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Pemberton insta la quiebra del productor de pollos extremeño que engatusó a la City
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LABORATORIOS LARRASA, A CONCURSO

Pemberton insta la quiebra del productor de pollos extremeño que engatusó a la City

Un juez de Badajoz declara el concurso de acreedores de Laboratorios Larrasa a petición del fondo inglés, que le prestó 100 millones de euros para investigar el genoma humano

Foto: José Larrasa, director de Laboratorios Larrasa. (EFE/Jero Morales)
José Larrasa, director de Laboratorios Larrasa. (EFE/Jero Morales)
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El juzgado de lo mercantil número 1 de Badajoz ha declarado el concurso de acreedores de Laboratorios Larrasa, la compañía extremeña que engatusó a fondos de inversión de la City londinense y varios bancos españoles con la promesa de desarrollar un genoma humano que curaría todo tipo de enfermedades y granjas de pollos. El juez Federico Martín ha aceptado la petición de quiebra instada por Pemberton, el 'private equity' inglés que prestó 100 millones de euros a José Larrasa para financiar un plan que sonaba a revolucionario.

Según un auto al que ha tenido acceso El Confidencial, el juzgado pacense ha acordado el concurso de Laboratorios Larrasa, con sede en Jerez de los Caballeros, y de Global Invest Agrotech, con base en el polígono industrial de La Albuera, ambas poblaciones situadas en Badajoz, a instancias de Pemberton Strategic Credit Holding, Pemberton Managed Account Holding y Pemberton Managed Account B Holding, tres sociedades de inversión domiciliadas en Luxemburgo del fondo británico.

Estas tres firmas fueron las que prestaron los 100 millones a Laboratorios Larrasa en 2019, que utilizó ese dinero para devolver 25 millones que le había prestado otro fondo con anterioridad y financiar su plan de expansión. La operación, muy llamativa dada la escasa experiencia en respaldar con tanto dinero empresas de carácter científico, contó con el asesoramiento de Deloitte, KPMG y PwC, que trabajó para Larrasa, mientras que el fondo inglés tuvo como asesor a Meridium GM Partners.

El empresario extremeño, de 51 años de edad y licenciado en Veterinaria por la Universidad de Extremadura, les convenció al exponer que su objetivo era utilizar la secuenciación completa del genoma humano para desarrollar técnicas revolucionarias y poder curar y prevenir todo tipo de enfermedades, incluido el cáncer. Su previsión era lograr un beneficio bruto de explotación de más de 80 millones, con una facturación de cerca de 150 millones ya en 2020. Con esas métricas, Laboratorios Larrasa se valoró en 800 millones.

Su previsión era lograr un beneficio bruto de explotación de más de 80 millones, con una facturación de cerca de 150 M ya en 2020

Sin embargo, los incumplimientos por parte de la compañía comenzaron al poco tiempo de la firma del contrato de financiación con Pemberton. También se convirtieron en acreedores el fondo Finalbion, Banco Santander y Banca March. Para tratar de calmar a estas entidades, Larrasa contactó con varios potenciales inversores adicionales para repagar principalmente la línea de crédito que le había prestado el fondo de capital riesgo británico. Varios bancos de inversión como Arcano o Alantra pasaron por sus oficinas para obtener el mandato, pero todos rechazaron finalmente el encargo por falta de transparencia en las cuentas, según fuentes próximas a las conversaciones.

Sí lo aceptó Eureka Corporate, un banco de inversión canadiense que fue contratado para conseguir una línea de financiación de 115 millones de euros. Un montante que iba a ser aportado por la multinacional estadounidense Cargill, uno de los mayores productores de cereales del mundo, Eureka había convencido a Cargill a cambio de que la empresa española le comprase el grano con el que alimentaba sus granjas de gallinas en Brasil. El negocio brasileño estaba presuntamente avalado por los contratos de comercialización con las empresas agroalimentarias del país carioca.

Pero el gigante americano, que factura 177.000 millones de dólares y tiene inversiones en España, frenó la inyección de dinero cuando, tras hacer una comprobación con los clientes brasileños a los que Larrasa vendía teóricamente su producción de huevos. Estos presuntamente respondieron que tales contratos no existían. Más aún, no existían ni las presuntas granjas de pollos.

Clifford Chance, a la carga

Pemberton ha contratado los servicios de Clifford Chance, bufete de confianza de Florentino Pérez, para la defensa de sus intereses, ya que se trata del principal préstamo fallido concedido a una empresa española. Clifford ha puesto al frente del caso a Íñigo Villoría, un especialista que estuvo en las quiebras de Martinsa-Fadesa, Marsans y Lábaro. Otras fuentes aseguran que el reconocido abogado ya ha presentado también una querella en la Audiencia Nacional.

El banco brasileño BTG Pactual, también afectado por Larrasa y con la ayuda de Cuatrecasas, reclama más de 13 millones de euros en un juzgado de Extremadura, por falsedad documental y estafa. La Abogacía del Estado también ha cursado varios procedimientos judiciales contra Larrasa por impago y por presunto blanqueo de capitales. No obstante, el procedimiento más avanzado es la querella que presentó Deloitte en 2021 contra José Larrasa, el presidente de la compañía, por falsear la auditoría del grupo extremeño, al simular la firma y el sello de Deloitte, para obtener un "ilícito beneficio". Un documento en el que se destacaba la solvencia del laboratorio y que servía para captar dinero de terceros. El caso, en el que se pide un año y medio de cárcel para el fundador de la sociedad, está pendiente de la apertura del juicio oral.

El juzgado de lo mercantil número 1 de Badajoz ha designado a Lexaudit como administrador concursal de Laboratorios Larrasa al quitarle las facultades al fundador. El Confidencial ha intentado sin éxito ponerse en contacto con José Larrasa para conocer su versión sobre esta información.

El juzgado de lo mercantil número 1 de Badajoz ha declarado el concurso de acreedores de Laboratorios Larrasa, la compañía extremeña que engatusó a fondos de inversión de la City londinense y varios bancos españoles con la promesa de desarrollar un genoma humano que curaría todo tipo de enfermedades y granjas de pollos. El juez Federico Martín ha aceptado la petición de quiebra instada por Pemberton, el 'private equity' inglés que prestó 100 millones de euros a José Larrasa para financiar un plan que sonaba a revolucionario.

Concurso de acreedores Clifford Chance KPMG Deloitte PwC
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