Grupo Heineken encarecerá la cerveza a 150.000 bares a partir del 1 de enero

Grupo Heineken prepara una subida de precios en España para sus 150.000 clientes del sector horeca (hoteles, restaurantes y 'catering') a partir del próximo 1 de enero de 2022. Según confirman fuentes al tanto de la situación de la compañía que produce y distribuye Cruzcampo, Amstel, Heineken, El Águila, Guinnes y otras marcas, la fuerte subida de costes que está sufriendo en la actualidad la obliga a revisar los contratos firmados con los bares que venden sus bebidas, que alcanzan a toda la geografía española.

Grupo Heineken, líder en producción y distribución de cerveza en España junto con Mahou San Miguel, está sufriendo un alza generalizada de sus costes de producción. La fuerte subida en los mercados internacionales del trigo, la cebada o el repunte histórico de los costes energéticos están golpeando a la multinacional holandesa, pese al fuerte interés de la empresa por avanzar hacia fuentes de suministro renovables más baratas y respetuosas con el medio ambiente. Según explica la compañía, aún no está decidido el nivel de subida que implantará de cara al año que viene. Precisamente ahora mismo está en proceso de estudio de cuánto tendrá que subir sus precios, que en ningún caso llegarán al 10%, según afirman fuentes oficiales de la empresa.

La cuestión no es baladí: según un informe de Cerveceros de España publicado por 'El Mundo', la cerveza es, con diferencia, el producto más vendido en los locales de hostelería. El 64% de los ingresos de los bares viene de la cerveza. La revisión de precios del Grupo Heineken, que con toda probabilidad acabará en una subida de precios en la mayoría de bares, es una parte más del alza generalizada de costes que están sufriendo los ciudadanos españoles. Una subida que se da en uno de los grupos cerveceros más competitivos en España en cuanto a precios.

La inflación se encuentra en su nivel más alto de los últimos 29 años. El último dato del IPC publicado por el INE advierte de una subida del 5,5%, lo que supone el mayor nivel desde 1992. Detrás de esta pérdida de poder adquisitivo para los ciudadanos está la fuerte alza de la energía. La electricidad está en su mayor nivel de la historia, con precios récord que son seis veces más altos de lo que venían siendo habitualmente (la luz cuesta más de 300 euros el MWh, cuando habitualmente ronda los 50 euros MWh).

Lo mismo ocurre con el gas natural. El mercado mayorista español, Mibgas, ha alcanzado esta última semana los 138 euros por MWh, cuando normalmente se encuentra en los 20 euros por MWh. Por si todo esto fuera poco, los carburantes también están en niveles históricos. Tanto la gasolina 95 como el gasóleo han escalado hasta el umbral más alto de los últimos siete años. Producir cerveza se ve impactado por todos estos aumentos de costes.

El alza del precio de los bienes de primera necesidad ya está teniendo efectos de segunda vuelta, como demuestra la subida de los precios a que apunta la cerveza. El sector primario está demostrando un fuerte malestar por los altos precios que tiene que soportar en la actualidad. Además de los costes históricos de la energía, los agricultores y ganaderos denuncian una fuerte subida de los piensos, lo que impacta directamente en su cuenta de resultados y les obliga a subir precios. De ahí que compañías como Heineken estén notando un alza de costes que próximamente trasladarán a sus clientes.

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El nivel récord de la inflación en 29 años en España es si cabe aún mayor en EEUU, donde no se veían subidas de precios tan fuertes desde 1982. Todo ello está provocando que los bancos centrales estén dando marcha atrás a sus políticas de estímulos. Esta misma semana así lo han apuntado la Reserva Federal, el Banco de Inglaterra y el Banco Central Europeo.

La inflación es ya la mayor preocupación económica en España. De hecho, la subida del IPC está detrás de las revisiones del PIB a la baja de la economía española, registradas por los principales organismos supranacionales y los equipos de estudios económicos más destacados en España. Solo el Gobierno, con la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, a la cabeza, mantiene sus previsiones. Además de la inflación, el avance de la variante ómicron del covid-19 está golpeando duramente la economía mundial. La dependencia de España del turismo la hace, si cabe, más vulnerable al resurgir de la pandemia que azota el mundo desde hace ya casi dos años.