No habrá nuevo equipo económico: Salgado heredará los ‘viceministros’ de Solbes

Continuidad. Esta es la palabra que más suena en el Ministerio de Economía y Hacienda, donde la salida de Pedro Solbes no va a suponer ningún cambio radical en el organigrama del departamento. Se da por hecho que Carlos Ocaña, secretario de Estado de Hacienda, continuará en el cargo. Y es muy probable -aunque no es tan seguro- que lo mismo suceda con el secretario de Estado de Economía, David Vegara.

Los dos ‘viceministros’ de Solbes, por lo tanto, seguirán llevando la batuta en el Ministerio dirigido por Elena Salgado, quien parece decidida a hacer un ‘aterrizaje suave’ en Economía. La nueva vicepresidenta segunda -al contrario que Solbes- no cuenta con equipo propio experto en temas económicos, por lo que previsiblemente mantendrá también en sus puestos a los segundos escalones del departamento. Entre los altos cargos más próximos a Solbes se encuentran el presidente de la Sepi (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales), Enrique Martínez Robles, y el presidente del Instituto de Crédito Oficial (ICO), Aurelio Martínez.

La continuidad en los cargos, sin embargo, y como sostienen las fuentes consultadas ayer por El Confidencial, no significa necesariamente que vaya a ver continuismo en la política económica del Gobierno. En particular en lo relacionado con la forma de afrontar la crisis del sistema financiero. No es ningún secreto que Solbes se opuso siempre con todas sus fuerzas a que el Estado interviniera de forma decisiva para salvar a las entidades en crisis.

Pero ahora se considera más probable que el nuevo equipo económico sea más ‘sensible’ a una participación más activa en el salvamiento de entidades con problemas. Ya sea mediante la compra de activos en situación de mora que dañan el balance de los bancos. O incluso mediante la recapitalización del sistema financiero con el fin de que puede prestar dinero sin poner en peligro su solvencia. En esta línea se podría explicar la posible creación de un Fondo de recapitalización de las entidades financieras con dinero público mediante la emisión de participaciones preferentes.

En estos términos se interpretan unas palabras pronunciadas ayer por Zapatero durante la presentación de los nuevos ministros. El presidente se comprometió a “hacer todo lo posible” por la recuperación económica, lo que se considera una posición más valiente que la mantenida hasta el momento por Pedro Solbes, partidario de una ‘purga’ en la economía española.

Solbes paralizó mucho de los planes de gasto público que le sugerían otros ministros, en particular Miguel Sebastián. Ahora, por el contrario, se considera más probable que Salgado -con un perfil mucho más político que económico- diseñe planes de reactivación más en la línea de Obama, con cuantiosos programas de intervención pública en la economía.

Lo que está fuera de toda duda es que la confirmación del nombramiento de Salgado ha causado sorpresa en los medios financieros. Sobre todo por su desconocimiento del comportamiento de los mercados en unos momentos en los que estos son el epicentro del seísmo económico. Se considera un hándicap, igualmente, su nula proyección internacional.

En su haber cuenta, por el contrario, un buen conocimiento de la empresa, fundamentalmente de las pymes desde sus tiempos en que fue secretaria general del Instituto de la Pequeña y Mediana Empresa, dependiente del Ministerio de Industria. Y su capacidad de trabajo, que, según un antiguo colaborador suyo, es “casi infinita”.