Los impagos de facturas comerciales crecen y anticipan un deterioro de la economía

Las señales de alerta sobre el deterioro de la economía siguen llegando con cuentagotas. Mientras el mercado laboral y el consumo aguantan, a pesar del reciente ciclo de subidas de tipos y de inflación, y la incertidumbre sobre el crecimiento, hay elementos de morosidad que hacen saltar las alarmas.

Las aseguradoras especializadas en crédito, según fuentes financieras, están sufriendo un aumento de la morosidad. No se trata de un incremento dramático, pero sí muestra razones para esperar un deterioro económico, con un incremento de los impagos de facturas comerciales entre empresas a ritmos del 20%.

Si se comparan las cifras con los niveles precovid, entonces el aumento supera de forma sostenida el 10% durante este año. Así lo muestra un análisis de Solunion. La joint venture de Mapfre y Allianz Trade analiza un universo de empresas para evaluar la frecuencia de impagos comerciales y mejorar la fijación de precios.

La consecuencia de este análisis es que los impagos son cada vez más frecuentes. Según los datos que maneja Solunion, en octubre de 2023 —últimos datos analizados— están aumentando a un ritmo del 21% interanual, y si se compara con 2019, antes del covid, el incremento es del 11%.

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Hay que tener en cuenta que los impagos se dispararon durante el segundo trimestre de 2020, que fue el peor en los últimos cinco años. Sin embargo, en 2021, como consecuencia de la reactivación económica y de las ayudas en forma de carencia y créditos ICO, hubo un desplome de los impagos de facturas. Si se compara 2023 con los mínimos de los últimos cinco años, registrados en 2021, el aumento es del 117%.

El deterioro de la solvencia en intercambios comerciales se refleja en mayor medida en el sector servicios, con un 33% respecto al año anterior y un 70% sobre los niveles de 2019. Los aumentos de impagos en los sectores agroalimentario y construcción están en línea con la media, el incremento en ventas minoristas es algo inferior, y en el sector del metal hay una caída de los impagos.

El BdE ha publicado proyecciones hasta 2026 con ritmos de crecimiento inferiores al 2%

Los impagos en facturas comerciales son poco frecuentes, dado que las empresas buscan mantener su relación con los proveedores y evitan que se activen los seguros de crédito para no verse fuera de futuros contratos, explican fuentes financieras. Por eso, que haya un aumento de los impagos comerciales es una señal de alarma que no se debe ignorar. Según fuentes financieras, los seguros de crédito se están encareciendo.

Este martes, el Banco de España ha publicado proyecciones hasta 2026 con ritmos de crecimiento inferiores al 2%, y también por debajo de lo que prevé el Gobierno. Para 2024, espera un avance del PIB del 1,6%. Las empresas trabajan con un escenario de desaceleración, y hay cierto miedo a que señales como las que se ven en las facturas sean signos de una tendencia de revisiones a la baja en las previsiones.

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Para el año que viene, la previsión es que siga la tendencia de aumentos de los impagos. Los bancos de inversión, las consultoras y los despachos de abogados han reforzado sus equipos de reestructuraciones ante la previsión de que aumenten los procesos.

Hasta ahora, todas estas proyecciones no se han cumplido, por las medidas de apoyo a la economía y por el mejor desempeño del consumo y del empleo de lo esperado. Sin embargo, cada vez hay más operaciones, especialmente en lo que se conoce como mid market —empresas de facturación más elevada que las pymes, pero no grandes compañías—.

Para el año que viene, la previsión es que siga la tendencia de aumentos de los impagos

Un análisis de Cuatrecasas señala que ha habido más de 300 planes de reestructuración realizados durante el último año, al calor del nuevo marco concursal, que busca facilitar que haya reestructuraciones de empresas dando más poder de negociación a los acreedores.

Donde más planes se han preparado o ejecutado, según el despacho, es en comercio, por delante de construcción y de la industria. Se trata de segmentos afectados primero por el covid y después por el incremento de costes a través de la inflación de la energía y de otros productos clave para su actividad. En muchos casos, son empresas apalancadas que han tenido problemas para refinanciarse con la subida de tipos.

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En el sector bancario hay repuntes puntuales de la mora, que se evaporan con la venta de carteras. Especialmente, esto se ha visto en varios meses con el crédito al consumo, que suele ser un indicador adelantado de la morosidad. La tendencia de la mora en crédito al consumo ha sido de aumento este año, con caídas por ventas de créditos desde la banca, hasta el 6,74% en septiembre. En empresas, también hay algunos sectores que muestran un deterioro en su capacidad de pago en créditos bancarios. Según un análisis de la firma NK5, especialista en reestructuración empresarial, a partir de datos del Banco de España, la construcción lidera la morosidad bancaria entre empresas, con una tasa del 7,9%.

Esta ratio se ha mantenido en el sector durante los últimos meses. El informe parte de estadísticas de junio, y muestra que la construcción supera a la metalurgia, que refleja un 7,3%, y a la hostelería, con un 7,2%. Los dos primeros sectores están muy impactados por la subida de costes, mientras que el tercero tiene un apalancamiento derivado de la crisis del covid, cuando se desplomó la demanda por las restricciones sanitarias.

El resto de segmentos exhibe cifras mucho mejores. Por encima de la media, que es del 4,1% en empresas, está la industria no metalúrgica (5,8%), seguida del comercio, industrias extractivas y agricultura, que superan el 5%.