Azuaga tendrá en Unicaja Banco una presidencia como la de Goirigolzarri en CaixaBank

Unicaja Banco va poco a poco despejando las incógnitas de su futuro. Tras la elección de su nuevo consejero delegado, Isidro Rubiales, el banco malagueño trabaja durante estos días en su futuro organigrama y reparto de funciones entre los principales responsables. Donde ya hay más avances es respecto a los poderes que mantendrá su presidente, Manuel Azuaga, pese a haber pasado a la categoría de no ejecutivo.

Salvo cambio de última hora, el banquero malagueño tendrá bajo su mando algunas de las principales funciones de control en la entidad, según fuentes próximas al supervisor consultadas por El Confidencial. La estructura es similar a la elegida en CaixaBank con la presidencia (ejecutiva en este caso) de José Ignacio Goirigolzarri. Consultados sobre ello, desde Unicaja no hicieron comentarios.

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J. Zuloaga

El banquero vasco tiene bajo su paraguas en CaixaBank las direcciones de auditoría interna, secretaría general, comunicación y relaciones institucionales. En el caso de Azuaga, el esquema dibujado a día de hoy le da la secretaría general, auditoría interna, las relaciones institucionales, cumplimiento normativo y la segunda línea de defensa. Aun así, estas dos últimas dependerían de él solo funcionalmente, ya que el reporte se haría directamente a las comisiones del consejo de administración. Junto a estas limitaciones, la entidad andaluza también estaba barajando que la secretaría general no tenga los servicios jurídicos y que se separe de las relaciones institucionales todas aquellas ligadas al negocio.

Pendientes del organigrama

Este paquete de funciones atribuiría a Azuaga un rol institucional y de control frente al consejero delegado, su número dos desde hace años. Este es modelo que persigue el Banco Central Europeo (BCE) en las revisiones de gobierno corporativo de los grandes bancos europeos, con un presidente que controle el consejo y ejerza de contrapeso del primer ejecutivo que lleva las riendas de la entidad. En el caso de Azuaga y Rubiales, Unicaja tiene el reto de convencer al supervisor europeo de que hay un verdadero contrapeso, ya que a día de hoy no gusta que dos directivos tan próximos controlen el banco.

En España, hay entidades que siguen apostando por presidencias ejecutivas más poderosas, como Santander, BBVA, Kutxabank y Abanca, y otras como Bankinter, Ibercaja y Sabadell en la que los puestos tienen menos funciones. En una posición intermedia se sitúan CaixaBank y ahora Unicaja Banco.

Junto al nuevo reparto de funciones, el banco andaluz trabaja en el nuevo organigrama que dará a conocer durante las próximas semanas. Se esperan grandes cambios para adaptar el equipo directivo a Rubiales y que antiguos ejecutivos de Unicaja ganen peso frente a los de Liberbank, tras una etapa en la que ha sido al revés. Aun así, algunos lugartenientes del ex-CEO Manuel Menéndez se mantendrán en el organigrama.

Otro de los cambios recientes que ha sorprendido en el mercado es el de consejera coordinadora, el puesto encargado de proteger a los accionistas minoritarios. Tras poco más de un año en el cargo, Carolina Martínez-Caro ha cedido su puesto a una nueva consejera, Rocío Fernández Funcia, ex socia de PwC.