La Generalitat contacta con Grifols para hacer un seguimiento de la crisis desatada por Gotham

La Generalitat se ha puesto en contacto con la dirección de Grifols para solicitar explicaciones por la crisis desatada por el informe de Gotham City Research, una firma bajista que ya en su día tumbó en la bolsa española empresas como Gowex. "El propio presidente de la Generalitat, Pere Aragonès ha contactado con la empresa". Así lo ha explicado la portavoz de la Generalitat, Patricia Plaja, en la rueda de prensa tras el Consell Executiu de este martes. En la declaración también se ha aprovechado para mostrar el apoyo a la empresa.

"Grifols tiene 5.000 trabajadores y se han establecido contactos con la empresa", ha asegurado Patricia Plaja. Grifols tiene más de 21.000 trabajadores, pero la sede está en Sant Cugat, siendo la única empresa del Ibex 35 que no se llevó su sede de Cataluña durante la crisis secesionista 2017. Las acciones de la farmacéutica estaban cayendo más de un 25% durante la sesión.

"Es una empresa estratégica del país y la noticia es muy reciente, por lo que la prudencia es necesaria. Pero estamos haciendo un seguimiento atento de esta crisis", ha manifestado la portavoz.

El gigante de hemoderivados Grifols es una empresa muy significativa por su catalanidad, de manera que no ha faltado un punto de apoyo por parte de la Generalitat. Así, Plaja ha manifestado que "estamos seguros de que Grifols seguirá siendo un puntal nacional e internacional".

La importancia industrial de Grifols no es solo por sus plantas catalanas, en Parets del Vallès, o por tener la sede en Cataluña. También porque Scranton Enterprises. BV, la firma holandesa a la que el informe de Gothamn City Research también acusa de haber colaborado en la ocultación de la deuda, mantiene una actividad muy diversificada en Cataluña. Scranton está participada por directivos y miembros de la familia Grifols.

Más allá de Grifols

Scranton compró el Club Joventut de Badalona, el histórico equipo de baloncesto de La Penya en 2018, con lo que evitaron su desaparición. Le inyectaron 3,7 millones de euros. Ese mismo año también evitaron el cierre de una pequeña embotelladora de agua con gas, Aigües de Vilajuïga, en donde invirtieron otros cinco millones de euros.

Pero no fue la única empresa histórica que ha sido rescatada. El tercer fabricante de cava de España, Juvé i Camps, pasó a manos de Scranton, que compró el 76% de su matriz J&C Prime Brands en 2017. Los Grifols se vinculaban así a uno de los sectores más tradicionales de la economía catalana, el cava, y lo hicieron antes de que se vendieran Codorníu y Freixenet.

En una actividad más prosaica, Scranton también controla la inmobiliaria Centurión, propietaria de la sede Grifols en Sant Cugat. O el 25% que posee en la papelera Iberboard Mill. Por tanto, en Cataluña, la crisis de Grifols irá mucho más allá de Grifols.