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La irrupción del PCTV convierte en misión imposible para la coalición PNV-EA la consecución de la mayoría absoluta. Paradójicamente, un sector del PNV, el más cercano a Josu Jon Imaz, ve con buenos ojos esta ‘derrota’, ya que le facilitaría la defensa de
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La irrupción del PCTV convierte en misión imposible para la coalición PNV-EA la consecución de la mayoría absoluta. Paradójicamente, un sector del PNV, el más cercano a Josu Jon Imaz, ve con buenos ojos esta ‘derrota’, ya que le facilitaría la defensa de

El nerviosismo se ha instalado en Sabin Etxea, sede del PNV, desde que a los dirigentes del partido les dejaron de salir las cuentas electorales. De

Foto: La irrupción del PCTV convierte en misión imposible para la coalición PNV-EA la consecución de la mayoría absoluta. Paradójicamente, un sector del PNV, el más cercano a Josu Jon Imaz, ve con buenos ojos esta ‘derrota’, ya que le facilitaría la defensa de
La irrupción del PCTV convierte en misión imposible para la coalición PNV-EA la consecución de la mayoría absoluta. Paradójicamente, un sector del PNV, el más cercano a Josu Jon Imaz, ve con buenos ojos esta ‘derrota’, ya que le facilitaría la defensa de

El nerviosismo se ha instalado en Sabin Etxea, sede del PNV, desde que a los dirigentes del partido les dejaron de salir las cuentas electorales. De la mayoría absoluta que les pronosticaban algunas encuestas al inicio de la campaña a la más que presumible amarga victoria del PNV este domingo sólo ha habido un paso: el que dio el Partido Comunista de las Tierras Vascas (PCTV o EHAK en sus siglas en euskera) para convertirse en la lista blanca de la ilegalizada Batasuna.

Y sin una mayoría absoluta de la coalición PNV-EA o, al menos, de la suma de sus escaños con los de sus socios de Ezker Batua, los planes del Juan José Ibarretxe se vienen abajo. Sin embargo, y como ha podido constatar El Confidencial en fuentes nacionalistas, no todos los peneuvistas ven con desagrado la no consecución de los ansiados 38 escaños en el Parlamento de Vitoria.

De hecho, el sector más cercano al actual presidente del partido, José Jon Imaz, valora como un auténtico alivio la nueva situación política surgida tras la irrupción electoral del PCTV. “Sin mayoría absoluta, la victoria sería realmente una derrota del lehendakari y su plan soberanista. Ello le forzaría a buscar un pacto con el PSE para asegurar la gobernabilidad del País Vasco y, por tanto, a bajar del monte del frente nacionalista donde está instalado”, apunta a este diario un analista político.

Urkullu, Atutxa y Ariztondo

Este sector del PNV -encabezado por el presidente del partido en Vizcaya, Íñigo Urkullu, el presidente de la Cámara vasca, Juan María Atutxa, y la secretaria de la Ejecutiva de la formación nacionalista, Josune Ariztondo- considera que esta situación “evitará que se reproduzca la dinámica de enfrentamiento de la pasada legislatura y facilitará hallar puntos de encuentro con Patxi López y los suyos”.

El propio Imaz ha utilizado los discursos de sus últimos mítines para preparar a los militantes de su partido para un resultado alejado de la mayoría absoluta y que en algunos despachos de Sabin Etxea temen que sea simplemente “discreto” y muy similar al de 2001. Unos resultados, fruto no sólo de la entrada en escena del PCTV, sino también de una desmovilización de su propio electorado.

De hecho, las últimas encuestas y la considerable reducción de voto por correo han obligado al propio Ibarretxe a hacer un llamamiento a los nacionalistas para que acudan a votar en masa, como ya hicieron en 2001. “El lehendakari sabe que una victoria pírrica es, de hecho, una derrota de él y, sobre todo, de su Plan”, apunta una fuente nacionalista consultada, que recuerda que “cuando Ibarretxe convocó las elecciones al día siguiente de ver rechazado su proyecto soberanista en el Congreso de los Diputados, planteó dichas elecciones como un plebiscito de este proyecto”.

El nerviosismo se ha instalado en Sabin Etxea, sede del PNV, desde que a los dirigentes del partido les dejaron de salir las cuentas electorales. De la mayoría absoluta que les pronosticaban algunas encuestas al inicio de la campaña a la más que presumible amarga victoria del PNV este domingo sólo ha habido un paso: el que dio el Partido Comunista de las Tierras Vascas (PCTV o EHAK en sus siglas en euskera) para convertirse en la lista blanca de la ilegalizada Batasuna.