Urkullu tanteará a Rajoy ante la posible caída de Zapatero

La reunión no tiene, de momento, fecha y hora, pero será discreta y alejada de los focos y, posiblemente, antes del próximo debate sobre Estado de la Nación, fijado por el presidente del Gobierno para el próximo 14 de julio. El líder del Partido Popular, Mariano Rajoy, y su homólogo en las filas del Partido Nacionalista Vasco (PNV), Iñigo Urkullu, consumarán la ruptura de lo que durante la primera legislatura de Zapatero se dio en llamar el cordón sanitario contra el Partido Popular o, lo que es lo mismo, las derivadas de aquel Pacto del Tinell por el que las siglas del principal partido de la oposición quedaban proscritas para cualquier tipo de pacto o entendimiento.

Las cosas han cambiado radicalmente en ambas orillas políticas y el mapa de alianzas futuras se vuelve cada vez más proclive para el Partido Popular ahora que incluso el convergente Artur Mas (CIU) está dispuesto a “romper” con el notario para no cerrar las puertas a un posible pacto de futuro. Sea como fuere, en Génova 13 preparan ahora el próximo encuentro de Mariano Rajoy con Urkullu, una reunión que se produce en un momento clave, cuando la formación nacionalista se revela como pieza fundamental que puede apuntalar el final de la etapa Zapatero ante su extrema debilidad parlamentaria.

El cambio de tornas augura el fin de un ciclo político. Y es que la insólita reunión que el pasado 7 de junio mantuvieron en la sede del Partido Popular de Bilbao, Antonio Basagoiti y Urkullu dio para mucho más de lo que en un principio se señaló. Según explican a este diario fuentes muy próximas al líder del PP vasco, fue Urkullu quien manifestó personalmente su deseo de poder discutir con el Partido Popular los posibles escenarios que se abren para el Gobierno del PSOE y la hipotética situación que se podría dar si Zapatero pierde los comicios. 

En el PP añaden que, en ese primer encuentro, el líder nacionalista vasco mostró mucho interés en hablar de temas de Madrid, de Zapatero y de elecciones y que, por tanto, fue el propio Basagoiti quien le remitió a que en vez de con él dialogase directamente con la Dirección nacional del Partido, es decir, con Rajoy. Urkullu no puso objeciones y esa primera toma de temperatura conducirá en breve a un encuentro de máximo nivel entre ambos partidos.

Un acercamiento que supone, de facto, un giro de 180 grados en la política que el Partido Popular ha mantenido durante los últimos años en el País Vasco y que escuece al sector más conservador del partido, al que en su día encabezaron el ex ministro del Interior y hoy eurodiputado Jaime Mayor Oreja o María San Gil. No parece tampoco casual que la noticia se conozca en la misma semana en la que una de las representantes del ala más dura del PP Vasco, la alcaldesa de Lizartza, Regina Otaola, haya anunciado su marcha de la política en cuanto acabe su mandato.

Según añaden otras fuentes del PP consultadas por El Confidencial, Urkullu le habría confesado a Basagoiti que el PNV no descarta tampoco la idea de “dejar caer al Gobierno” y habría admitido en privado que el apoyo de sus seis diputados a la Ley del Aborto promovida por la ministra Bibiana Aído les ha procurado un alto coste electoral entre sus votantes.

Como ya adelantó este diario, la máxima prioridad del PNV es, hoy por hoy, mantenerse al frente de las Diputaciones Forales. Los nacionalistas quieren garantías de que el PSE y el PP no harán extensivo su pacto de gobierno en Euskadi para desbancarlos de las diputaciones forales tras los comicios de la próxima primavera.

Por su parte, Basagoiti, ha reiterado estos días "alto y claro" que "por mucho" que se reúna el presidente de su partido con el líder del PNV, la estabilidad del Gobierno vasco "está garantizada" si sigue en la derrota del terrorismo y se fomenta la convivencia entre vascos. Y solo un posible escenario en el que Batasuna pueda volver a las instituciones haría estallar un pacto que está, ha dicho, por encima de "la izquierda o la derecha".