El ex ministro presentó el libro ‘El modelo económico español 1996-2004. Una revolución silenciosa’, del economista Lorenzo Bernaldo de Quirós y el ex secretari

“El éxito o el fracaso del gabinete liderado por Rodríguez Zapatero dependerá de su capacidad de evitar los tics intervencionistas del pasado, de mantener la estabilidad de las finanzas públicas y de no sucumbir a la tentación de construir un sistema de corte social-corporativista”. Así concluye el libro escrito por Lorenzo Bernaldo de Quirós, presidente de Freemarket, y el ex secretario de Estado de Presupuestos, Ricardo Martínez Rico, referido a la etapa económica del Gobierno del PP.

Un trabajo -El modelo económico español 1996-2004. Una revolución silenciosa- editado por el Instituto de Estudios Económicos y presentado ayer por el ex ministro de Hacienda Cristóbal Montoro, que aprovechó la ocasión para reivindicar la política económica llevada a cabo por el Partido Popular durante los Gobiernos de José María Aznar, y enviar un recado a su sucesor, Pedro Solbes: si el actual Gobierno quiere que la economía siga por el buen camino tendrá que hacer reformas.

El ex ministro y ahora eurodiputado no ahorró críticas a la actual dirección de la política económica, aseguró que el gasto público debería ser del 4% y no del 7,6% previsto y que, como consecuencia de esto, el superávit debería ser mayor. Montoro destacó la mala evolución de la productividad y el aumento de la temporalidad, y criticó que el consumo público se haya convertido en protagonista del crecimiento. Pero, sobre todo, incidió en la pérdida de competitividad de la economía.

La presencia de Montoro y la propia presentación del libro tenían ayer valor añadido, ya que se producían en un momento en el que al Partido Popular se le critica por la falta de solidez de su discurso económico, precisamente un terreno en el que puede presentar resultados satisfactorios después de ocho años de crecimiento continuo y creación de empleo. Según los autores, este ‘milagro’ se logró gracias a tres factores: estabilidad presupuestaria, reformas fiscales y reformas estructurales.

El libro señala como primer éxito la demostración del error keynesiano que supone pensar que la contracción del gasto y del déficit se traduce en contracción de la demanda interna. Al contrario, el control del gasto otorgó confianza a los mercados, que premiaron esa política con un acusado descenso de los tipos de interés a largo, lo que impulsó la inversión y el consumo privados. De hecho, el abandono del keynesianismo fue, para Martínez Rico y Bernaldo de Quirós, unos de los factores del éxito de los Gobiernos del PP.

La credibilidad presupuestaria permitió reducir impuestos y, al mismo tiempo, aumentar los ingresos en la medida que esa medida contribuyó a dinamizar la economía y crear empleo, incorporando nuevos contribuyentes netos. En el año 2000, el Gobierno recaudó 700.000 millones de pesetas más de lo previsto en concepto de IRPF a pesar del recorte del impuesto.

El libro destaca también como un acierto la política de liberalizaciones que ha permitido, entre otras cosas, reducir un 30% los precios de la telefonía. Aun así, señala que la “peculiar distribución de competencias entre la Administración central y las periféricas” impidió que se pudieran abordar algunas medidas liberalizadoras como la Ley del Suelo, que fue anulada por el Tribunal Constitucional. Con todo, los autores creen necesario abundar en dos reformas importantes: la de la negociación colectiva y la de los sistemas de protección por desempleo.