante el que han encabezado manifestaciones en contra de sus políticas regionales. 

Represalias que no temen en Extremadura

El domingo, Pedro Escobar viajará a Madrid para hablar sobre la crisis interna de su partido y las consecuencias políticas que se derivarán de su decisión. Aunque los tres diputados solo esperan un expediente informativo basado en un debate donde se analice la crisis interna que ha sufrido su coalición en este mes y medio, la federación nacional ha hecho público que “no se responsabiliza de las consecuencias políticas que se derivan de su abstención”. Y haberlas, aseguran, las habrá.

IU anunció que será la Comisión Federal de Arbitraje y Garantías Democráticas, formada por entre seis y diez ex militantantes de la coalición, quien determine “la legalidad estatutaria de la decisión tomada por la dirección extremeña y de las posibles responsabilidades de la misma en una resolución de obligado cumplimiento para las partes”. En muchos casos en la historia de IU estos expedientes no terminaron en sanción.