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Las asambleas de la formación ilegalizada, donde se ha decidido pedir el voto para el PCTV, han sido un vía crucis para los dirigentes ‘batasunos’. Las bases han cargado contra ellos y, sobre todo, contra Otegi.
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Las asambleas de la formación ilegalizada, donde se ha decidido pedir el voto para el PCTV, han sido un vía crucis para los dirigentes ‘batasunos’. Las bases han cargado contra ellos y, sobre todo, contra Otegi.

Arnaldo Otegi, el rostro más conocido de la ilegalizada Batasuna, vive los momentos más duros de su carrera política. A las dificultades que ha encontrado para

Foto: Las asambleas de la formación ilegalizada, donde se ha decidido pedir el voto para el PCTV, han sido un vía crucis para los dirigentes ‘batasunos’. Las bases han cargado contra ellos y, sobre todo, contra Otegi.
Las asambleas de la formación ilegalizada, donde se ha decidido pedir el voto para el PCTV, han sido un vía crucis para los dirigentes ‘batasunos’. Las bases han cargado contra ellos y, sobre todo, contra Otegi.

Arnaldo Otegi, el rostro más conocido de la ilegalizada Batasuna, vive los momentos más duros de su carrera política. A las dificultades que ha encontrado para hacerle un hueco electoral a la izquierda radical abertzale tras frustrarse la lista blanca de Aukera Guztiak, se suman ahora las numerosas acusaciones que contra él se están vertiendo en las asambleas que su formación política celebra en ciudades y pueblos de Euskadi para decidir si piden el voto para la candidatura del Partido Comunista de las Tierras Vascas (PCTV).

Unas acusaciones que, como ha podido saber El Confidencial, le tildan de liqui (liquidacionista), uno de los peores insultos que se pueden recibir en el mundo del entorno de ETA y que llevó en su día a destacados dirigentes batasunos que recibieron tal apelativo, como Iñaki Esnaola, a desaparecer de la escena política. Esta situación ha llevado a Otegi, según fuentes cercanas a la izquierda abertzale consultadas por este diario, a reafirmarse en su intención, apuntada a su círculo más próximo después del verano pasado (ver El Confidencial del pasado 9 de noviembre), de retirarse de la primera línea política en un año o tal vez antes.

Las asambleas de Batasuna, que se iniciaron el pasado lunes y que desembocarán hoy con una declaración de Otegi pidiendo el voto para el PCTV en las elecciones vascas del 17 de abril, han sido un verdadero vía crucis para los dirigentes de la formación ilegalizada. Forzados a convocar dichas asambleas por las propias bases -ellos tenían intención de tomar la decisión sin consultar a los militantes-, en el desarrollo de las mismas, los líderes batasunos han visto sorprendidos cómo, aunque no se ponía nunca en duda la necesidad de apoyar a la nueva lista blanca, sí se les criticaba duramente por las decisiones tomadas en los últimos meses.

“Llueve sobre mojado”, apunta un político vasco consultado, quien aclara que “cuando Batasuna decidió apoyar el pasado 30 de diciembre en el Parlamento vasco el Plan Ibarretxe con la mitad de sus diputados, sus bases no salían de su asombro. Estaban a las puertas manifestándose contra el proyecto del lehendakari, contra el que Otegi y compañía habían cargado duramente y, sin embargo, en el último momento, vieron cómo les daban sus votos”. Un sorprendente movimiento que obligó a la formación ilegalizada a realizar un inusual documento interno para explicar a su militancia el cambio de actitud.

Sospechas de acuerdo PSE-Batasuna

Aquel texto, sin embargo, no terminó de convencer a las bases que, según han confirmado a este diario diversas fuentes políticas vascas, han pedido explicaciones. “Se han oído acusaciones muy duras contra los dirigentes, sobre todo contra Otegi, porque se siente engañados. Además, muchos han manifestado abiertamente sus sospechas de que hay un pacto con los socialistas para que finalmente prospere la candidatura del PCTV. Eso no lo entienden y además les duele”, añaden.

De hecho, algunos dirigentes batasunos han manifestado en privado su temor a que parte de su militancia no termine de aceptar el último movimiento estratégico de apoyo electoral a la nueva lista blanca, a la que no consideran pata negra abertzale, y termine votando nulo. “Por ello están haciendo un trabajo didáctico, pueblo por pueblo y en cada una de las asambleas que se han celebrado. Se están jugando tener o no voz en el Parlamento autonómico en los próximos cuatro años”, apunta un político vasco. Un trabajo didáctico que no ha impedido que a Otegi le hayan acusado de liqui... lo peor que le podían llamar desde el entorno de ETA.

Arnaldo Otegi, el rostro más conocido de la ilegalizada Batasuna, vive los momentos más duros de su carrera política. A las dificultades que ha encontrado para hacerle un hueco electoral a la izquierda radical abertzale tras frustrarse la lista blanca de Aukera Guztiak, se suman ahora las numerosas acusaciones que contra él se están vertiendo en las asambleas que su formación política celebra en ciudades y pueblos de Euskadi para decidir si piden el voto para la candidatura del Partido Comunista de las Tierras Vascas (PCTV).