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Heineken apuesta por la energía termosolar para reducir emisiones en su fábrica de Valencia
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Heineken apuesta por la energía termosolar para reducir emisiones en su fábrica de Valencia

Hay 6.000 metros cuadrados plagados de espejos que utilizan para reflejar la luz en unos tubos donde se genera el vapor de agua necesario para cubrir el 10% de las necesidades

Foto: Acto de inauguración de la planta termosolar que Heineken ha implementado en su fábrica de Quart de Poblet (Valencia). (Heineken)
Acto de inauguración de la planta termosolar que Heineken ha implementado en su fábrica de Quart de Poblet (Valencia). (Heineken)

Heineken ha puesto en funcionamiento este miércoles una planta termosolar para uso industrial en su fábrica de Quart de Poblet (Valencia), con la intención de evitar la emisión de 1.300 toneladas de CO₂ cada año. Es una cifra que prevé alcanzar cuando esa infraestructura energética funcione a pleno rendimiento a finales de 2024.

La planta termosolar se ha instalado en una parcela de los terrenos de la fábrica que hasta ahora estaba sin ocupar. Son unos 10.000 metros cuadrados de superficie, de los cuales hay 6.000 metros cuadrados plagados de espejos que utilizan para reflejar la luz en unos tubos donde se genera el vapor de agua necesario para cubrir el 10% de las necesidades de producción.

"Es como una caldera, pero en lugar de quemar combustible fósil se coge con energía solar", ha explicado a la prensa Miguel Frasquet, director técnico de CSIN (Compañía Solatom Indertec), la empresa valenciana que ha desarrollado esta planta, y consejero delegado de Solatom, la empresa que ha ideado este tipo de infraestructura. Utiliza, en concreto, la tecnología Fresnel a través de 182 módulos distribuidos entre los 6.000 metros cuadrados de espejos.

Frasquet y su equipo desarrollaron su negocio en unas condiciones muy precarias, utilizando el garaje que su padre tiene en Castellón durante las primeras fases de investigación. Es una historia de emprendimiento que ha destacado el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, durante la inauguración, momento que también ha aprovechado para felicitar a todas las partes por implementar un proyecto "made in Valencia".

De hecho, el 83% de los componentes son de origen local, favoreciendo la creación de 160 puestos de trabajo. Se han visto involucradas, de forma directa e indirecta, un total de 63 empresas, entre las que destacan la propia CSIN, una joint venture formada por la constructora de proyectos de energía Interdec y la startup tecnológica Solatom. Pero también la valenciana MIPESA, responsable del mecanizado de la estructura del colector Fresnel.

El acto de inauguración han contado, además, con la alcaldesa de Quart de Poblet, Cristina Mora; la directora de Asuntos Corporativos de Heineken España, Carmen Ponce, y el propio Miguel Frasquet. Junto con Mazón, han pulsado un botón verde para poner en funcionamiento la planta, en un guiño al color corporativo de la cervecera y a la estrategia ecológica que está llevando a cabo.

Se trata de una colaboración público-privada que ha supuesto una inversión de 3 millones de euros

Este proyecto garantiza a la fábrica valenciana el suministro de energía termosolar durante los próximos 15 años. Se trata de una colaboración público-privada que ha supuesto una inversión de 3 millones de euros. El 48% de esta cantidad ha sido financiado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) a través del Instituto para la Diversificación y ahorra de la Energía (IDAE), un organismo dependiente del Ministerio de Transición Ecológica.

Estas mejoras ejecutadas en la planta de Quart de Poblet forman parte de los planes de Heineken para que el 100% de la energía que emplea en España sea renovable 2025, mientras que el objetivo para finales de este año se ha fijado en el 67%. Más a largo plazo, su mirada está puesta en conseguir ser una compañía cero emisiones en todo el mundo y en toda la cadena de valor para 2040.

Heineken ha puesto en funcionamiento este miércoles una planta termosolar para uso industrial en su fábrica de Quart de Poblet (Valencia), con la intención de evitar la emisión de 1.300 toneladas de CO₂ cada año. Es una cifra que prevé alcanzar cuando esa infraestructura energética funcione a pleno rendimiento a finales de 2024.

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