Los pescadores catalanes convocan una huelga indefinida por el alto precio del gasóleo

A los armadores catalanes ya no les salen las cuentas. El alto precio por el gasóleo, que se está pagando a 75 céntimos el litro, hace que su actividad no sea rentable. Por ello, los pescadores catalanes han comenzado una huelga que se ha convertido en indefinida después de los “pésimos resultados” de la reunión que este lunes han mantenido representantes de todos los pescadores españoles con la ministra Elena Espinosa.

El compromiso del Gobierno de hablar con las petroleras para que moderen el precio del petróleo y su negativa a subvencionar el carburante es, en opinión de los huelguistas, “papel mojado”, ya que “no vemos qué fuerza puede tener Espinosa frente a las petroleras”, por eso “vamos al paro indefinido”, ha confirmado José Antonio Caparrós, portavoz de los Armadores de Arrastre del puerto de Barcelona, a El Confidencial.

En la mañana del lunes, el seguimiento de la huelga ha sido desigual en los distintos puertos. El paro ha sido total en Barcelona, Port de la Selva, Llançà, Roses, Palamós y Blanes; parcial en Arenys de Mar, mientras que los de la provincia de Tarragona esperarán los resultados de la negociación para ir a la huelga, según fuentes de los propios armadores.

Los pescadores catalanes han sido los primeros en plantarse ante una situación que califican de “muy grave y general en toda España”, ante la llamada de solidaridad de los pescadores franceses, que ya llevan algunos días amarrados a puerto porque no pueden seguir haciendo frente a las subidas del precio del carburante.

Una negociación dura

El colectivo pesquero está siendo uno de los más castigados por la escalada de precios del gasóleo, por eso, en la reunión exigirán a la ministra “no pagar más de 40 céntimos por litro”, así como “mejoras en la seguridad social, una mayor regulación de lo que pescan terceros países en nuestras aguas y fondos para el desguace de embarcaciones que están fuera de circulación”, según ha explicado el portavoz de los Armadores de Arrastre del puerto de Barcelona.

Los andaluces también tienen intención de ir a la huelga, y le han dado al Ministerio como fecha límite este viernes 30 de mayo, para que subvencione el precio del gasóleo. Mientras que los pescadores de la cornisa cantábrica han tomado una decisión más drástica. El pasado 17 de mayo en una reunión en Burela (Lugo) los armadores decidieron abrir expedientes de regulación de empleo “para mandar a todos los trabajadores al paro y amarrar los barcos a puerto hasta que la situación mejore”. De hecho, la mayoría de los pesqueros están volviendo a puerto y “los que entran no tienen intención de volver a salir”.

Vender más barato

Al incremento del precio del gasóleo hay que sumarle la disminución del precio de venta del pescado. Estas semanas, los barcos catalanes se dedican a la pesca de la gamba “el producto más caro del mercado” con poca suerte en el momento de ponerle precio para su venta en las lonjas.

En 2005 la gamba se vendía a 60 euros el kilo y el precio del carburante no llevaba a los 40 céntimos. La semana pasada la gamba se vendió a 33,5 euros el kilo –casi la mitad que hace tres años- y un litro de carburante vale hoy 70 céntimos –casi el doble que en 2005-. Con estos datos encima de la mesa, los pescadores han decidido plantarse e ir a la huelga porque no les salen los números.