El Gobierno cerrará la financiación autonómica con Montilla antes de las europeas

El Gobierno ha establecido un cuidadoso calendario para los próximos meses con el fin de que, antes de las elecciones europeas, esté resuelto el tema de la financiación de las comunidades autónomas. “Hasta ahora, había un factor de distorsión en las negociaciones, que era la resolución de la deuda histórica de Andalucía. Una vez solucionado esto, el camino queda expedito. Tan sólo, por un motivo de cortesía, se esperará a la toma de posesión del presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, aunque el PP está de acuerdo en los grandes rasgos del tema y no habrá cambios sustanciales”, señala a El Confidencial una fuente cercana a las negociaciones.

Según esta fuente, en todas las sesiones habidas hasta ahora, el presidente andaluz, Manuel Chaves, ponía sobre la mesa el problema de la deuda histórica con su comunidad, por lo que o se cerraba este capítulo o no se podía negociar la financiación de las comunidades por las interferencias que aquélla producía. “Y este problema es conocido por todos los partidos. Los nacionalistas catalanes saben, porque se les dijo, que la solución de la deuda andaluza era indispensable para proseguir luego con el pacto de la financiación. De ahí que se hayan incumplido los plazos fijados hasta el momento”, subraya esta fuente.

El escollo más importante a partir de ahora será la negociación de la financiación de Cataluña, que tiene crispada a la clase política y que incluso ha provocado graves fricciones entre dos socios del Gobierno autonómico: Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC). Los republicanos opinan que el dinero que ofrece el Gobierno central, cifrado de momento en 1.400 millones, es poco. Con 2.500 millones, según algunas fuentes, ERC estaría dispuesta a firmar. Convergència i Unió, por su parte, cifra la parte catalana en un arco que va desde los casi 3.000 millones hasta los 5.200 millones.

El portavoz socialista en el Parlamento catalán, Miquel Iceta, aludió el pasado martes a un nuevo plazo para cerrar la negociación: el próximo verano (en realidad, coincide con la celebración de las elecciones europeas), a lo que el portavoz convergente, Oriol Pujol, ha respondido con sorna que ya es otro plazo más: se ha incumplido el que preveía el Estatuto (9 de agosto del 2008) y el que había fijado el propio presidente de la Generalitat, José Montilla: el 31 de diciembre del 2008.

El ‘plato fuerte’

Sin embargo, según las fuentes consultadas por este diario, José Luis Rodríguez Zapatero tiene una milimetrada agenda para las próximas semanas y uno de los platos fuertes de la misma es la escenificación del pacto con Montilla. Un acuerdo con los catalanes zanjaría definitivamente el tema. Luego, el pacto se ratificará en el Consejo de Política Fiscal y Financiera. “De este modo, se cumplirán dos condiciones: la bilateralidad de la negociación y la multilateralidad de la misma. Nadie podrá quejarse”, añaden las mismas fuentes.

En la agenda de Zapatero, se prevé una frenética actividad, especialmente en el mes de abril: alrededor de Semana Santa, podría acometer cambios en el Gobierno central. Esta circunstancia coincidirá con el impulso de nuevas medidas contra la crisis tomadas en el marco del G-20 y la pretensión del Ejecutivo español de recuperar la iniciativa política, donde entraría la culminación de la negociación de la financiación. Con ello, los estrategas de Moncloa esperan situarse en la pole position de la carrera de las elecciones europeas y neutralizar cualquier recuperación de la imagen del Partido Popular (PP).