Unicaja Banco liquidará la marca Liberbank de sus oficinas en los próximos meses

Unicaja Banco acelera la unificación de su marca tras más de dos años desde su fusión con Liberbank. El consejero delegado, Isidro Rubiales, anunció este martes en la junta de accionistas que una de las "próximas acciones que vamos a tomar" es reconvertir unas 300 oficinas de origen Liberbank a los colores corporativos de Unicaja.

El banco malagueño decidió esta medida al poco de fusionarse con la entidad asturiana, cuyo pistoletazo de salida se dio a finales de julio de 2021. Sin embargo, durante estos dos años y cuatro meses el grupo ha estado centrado en los ajustes de red y de plantilla, la integración tecnológica y la reordenación de participadas y alianzas. La guerra que ha habido en el consejo ha supuesto una ralentización de algunas decisiones, según fuentes financieras.

Estas 300 oficinas suponen en torno a un 30% de la red actual de oficinas de Unicaja. Este grupo llegó a tener unas 1.350 tras la fusión con Liberbank, de las que ha cerrado unas 400 en estos dos años.

El cambio de colores en estas sucursales supondrá un vestigio menos de la antigua Liberbank en el banco malagueño, que en los últimos meses ha cesado a su ex consejero delegado Manuel Menéndez y ha visto salir a dos accionistas históricos del banco asturiano: el fondo Oceanwood, que además tenía un puesto en el consejo, y el mexicano Ernesto Tinajero, que estuvo en el órgano de gobierno del banco malagueño durante los primeros meses de la fusión.

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J. Zuloaga

Según explicó Rubiales ante los accionistas, de lo primero que ha hecho al llegar al cargo es "visitar" las distintas regiones del grupo: Andalucía y Castilla y León, en el caso del negocio aportado por Unicaja, y Asturias, Cantabria, Extremadura y Castilla-La Mancha, en el de Liberbank. Fuentes sindicales señalan que este mini road show era algo que llevaba sin verse en algunas regiones desde hace tiempo.

La junta de accionistas extraordinaria de este martes estaba destinada a aprobar el nombramiento de Rubiales y de cuatro independientes, y la nueva política de remuneraciones del grupo, que generó protestas de los accionistas. Todos se aprobaron por práctica unanimidad, salvo el puesto del CEO, que tuvo un pequeño porcentaje (2%) en contra.

Tras estos cambios, la entidad está centrada en recuperar el pulso comercial y la rentabilidad para sus accionistas, como explicó su presidente, Manuel Azuaga: "Con este nombramiento [el de Rubiales], con el que se inicia una nueva etapa y modelo de gobernanza, se persigue dinamizar la actividad comercial y reforzar la capacidad de generación de resultados, dotando de continuidad la trayectoria de solidez financiera y de vinculación con los territorios en los que operamos, especialmente en los de origen, donde debemos seguir siendo entidad de referencia".

Por su parte, Rubiales tomó la palabra al acabar la junta de accionistas para recalcar su "compromiso personal" para trabajar "intensamente con el foco en el crecimiento rentable" y "ofrecerles un retorno sostenible a largo plazo". La entidad ha decidido culminar el actual plan estratégico, que concluye en 2024, y lanzar uno nuevo a finales del próximo año.

A nivel de gobierno corporativo, la entidad anunció que el cargo dejado por el consejero de Oceanwood será ocupado por un independiente, a pesar de la posible petición de entrar en el órgano del accionista Tomás Olivo, con más de un 9% del capital. Además, la entidad se prepara para un posible relevo del presidente a corto plazo, como adelantó este medio.