El PP responde a la encerrona del Congreso: “A nosotros no nos amedrenta nadie”

La apuesta del PP por insistir en las dudas sobre la investigación del 11-M se materializó ayer en un pacto del resto de los partidos ante lo que consideran “política tóxica”. Cada vez que los ‘populares’ presenten una iniciativa parlamentaria en este asunto, el PSOE y los grupos minoritarios la bloquearán para no “emponzoñar”la vida parlamentaria.

La razón: el caso 11-M está en manos de la Justicia, se debe respetar la separación de poderes, y si alguien tiene alguna aportación que hacer, se ruega que la entregue a la Audiencia Nacional. Así se desprende de las palabras de Jordi Jane, portavoz de CiU en la comisión de investigación del 11-M.

“Al PP no lo amenaza, no lo calla y no lo amedrenta nadie”. Tajante, Eduardo Zaplana, portavoz popular, respondió que el resto del Congreso pierde el tiempo con su estrategia "bastarda e histérica".

Fue un hecho insólito. Los portavoces de todos los grupos excepto el PP (PSOE, CiU, ERC, PNV, IU-ICV, CC y Grupo Mixto) comparecieron ayer de forma conjunta para anunciar su alianza de bloqueo. El objetivo de “parar los pies al PP” comenzó el día anterior, cuando todos estos grupos defendieron la misma enmienda alternativa a una moción presentada por los populares en la que pedía aclaraciones al Gobierno sobre la masacre, dos años y medio después de los atentados.

Esta actuación “tendrá consecuencias”

Buscan dar “un aldabonazo” al PP para que cambien de política, como anunció el portavoz socialista, Diego López Garrido. Y forman “la coalición de grupos por la dignidad del Parlamento” y no un contubernio, comando o conspiración alguna, según quiso aclarar el coordinador general de IU, Gaspar Llamazares.

Frente a todos ellos, Zaplana lanzó una advertencia al Gobierno y al PSOE: esta actuación “tendrá consecuencias”. En suma, que luego no busquen con ellos pactos de Estado, como han pedido en inmigración. A su juicio, la estrategia anunciada por los siete grupos representa "unos comportamientos y unas agresiones impropias en democracia".

La estrategia de placaje al PP fue diseñada por Alfredo Pérez Rubalcaba, ministro del Interior, según fuentes socialistas, y arrancó con la filtración de la transcripción a El País de una conversación de Suárez Trashorras con sus padres.

En febrero de 2007 debe iniciarse el juicio sobre el 11-M que se prolongará hasta el verano. Lo que ocurra en las sesiones judiciales podrá impactar de lleno en la campaña para las elecciones municipales y autonómicas de mayo. Los partidos se juegan allí las alcaldías y el gobierno de las comunidades autónomas.